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lunes, 30 de septiembre de 2013

Francisco en Santa Marta: "En una Iglesia sin memoria, el peligro es volverse funcionarios"

Sería la Iglesia de la lucha por el poder, de los celos entre los bautizados. 'Paz y alegría: ¡este es el aire de la Iglesia!'

Roma, 30 de septiembre de 2013 (Zenit.org) No una organización ni una programación perfecta, sino “paz y alegría” son el signo de la presencia de Dios en la Iglesia. Esto fue lo que dijo el papa Francisco la mañana del lunes en la misa celebrada en Santa Marta.

Comentando las lecturas del día, explicó que los discípulos fueron entusiastas, preparaban programas, planes para la futura organización de la Iglesia naciente, discutían sobre quién era el más grande e impedían hacer el bien en el nombre de Jesús a los que no pertenecían a su grupo. Pero Jesús los sorprende, moviendo el centro de la discusión sobre la organización a los niños: "Porque el que sea el más pequeño entre todos ustedes --les dijo Jesús-- es el más grande!". Así, indica el papa, en la lectura del profeta Zacarías se habla de los signos de la presencia de Dios: no "una buena organización" ni "un gobierno que avanza, todo limpio y perfecto", sino de los ancianos que habitan en las calles y de los niños que juegan.

El riesgo es descartar tanto a los ancianos como a los niños. Y dura es la advertencia de Jesús hacia los que escandalizan a los más pequeños: "El futuro de un pueblo está aquí, en los ancianos y en los niños. ¡Un pueblo que no se ocupa de sus ancianos y de sus niños no tienen futuro, porque no tendrá memoria y no tendrá promesa! ¡Los ancianos y los niños son el futuro de un pueblo! ¿Cuánto es común dejarlos de lado, no? A los niños, tranquilizarlos con un caramelo, con un juego: ‘Hazlo , hazlo, vamos, vamos’. Y al anciano no le permiten que hable, prescinden de su consejo: "Son viejos, pobres...".

Los discípulos no comprendían: "Lo entiendo, los discípulos --dijo el papa-- querían eficacia, querían que la Iglesia siga adelante sin problemas y esto puede convertirse en una tentación para la Iglesia: ¡la Iglesia del funcionalismo! ¡La Iglesia bien organizada! ¡Todo bien pero sin memoria y sin promesa! Esta Iglesia así, no avanzará: será la Iglesia de la lucha por el poder, será la Iglesia de los celos entre los bautizados, y muchas otras cosas que están allí cuando no hay memoria ni promesa".

Por lo tanto, la "vitalidad de la Iglesia" no está dada por los documentos y reuniones "para planificar y hacer bien las cosas": estas son realidades necesarias, pero no son "el signo de la presencia de Dios":

"El signo de la presencia de Dios es ésto, así dice el Señor: 'Los ancianos y las ancianas se sentarán de nuevo en las plazas de Jerusalén, cada uno con su bastón en la mano, a causa de sus muchos años. Las plazas de la ciudad se llenarán de niños y niñas, que jugarán en ellas'.

El juego nos hace pensar en la alegría: es la alegría del Señor. Y estos ancianos, sentados con un bastón en la mano, calmados, nos recuerdan la paz. Paz y alegría: ¡este es el aire de la Iglesia!".

Traducido y adaptado por José A. Varela del texto en italiano de Radio Vaticana
(30 de septiembre de 2013) © Innovative Media Inc.

domingo, 29 de septiembre de 2013

Jesucristo, siendo rico, se hizo pobre, para enriquecernos con su pobreza

Lectura del Santo Evangelio según San Lucas
(Lc 16, 19-31)
Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, Jesús dijo a los fariseos: "Había un hombre rico, que se vestía de púrpura y telas finas y banqueteaba espléndidamente cada día. Y un mendigo, llamado Lázaro, yacía a la entrada de su casa, cubierto de llagas y ansiando llenarse con las sobras que caían de la mesa del rico. Y hasta los perros se acercaban a lamerle las llagas. Sucedió, pues, que murió el mendigo y los ángeles lo llevaron al seno de Abraham. Murió también el rico y lo enterraron. Estaba éste en el lugar de castigo, en medio de tormentos, cuando levantó los ojos y vio a lo lejos a Abraham y a Lázaro junto a él. Entonces gritó: 'Padre Abraham, ten piedad de mí. Manda a Lázaro que moje en agua la punta de su dedo y me refresque la lengua, porque me torturan estas llamas'. Pero Abraham le contestó: 'Hijo, recuerda que en tu vida recibiste bienes y Lázaro, en cambio, males. Por eso él goza ahora de consuelo, mientras que tú sufres tormentos. Además, entre ustedes y nosotros se abre un abismo inmenso, que nadie puede cruzar, ni hacia allá ni hacia acá'. El rico insistió: 'Te ruego, entonces, padre Abraham, que mandes a Lázaro a mi casa, pues me quedan allá cinco hermanos, para que les advierta y no acaben también ellos en este lugar de tormentos'. Abraham le dijo: 'Tienen a Moisés y a los profetas; que los escuchen'. Pero el rico replicó: 'No, padre Abraham. Si un muerto va a decírselo, entonces sí se arrepentirán'. Abraham repuso: Si no escuchan a Moisés y a los profetas, no harán caso, ni aunque resucite un muerto' ".

Palabra del Señor.
Gloria a ti Señor Jesús.

Oración inicial

Señor, tú que amas la inocencia y la devuelves a quien la ha perdido, atrae hacia ti nuestros corazones y abrásalos en el fuego de tu Espíritu, para que permanezcamos firmes en la fe y eficaces en el bien obrar. Por nuestro Señor.

Reflexión

• Cada vez que Jesús tiene una cosa importante que comunicar, el crea una historia y cuenta una parábola. Así, a través de la reflexión sobre una realidad visible, lleva a los oyentes a descubrir los llamados invisibles de Dios, presentes en la vida. Una parábola está hecha para pensar y reflexionar. Por esto, es importante prestar atención a sus mínimos detalles. En la parábola del evangelio de hoy, aparecen tres personas: el pobre Lázaro, el rico sin nombre y el Padre Abrahán. Dentro de la parábola, Abrahán representa el pensamiento de Dios. El rico sin nombre representa la ideología dominante de la época. Lázaro representa el grito callado de los pobres del tiempo de Jesús y de todos los tiempos.

• Lucas 16,19-21: La situación del rico y del pobre. Los dos extremos de la sociedad. Por un lado, la riqueza agresiva. Por el otro, el pobre sin recursos, sin derechos, cubierto de úlceras, impuro, sin nadie que lo acoge, a no ser los cachorros que lamen sus heridas. Lo que separa a los dos es la puerta cerrada de la casa del rico. De parte del rico no hay acogida ni piedad hacia los problemas del pobre que está a su puerta. Pero el pobre tiene nombre y el rico no lo tiene. Es decir, que el pobre tiene su nombre inscrito en el libro de la vida, el rico no. El pobre se llama Lázaro. Significa Dios ayuda. A través del pobre Dios ayuda al rico y el rico podrá tener su nombre en el libro de la vida. Pero el rico no acepta ser ayudado por el pobre, pues guarda cerrada su puerta. Este inicio de la parábola que describe la situación es un espejo fiel de lo que estaba ocurriendo en el tiempo de Jesús y en el tiempo de Lucas. ¡Es el espejo de lo que acontece hoy en el mundo!

• Lucas 16,22: La mudanza que revela la verdad escondida. El pobre murió y fue llevado por los ángeles en el seno de Abrahán. Muere también el rico y es enterrado. En la parábola, el pobre muere antes del rico. Esto es un aviso para los ricos. Hasta que el pobre está a la puerta, todavía hay salvación para los ricos. Pero después de que el pobre muere, muere también el único instrumento de salvación para los ricos. Ahora, el pobre está en el seno de Abrahán. El seno de Abrahán es la fuente de vida, de donde nació el pueblo de Dios. Lázaro, el pobre, forma parte del pueblo de Abrahán, del cual era excluido cuando estaba ante la puerta del rico. El rico que piensa ser hijo de Abrahán no va a estar en el seno de Abrahán. Aquí termina la introducción de la parábola. Ahora comienza la revelación de su sentido, a través de la conversación entre el rico y el padre Abrahán.

• Lucas 16,23-26: La primera conversación. En la parábola, Jesús abre una ventana sobre el otro lado de la vida, el lado de Dios. No se trata del cielo. Se trata del lado verdadero de la vida que sólo la fe abre y que el rico sin fe no percibe. Y sólo bajo la luz de la muerte la ideología del imperio se desintegra en la cabeza del rico y aparece para él lo que es el valor real en la vida. Al lado de Dios, sin la propaganda, sin la propaganda engañadora, los papeles se cambian. El rico ve a Lázaro en el seno de Abrahán, y le pide que sea aliviado de sus sufrimientos. El rico descubre que Lázaro ¡es su único posible bienhechor! ¡Pero ahora es demasiado tarde! El rico sin nombre es pío, ya que reconoce a Abrahán y le llama Padre. Abrahán responde y le llama hijo. Esta palabra de Abrahán, en realidad, está siendo dirigida a todos los ricos vivos. En cuanto vivos, ellos tienen aún la posibilidad de volverse hijos, hijas de Abrahán, si supieran abrir la puerta a Lázaro, el pobre, el único que en nombre de Dios puede ayudarlos. La salvación para el rico no es que Lázaro le traiga una gota para refrescar su lengua, sino que él, el rico, abra al pobre la puerta cerrada y así llene el gran abismo.

• Lucas 16,27-29: La segunda conversación. El rico insiste: "Padre, te suplico: manda Lázaro para la casa de mi padre. ¡Tengo cinco hermanos!” El rico no quiere que sus hermanos lleguen al mismo lugar de tormento. Lázaro, el pobre, es el único verdadero intermediario entre Dios y los ricos. Es el único, porque sólo a los pobres los ricos pueden devolver aquello que les han y, así, restablecer la justicia perjudicada. El rico está preocupado con los hermanos. Nunca estuvo preocupado con los pobres. La respuesta de Abrahán es clara: "Tiene a Moisés y a los Profetas: ¡que los escuchen!" ¡Tienen la Biblia! El rico tenía la Biblia, la conocía de memoria. Pero nunca se dio cuenta de que la Biblia tenía algo que ver con los pobres. La llave para que el rico pudiera entender la Biblia es el pobre sentado a su puerta.

• Lucas 16,30-31: La tercera conversación "No, padre, si alguien entre los muertos les avisa de algo, ellos se van a arrepentir." El rico reconoce que esté equivocado, pues habla de arrepentimiento, cosa que durante la vida no sintió nunca. El quiere un milagro, ¡una resurrección! Pero este tipo de resurrección no existe. La única resurrección es la de Jesús. Jesús resucitado viene hasta nosotros en la persona del pobre, de los que no tienen derechos, de los sin tierra, de los hambrientos, de los sin techo, de los que no tienen salud. En su respuesta final, Abrahán es breve y contundente: "Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se convencerán aunque un muerto resucite.” Fin de la conversación. ¡Final de la parábola!

• La llave para entender el sentido de la Biblia es el pobre Lázaro, sentado a la puerta. Dios viene a nosotros en la persona del pobre, sentado a nuestra puerta, para ayudarnos a llenar el abismo insondable que los ricos crearon. Lázaro es también Jesús, el Mesías pobre y siervo, que no fue aceptado, pero cuya muerte mudó radicalmente todas las cosas. Es la luz de la muerte del pobre que lo cambia todo. El lugar del tormento es la situación de la persona sin Dios. Por más que el rico piense tener la religión y la fe, no hay forma de que pueda estar con Dios, pues no ha abierto la puerta al pobre, como hizo Zaqueo (Lc 19,1-10).

Para una reflexión personal

• ¿Cuál es el tratamiento que damos a los pobres? ¿Tienen un nombre para nosotros? En las actitudes que tomo en la vida, ¿soy percibido como Lázaro o como el rico?

• Entrando en contacto con nosotros, los pobres ¿perciben algo diferente? ¿Perciben una Buena Noticia? ¿Hacia que lado se inclina mi corazón: hacia el milagro o hacia la Palabra de Dios?

Oración final

Feliz quien no sigue consejos de malvados ni anda mezclado con pecadores ni en grupos de necios toma asiento, sino que se recrea en la ley de Yahvé, susurrando su ley día y noche. (Sal 1,1-2)

(fuente: ocarm.org)

sábado, 28 de septiembre de 2013

Maneja tus pensamientos negativos

“Mira: frente a esa pregunta, pienso que todos los abogados son ladrones, todos los médicos son, no malos, sino ¡pésimos!… Pude haber hecho tantas cosas útiles en mi vida, y realmente, hice muy pocas… Pensándolo bien, ninguna. Mhh, qué más. ¡Demasiadas cosas más!” Adelante, le digo. “Bueno, me faltan habilidades para ser cirujano, para el mercadeo, para ser conferencista y para cientos de oficios desconocidos por mí. ¡Dios mío! Mi vida es un desastre”.

Este es un pedacito de lo expresado por un hombre de unos 30 años en una cita de consultoría. ¿La pregunta? Fue simple: “Dime las cosas negativas que se te vengan a la cabeza”.

Existe una cadena que explica el porqué pensar negativamente es, cuando menos, poco práctico. Además, es nocivo, afecta el ánimo, la relación con los demás, afecta tus decisiones y tu vida en general. Esa cadena es:

PENSAMIENTO→ EMOCIÓN→ DECISIÓN→ ACCIÓN

¿Es posible elegir las emociones? No. Con algunas excepciones: si no me gusta sentir miedo, evito ver una película de terror, por ejemplo. Las emociones hacen parte del kit con el que llegamos al mundo. Son necesarias para vivir. Responden a los estímulos y son el motor de nuestro comportamiento. ¡Son una maravilla! Si las manejamos bien.

Las decisiones que tomamos nacen de las emociones y de los pensamientos. ¡Es mejor cuando son generadas por los segundos que por las primeras! Las decisiones son las madres de las acciones. Actuamos miles de veces en el día obedeciendo a esas decisiones que, en su mayoría, son casi inconscientes. Pero resulta que las acciones van tejiendo los puntos de la red de nuestros días, semanas, meses, años. Y las acciones repetidas ya sabemos en qué se convierten: en costumbres, vicios o virtudes, estilos de vida. En fin, parece que vamos muy lejos, ¡pero es así como funcionamos!

Mi paciente se queda pensando. Como si yo estuviera hablando chino, mandarín. ¿Cómo? pregunta. ¿Crees de verdad que uno puede elegir los pensamientos? ¿Que uno no piensa lo que piensa y ya? ¿No es cierto que el cerebro tiene neuronas y las neuronas funcionan produciendo pensamientos como una máquina hace botellas? Jaa… ¡No creerás que eso depende de mí!

Pues te tengo una noticia más inverosímil que esa. Uno puede pensar erróneamente, por falta de técnica para pensar bien, por falta de información, por inconciencia. Uno puede pensar mentiras. Cosas falsas. ¿Me crees?

Por lo menos, dice él, estoy dispuesto a escuchar. Me da curiosidad, aunque como ingeniero, todo eso lo siento bastante incierto, lejano.

Le explico: Los pensamientos pueden ser positivos, negativos o neutros. Ajustados a la realidad o falsos. Los pensamientos negativos se pueden controlar. Suelen nacer de mecanismos erróneos.

Miremos algunos aspectos que influyen en el desafortunado nacimiento de pensamientos negativos:

1.Hay temperamentos con tendencia a ver las cosas oscuras, con un mayor énfasis que las positivas, o a percibir como negativo aquello que no lo es. Si a esto le sumamos un estado de ánimo bajo, la vivencia del mundo será aun más distorsionada.

2.Cuando el estado de ánimo está abajo, nos ponemos unas gafas negras. El mundo sigue ahí afuera igual, pero uno lo ve todo turbio.

Tener conciencia sobre esto ayuda a estar alerta y a corregir la visión negativa. La voluntad puede colaborar para subir el estado de ánimo y pulir el temperamento, forjando un carácter fuerte.

3.Si uno entra a profundizar en las ideas negativas que elabora, se da cuenta de que hay errores en la manera de ver las cosas. Miremos esta premisa:

NUNCA – SIEMPRE – TODO – NADA = EL 95% NO EXISTE

Otra causa típica del pensamiento negativo es un umbral de satisfacción demasiado alto: esperar demasiado de sí mismo, de los padres, de la pareja, de los hijos, del trabajo, de las situaciones y circunstancias que influyen en uno. Ese alto nivel de expectativa genera insatisfacción. Y esa insatisfacción produce:

(Aprovecha y califícate cada ítem de 1 a 5, pensando en la frecuencia y la intensidad con que los ves en ti).

a. Mal humor _____
b. Rabia _____
c. Miedo _____
d. Agresividad _____
e. Descontento _____
f. Incertidumbre _____
g. Depresión _____
h. Culpa _____

Estas emociones no son malas ni buenas en sí mismas. Simplemente, son. El punto, mejor dicho, LoS puntos que no se pueden desconocer al sentirlas, son: ¿están bien fundadas, tengo razón al sentirlas? ¿Me quedo ahí en el “gozo” del mal sabor de la emoción (suena paradójico, pero así sucede), o lo soluciono y sigo adelante?

4.Dosis más que suficiente e injusta de autoacusación (sentirse culpable). Esto también se proyecta hacia las personas más cercanas: papás, hermanos, pareja, compañeros, amigos. Tengan o no culpa, nos sentimos más cómodos pasando acusaciones propias a los que amamos y están cerca. Increíble, pero cierto. E injusto, que quede claro.

ANALICEMOS ENTONCES:

Yo soy una persona normal, con cualidades y defectos, con carencias y fortalezas. ¡No las tengo todas! Me faltan habilidades para ser cirujano, director de mercadeo, conferencista y mil cosas más, pero tengo otras habilidades. Dios ha repartido sus dones como a El le ha parecido, de manera justa y sabia…

Piensa en estos aspectos:

Tus Fortalezas (las características que te ayudan a cumplir tus metas y tus sueños):
- Tus Oportunidades (las ventajas qué tienes a tú alrededor):
-
5.Frente a la proyección de la autacusación, queda claro que culpar a otro de mis errores y defectos (ESO es “Proyección de la autoacusación”, que puede sonar raro, pero es bien común), parece, no solo injusto, sino también ilógico: “Si yo estoy lleno de defectos, ¿por qué el otro no puede tener los suyos propios? Y ¿cómo puedo subvalorar las cualidades de esa persona que amo, que tanto me apoya, me es fiel, me entiende… tantas cosas buenas?”

El se queda pensando. Este ingeniero brillante, lleno de cosas buenas, con un buen trabajo, una buena familia, una esposa que lo ama y respeta, unos hijos hermosos, como suelen ser los hijos, no puede creer que él cometa todos esos errores, y como los malos hábitos no se curan tan fácilmente, dice desconsolado: “¡Ves! Todo eso lo tengo yo. TODO. No me cabe un defecto más.

Estoy perdido en las redes de los pensamientos negativos. Sí, estoy perdido”.

¡Vamos despacio! Empecemos a practicar: analicemos las frases que acabas de decir y dime qué fallas en la construcción de los pensamientos encuentras, incluyendo las palabras utilizadas para describir. Él lo hace como un buen alumno que es. Y cae en la cuenta de muchas cosas.

¿Ves? Le digo. Ya has aprendido una cantidad de cosas que hace un rato te parecían en chino. Ya diste el primer paso. Vamos con el segundo.


PASOS PARA PRACTICAR

1.Hacer conciencia de los pensamientos negativos que se presentan. ¡Porque se vuelven un vicio! Imagínate una espiral con más y más vueltas.

2.Practicar el bloqueo del pensamiento negativo: cuando éste se presente, una idea simple, repetitiva que mate, silencie ese pensamiento. Porque el cerebro no es capaz de pensar en dos ideas a la vez. Puede ser: “Stop”, “silencio”, “basta”, rezar un Ave María, “Jesús, esto te lo entrego”.

3.Decirse una frase positiva contrapuesta a la negativa. Por ejemplo, frente al pensamiento:

“YO NUNCA HAGO NADA BIEN →“¡FALSO!
YO HAGO MUCHAS COSAS BIEN! POR EJEMPLO…”

4.Bloquear la expresión verbal del pensamiento negativo pidiéndole a alguien cercano y confiable que te ayude dándote una señal (sin cantaleta ni comentarios): puede ser “pilas”, “stop”, tocar en el hombro, matar el ojo, algo simple, solo para hacerte caer en la cuenta.

Suficiente información. Ahora, ¡a practicar y a perseverar! Porque esa es la única manera de cambiar los hábitos que nos hacen daño.

escrito por Ana Margarita Moreno Q. 
(fuente: www.protegetucorazon.com)

viernes, 27 de septiembre de 2013

La Iglesia es una sola para todos, afirma Papa Francisco

En la Audiencia general del miércoles 25 de setiembre, ante la multitud de peregrinos en la soleada plaza del Santuario de San Pedro, el Obispo de Roma continúo con su catequesis sobre la Iglesia. Dijo entre otras cosas, en italiano: “La Iglesia es una sola para todos. No hay una iglesia para los Europeos, una para los Africanos, una para los Americanos, una para los Asiáticos, una para quien vive en Oceanía, es la misma en todas partes. Es como en una familia: se puede estar lejos, esparcidos por el mundo, pero los lazos profundos que unen a todos los miembros permanecen firmes cualquiera sea la distancia. Pienso en la experiencia de la Jornada Mundial de la Juventud en Río de Janeiro. En aquella inmensa multitud de jóvenes sobre las playas de Copacabana, se sentían hablar tantas lenguas, se veían rostros de rasgos muy diversos entre ellos, se encontraban culturas diversas. Y sin embargo había una profunda unidad, se formaba una única Iglesia, estábamos unidos y esto se sentía. Preguntémonos todos: ¿siento esta unidad? O ¿Quizá no me interesa porque estoy encerrado en mi pequeño grupo o en mi mismo?, ¿Soy de aquellos que privatizan la Iglesia para el propio grupo, la propia Nación, los propios amigos? Cuando siento que tantos cristianos en el mundo sufren ¿soy indiferente o es como si sufriese uno de mi familia?, ¿rezamos los unos por los otros? ¡Es importante mirar fuera del propio recinto, sentirse Iglesia, única familia de Dios!”


Texto completo de las palabras del Santo Padre en español 

Queridos hermanos y hermanas

En el Credo profesamos la fe en «la Iglesia, que es una». En efecto, la Iglesia es única y es en sí misma unidad, aunque esté esparcida por todo el mundo y haya muchas diversidades. Lo hemos visto en la reciente Jornada Mundial de la Juventud en Río de Janeiro: tantos rostros, tantas lenguas, tantos lugares de proveniencia, pero una sola Iglesia, como una gran familia, unidos como hermanos en una misma fe y esperanza, en la caridad y en los sacramentos, en el ministerio apostólico instituido por Cristo. ¿Vivimos así, o estamos encerrados en nosotros mismos o en nuestro propio grupo? ¿Nos preocupamos por los demás, aunque estén lejos? ¿Rezamos por ellos? ¿Especialmente por los cristianos que están perseguidos? A veces surgen tensiones y conflictos que hieren la unidad de la Iglesia, pero somos nosotros quienes las provocamos.

Y una de las cosas que más desunen a la Iglesia es el chismerío. Un cristiano no puedes ser ‘chusma’, no puede andar hablando mal de otro. Le conviene primero morderse la lengua y después hablar mal de otro. Por eso hay que fomentar siempre la comunión en todos los ámbitos de la vida para crecer en la unidad que Dios nos da, y también para favorecer el camino ecuménico. Y, como esta unidad no es fruto de acuerdos humanos, sino obra del verdadero artífice, el Espíritu Santo, hemos de pedirla con perseverancia en la oración.

******** Saludo con afecto a los peregrinos de lengua española, en particular a la comunidad del Colegio Mexicano de Roma, a las peregrinaciones diocesanas de Tarazona, con su Obispo Eusebio Hernández, y de Tortosa, con su Obispo, Enrique Benavent, así como a los demás grupos venidos de España, Argentina, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, México y otros países latinoamericanos.

Muchas gracias.

(fuente: es.radiovaticana.va)

jueves, 26 de septiembre de 2013

Como también nosotros perdonamos

Todo cristiano sabe por lo menos rezar el Padre Nuestro, y a mí desde mucho tiempo atrás y en varios momentos, me ha llamado la atención el condicionamiento positivo que Jesucristo planteó a sus apóstoles al enseñarles a orar: “Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a quienes nos ofenden.”

Muchas personas que se alejan de la Iglesia, y otras que llevan muchos años de no practicar el catolicismo, utilizan como una de sus razones para no ser parte de la comunidad, una enseñanza de la religión que enfatiza el pecado y la culpa, basada en experiencias, quizá desde la familia, donde el hacer tal o cual cosa genera conflictos y resentimientos, que no permiten luego una vida en la familia y la comunidad religiosa por la ausencia del perdón.

La catequesis de los últimos Papas es muy rica en el amor y el perdón de Dios; por ejemplo en la encíclica del Beato Juan Pablo II Dives in Misericordia (Dios rico en misericordia); o Deus Caritas Est (Dios es Amor) del Papa emérito Benedicto XVI; y no se diga de las innumerables referencias del Papa Francisco al perdón de Dios en sus audiencias, discursos y homilías.

Jesucristo se presenta en sus encuentros evangélicos como el que tiene misericordia, el que se compadece, y su primera reacción es perdonar los pecados, casi sin necesidad de que se lo pidan, como los enfermos que le eran presentados, o la pecadora pública, y la adúltera, a quienes antes de sanarlos de enfermedades físicas, les perdonaba los pecados ante el movimiento de fe de ellos que lo buscaban para su sanación.

Los cristianos somos llamados a imitar a Cristo, más aún, estamos invitados a unirnos a él, y es a través de esta unión que nosotros podremos también perdonar a otros, si lo imitamos, o si participamos de su vida a través de la oración, o la gracia sacramental, entonces también podremos participar de su misericordia, de su compasión que invariablemente nos llevará a perdonar.

El perdón y la misericordia son las claves de la comunidad cristiana que puede atraer de nuevo a quienes se han alejado, ya sea por conflictos familiares o religiosos no resueltos. Cambiar nuestra perspectiva de conflicto, culpa y resentimiento, por la de perdón, misericordia y acogida, es el camino del amor, es el camino del cristiano que imita a Cristo y vive unido a Él por la gracia.

El cristianismo no es una religión de culpa, angustia y pecado como algunos piensan, por el contrario, es un camino para salir de ahí a través del perdón, y el amor. Es una buena noticia que nuestro mundo necesita recibir y vivir para transformarse.

escrito por Oscar Fidencio Ibáñez Hernández 
(fuente: www.encuentra.com)

miércoles, 25 de septiembre de 2013

La autoridad: un cinturón de seguridad para tus hijos

En mi cocina no hay puerta. Es una “cocina americana”. No podía ser de otra manera porque vivimos en Estados Unidos.

Mi hija de 18 meses tiene prohibido entrar. No he puesto una reja. Por pereza. Quiero tener acceso libre sin abrir y cerrar continuamente una puerta bajita con un sistema complicado incluso para un adulto.

Mi hijita sabe que no puede entrar. El “no” es la primera palabra de la que aprendió el significado (después de papá y mamá por supuesto). También es la primera que empezó a usar.

A pesar de la prohibición ella me desafía. Se acerca cuanto más puede a aquel límite: la raya que separa la moqueta del piso de la cocina. Luego, cómo si nada, empieza a meter el dedo gordo del pie. “Vamos a ver si mamá me va a regañar por meter sólo mi dedito”. Espera mi reacción evitando mi mirada. Si no recibe ninguna respuesta, avanza una manita hasta casi tocar el lavaplatos. Esta vez mientras lo hace me mira a los ojos. Sigue desafiándome mientras busca tener bajo control mi reacción. Si no le hago caso porque no le veo o porque me hago de la vista gorda, la valiente da un paso. Sabe que ahora hay dos posibilidades. El exilio o el derecho a permanecer. Si está papá no merece la pena ni meter el dedo gordo. Si está mamá, alguna vez, hay posibilidad de “asilo político”.

Los niños nos piden límites. Tienen que estar seguros que los hay, que están protegidos. Pero al mismo tiempo quieren ver hasta que punto ese límite se puede superar, hasta donde los padres estamos dispuestos a defenderlos. De ese modo entienden si de verdad merece la pena que exista ese límite.

La autoridad de los padres es el primer y el más importante “cinturón de seguridad” para los hijos. A pesar de ello, al día de hoy el concepto de autoridad entra en el índice de las palabras prohibidas. Especialmente en el ámbito pedagógico se relaciona con su abuso: el autoritarismo, famoso también en el ámbito político a causa de los regímenes dictatoriales. La consecuencia ha sido que la autoridad ha sido despojada de su significado originario.

Autoridad deriva del latín augere que significa hacer crecer, prosperar, favorecer, elevar y promover moral y espiritualmente. En la antigua Roma se distinguía entre la auctoritas y la potestas. La autoridad correspondía a la persona que sabía -el sabio o el político- mientras que la potestas se refería a la persona que usaba el poder y la fuerza. Con el pasar del tiempo los dos significados de autoridad y potestad se fundieron.

Hoy en día podemos aprovechar la antigua definición para aclarar lo que procede de la autoridad. De la autoridad entendida como saber derivan los consejos, mientras que de la autoridad entendida como potestad derivan las órdenes. El problema surge cuando se pretende dar órdenes en una situación en la cual se requieren consejos, cayendo en el autoritarismo o se pretende dar consejos en una situación que requiere órdenes, cayendo en el permisivismo.

Se podría esquematizar este concepto de la siguiente manera:

Autorictas: El que sabe. Cualidad personal reconocida
Problema: Cuando en vez de dar consejos se dan órdenes. AUTORITARISMO

Potestas: El que tiene poder. Función que desempeña
Problema: Cuando en vez de dar órdenes se dan consejos. PERMISIVISMO

La autoridad de una persona debe ser ante todo legitimada por un saber y después por una acción coherente. Una persona que sabe y que actúa coherentemente adquiere prestigio frente a los demás. En el ámbito familiar la autoridad de los padres es justificada por el hecho de que los padres saben, conocen más del hijo.

Cuando un niño es pequeño existen ciertas normas primarias que sirven ante todo para evitar peligros físicos. En ese caso los padres tienen que usar la autoridad en el sentido de poder ya que una sencilla explicación no sería buena motivación para evitar un peligro (se darían consejos en vez de órdenes: permisivismo). Otras veces, las normas sirven para instaurar unos ritmos correctos de vida familiar o acostumbrarse a una adecuada convivencia social. Especialmente cuando se trata de este tipo de normas, cada padre tiene que evaluar, a medida que el niño crece en edad y madurez, si es el momento de acompañar las órdenes con una explicación. El objetivo final es dejar gradualmente la autoridad entendida como orden para ejercer una autoridad entendida como consejo.

Aquí van 10 consejos prácticos para promover el crecimiento moral de los hijos, porque la pedagogía es útil cuando pasa de la teoría a la práctica.

1. No repetir las órdenes. La repetición es la causa más frecuente de la pérdida de autoridad. Si sabemos con antelación que algunas ordenes son difíciles de obedecer, lo aconsejable es adelantarlas: “empieza a guardar los juguetes, porque ya va a ser la hora de servir la cena”. En vez de: “es la tercera vez que te digo que recojas los juguetes…”

2. Dar pocas normas y claras. A la edad de 1ª 3 años, las normas tienen que referirse a evitar peligros, a buenas costumbres alimenticias, a rutinas de sueño y a ciertas normas básicas de convivencia social. Esos temas no se negocian, mientras que otros, conforme con la edad y la madurez, se pueden hablar y decidir juntos. Normalmente hasta los dos años hay pocos temas que se puedan negociar. Después, algunos ejemplos de temas negociables pueden ser la elección del color de una camisa o un pantalón por la mañana o la elección entre varios videos o programas ya seleccionados previamente por los padres en los contenidos y en el horario. En general todo lo que se refiere a pequeñas elecciones que provienen de algo seleccionado anteriormente por los padres.

3. Compartir la autoridad entre padre y madre sin delegar. Si resulta que el padre sabe ejercer mejor la autoridad como poder y la madre como sabiduría, ambos tienen que aprender a ejercer la autoridad en su sentido completo: poder + sabiduría.

4. Escoger el momento adecuado para corregir. Prestar atención a las circunstancias que pueden humillar o meter en problemas al niño.

5. Hablar con el niño cara a cara. Ponerse a su altura y establecer un contacto visual es fundamental. También las palabras tienen que ser a la medida del niño pero la entonación de la voz tiene que ser la misma que se usa con un adulto: firme pero sin enfado. No hay que imitar la voz del niño o cambiar la entonación.

6. Meterse en los zapatos de los niños y decírselo. Por ejemplo decirle: “Se que te cuesta mucho dejar de jugar ahora porque estás disfrutando y me alegra que así sea. Pero ya es hora de recoger porque la cena está preparada”.

7. Hacer entender al niño que el conflicto no es entre él y los padres sino entre él y la norma. Cuando hay un conflicto, hacerle sentir al niño que nunca dejamos de quererle. Si obviamente no es el momento para demostraciones de afecto (besos y abrazos) no hacemos ver que su actitud afecta nuestro humor. Tenemos que seguir haciendo lo que tenemos que hacer. Cuando el niño esté tranquilo, si tiene la edad adecuada, explicarle el porque de nuestra prohibición.

8. Presentar las normas de manera positiva. Decir “podrías hacer esto a cambio” en vez de “no puedes hacer eso”.

9. Evitar fundamentar la educación en premios y castigos. Los premios y los castigos enseñan a los niños que tienen o no tienen que hacer una cosa porque hay una consecuencia que muchas veces no está relacionada con la orden. Más que premios y castigos se podrían utilizar buenas razones. Por ejemplo: “Es la hora de recoger los juguetes porque la cena está preparada. Preparé algo que te va a gustar mucho” (no decirle “si lo haces te doy…”).

10. Ejercer la autoridad de manera diferente con cada hijo. Hay que ser justos. Eso significa tratar a cada uno de acuerdo con su manera de ser y con sus necesidades.

escrito por Maria Grazia Gualandi 
Licenciada en Ciencias de la Educación, con especialidad en Educación de adultos. 
Doctora en Educación por la Universidad de Navarra. 
(fuente: www.protegetucorazon.com)

martes, 24 de septiembre de 2013

Tucumán rinde honores a la Virgen de la Merced

Martes 17 Sep 2013 San Miguel de Tucumán (AICA) Bajo el lema "María de la Merced, modelo de nuestra fe", el domingo 15 de septiembre comenzó en la basílica-santuario ubicada en la intersección de calles Virgen de la Merced y 24 de Septiembre el rezo de una novena en honor a la patrona de la arquidiócesis de Tucumán.

En el primer día, peregrinaron hasta la basílica de la Victoria las instituciones y movimientos laicales, quienes participaron de la reflexión de la jornada, titulada “Como María, quiero decir «aquí estoy»”. Por la noche, acompañaron la celebración eucarística que presidió el arzobispo, monseñor Alfredo Horacio Zecca.

El lunes 16 peregrinaron los fieles del decanato 5, y hoy se espera la llegada de los fieles del decanato 6. Del miércoles 18 al sábado 21 peregrinarán, respectivamente, los decanatos 1, 4, 7 y 3. El domingo 22 asistirán a la parroquia los seminaristas mayores de la arquidiócesis. Ese día también habrá un encuentro de niños con la Virgen de la Merced. El lunes 23, en las vísperas de la fiesta de Nuestra Señora de la Merced, completarán el cronograma los fieles del decanato 2.

En las vísperas de la fiesta de la Virgen, el lunes 23, la basílica abirá sus puertas a las 16 para recibir a los misachicos, y una hora más tarde, se brindará una charla para entregar los escapularios de la Merced, que se hará efectiva en la misa de las 18.30. A la medianoche, la imagen de María de la Merced saldrá al atrio del templo, donde recibirá el homenaje de los gauchos y presidirá la misa de los jóvenes, prevista para las 0.30.

El martes 24 habrá misas a las 6, 7, 8, 9 y a las 11. A las 12.30 se trasladará la imagen de la Virgen al Colegio Esclavas, y a las 17, habrá un acto y procesión desde la plaza Belgrano. A las 19 será la misa central, que se realizará frente a la catedral metropolitana. El templo parroquial, en tanto, permanecerá abierto hasta la medianoche.

Por su parte, la curia arquidiocesana informó que los horarios de misa durante la novena serán, de lunes a viernes, a las 7.15, 10.30, 18.30 y a las 20. Los sábados, en tanto, serán a las 8, 18.30 y a las 20; los domingos a las 8, 11, 18.30 y a las 20.

Las fiestas patronales en honor a la Virgen de la Merced se enmarcan en los festejos del bicentenario de la fundación de la parroquia de la Victoria, pedida por el general Manuel Belgrano en agradecimiento por la protección que María prestó en la batalla de Tucumán del 24 de septiembre de 1812.


El General Manuel Belgrano y la Virgen de la Merced

El 24 de septiembre se celebra en nuestro país la Fiesta de Nuestra Señora de la Merced, Patrona del Ejército Argentino.

Cuenta la historia que el General Manuel Belgrano (y no el doctor Belgrano, como dice un decreto oficial) durante la batalla de Tucumán, el 24 de septiembre de 1812, en plena guerra por la independencia, puso toda su confianza en Dios y en Nuestra Señora de la Merced o de las Mercedes.

Después de la victoria, que aseguró la independencia argentina, en el parte de guerra que transmite al gobierno, escribe textualmente: “La Patria puede gloriarse de la victoria que han obtenido sus armas el día 24 del corriente, día de Nuestra Señora de la Merced, bajo cuya protección nos pusimos”. El General, profundamente conmovido por el triunfo, nombra a la Virgen de las Mercedes como Generala del Ejército Argentino.

En el año 1912, al cumplirse el Centenario de la Batalla de Tucumán, la imagen de Nuestra Señora de las Mercedes que se venera en San Miguel de Tucumán, fue coronada solemnemente en nombre del papa San Pío X. +

lunes, 23 de septiembre de 2013

Francisco a los jóvenes: "Por favor no arruinen su juventud con esos que venden muerte"

El papa Francisco con miles de los jóvenes. Y les confía cuando él descubrió su vocación hace 60 años atrás.

Roma, 22 de septiembre de 2013 (Zenit.org) En su vista a la isla italiana de Cerdeña, a las 17,30 el papa ya estaba en el estrado en donde por la mañana había encontrado al mundo del trabajo en la explanada del Largo Carlo Felice.

Después del saludo de dos jóvenes y las preguntas de otros presentes exclamó: “¿Parece que hay algunos jóvenes, o tantos? ¡Son tantos! Gracias por haber venidos tantos a este encuentro, verles me recuerda la Jornada Mundial de la Juventud en Río de Janeiro: quizás algunos de ustedes estaban allá, pero muchos seguramente la han seguido por televisión e internet. Y fue una experiencia muy linda, una fiesta de la fe y de la fraternidad, que nos llena de alegría”.

“La misma alegría –añadió el papa-- que probamos hoy. Agradecemos al Señor y a la Virgen María, Nuestra Señora de Bonaria: es Ella que nos ha hecho encontrar aquí. ¡Récenle con frecuencia, que es una buena madre!”.

Y el papa volvió a citar el evangelio de Emaús, cuando los discípulos se muestran desanimados porque las cosas no habían ido como ellos esperaban, encuentran al Señor. “Este es el primer punto la experiencia del fracaso” dijo.

“Lo dijeron vuestros 'portavoces, en donde la fe aparece un poco desteñida, se ven cristianos a veces cansados y tristes y muchos jóvenes después de la Confirmación se van”.

Y les recordó que “en las preguntas que me hicieron estaba esta experiencia: el sacramento de la confirmación” o deberíamos llamarlo dijo “el sacramento del adiós”. Y el papa les interrogó:“Les quiero hacer una pregunta y cada uno la responda en su corazón. Piensen a las experiencia de fracaso que han experimentado, seguramente todos nosotros las tenemos”.

Y les invitó a no desanimarse porque el “cristiano pesimista, que feo eso”. Porque la esperanza, prosiguió “es parte de vuestro ser. Un joven sin esperanza ha envejecido demasiado rápido. La esperanza es parte de vuestra juventud. Si ustedes no tienen esperanza reflexionen seriamente”.

“¿Y cuando un joven pierde la esperanza dónde va a encontrar algo de paz? Ustedes saben de estos vendedores de muerte, que ofrecen una vía para cuando uno está triste sin esperanza, sin confianza. Por favor no le vendan su juventud a esos que venden muerte”.

Y precisó que “cuando digo esto quiero ser sincero, no vengo a vender una ilusión, hay una persona que pueden llevarte adelante, confía en Él porque Jesús no es una ilusión. Hay que confiaren Jesús, el Señor está siempre con nosotros” porque “está cerca de nuestros fracasos, de nuestra fragilidad de nuestros pecados, para transformarlos”.

“Quiero contarles --dijo el santo padre-- una experiencia: hice el 60 aniversario del día en que sentí la voz de Jesús en mi corazón, y esto no lo digo para que me hagan una torta aquí. Esto no lo olvido nunca. El Señor me hizo sentir fuertemente que tenía que seguir ese camino. Pasaron algunos años antes que esa decisión e invitación fuera definitiva. Fueron años con éxitos y alegrías, pero también de fracasos, de fragilidad y de pecado. 60 años en la vía del Señor, atrás de Él, siempre con Él”.

Y les preguntó a los jóvenes. “¿Por qué. porque me siento Tarzán que va adelante? No, porque también en los momentos más oscuros, del pecado, del fracaso he mirado a Jesús y nunca me ha dejado solo. Confiemos en Jesús, Él no nos desilusiona nunca, es un amigo fiel, este es mi testimonio. Vayan adelante”.

Y les recomendó: “Nunca dejen de ponerse en juego” y añadió “nunca lamentaciones, desánimo. Y nunca, nunca ir a comprar consolación de muerte, e ir adelante con Jesús. Él no nos desilusiona, y nos lleva siempre adelante”. Y concluyó: “Recen por mí, y que la Virgen les acompañe”.

Al concluir el encuentro con los jóvenes el santo padre fue al aeropuerto en donde partió de regreso a Roma y al Vaticano.

(22 de septiembre de 2013) © Innovative Media Inc.

¿Administramos bien lo que Dios nos ha dado?

Catequesis para la familia, semana del 22 de septiembre de 2013

Toledo, 23 de septiembre de 2013 (Zenit.org) En esta semana, 25ª, del Tiempo Ordinario, se nos anima a considerar la importancia de la buena administración de los dones divinos recibidos. No basta reconocer que no los merecemos ni nos los hemos ganado. Se exige fidelidad, honradez, diligencia, trasparencia, bondad, justicia y astucia para poder dar cuenta cabal de los mismos a Dios, al final de nuestros días. El riesgo de una mala administración puede implicar no sólo la retirada de lo dado sino también la pérdida de confianza, de acogida y despido, según nos relata el Evangelio (Lc 16, 1-13). Esto es muy serio.

Podemos preguntarnos si respecto de lo que hemos recibido, y de nuestro trabajo sobre ello, estamos dando el fruto que se espera de nosotros. ¿Estamos rindiendo u ocultando -haciendo trampas- con aquellas partidas de las que debiéramos dar cuenta? Mientras vivamos aquí nos encontramos a tiempo de convertirnos, y de optar por esa claridad que nos falta actualmente en la contabilidad de nuestra vida.

Tenemos, como siempre, la referencia de varios santos durante la semana que nos indican dónde pueden hallarse las claves, para obtener el mejor fruto a nuestra vida y cuadrar mejor nuestro balance.

El viernes 27, con la memoria de san Vicente de Paúl, nos presenta una realidad que tenemos muchas veces marginada o apartada, como en una periferia permanente: la pobreza. Tenemos que atender a los más necesitados con nuestra oración, sí, pero también con nuestro tiempo y dinero. Siendo indiferentes, como de costumbre hace la mayoría, no podemos decir luego que deseamos mayor justicia e igualdad para todos.

El evangelio del lunes 23, con la memoria de san Pío de Pietrelcina, hombre de Dios al servicio de todos, nos avisa que la luz del Señor no puede esconderse, que hay que dar testimonio de Jesucristo con toda la vida, implicándose totalmente.

Por último, tenemos el testimonio martirial presente el jueves 26 con los santos Cosme y Damián, y el sábado 28 con los santos Lorenzo Ruiz y compañeros. Pero dejemos que sea el Martirologio Romano el que nos lo explique:

Santos Cosme y Damián, mártires, que, según la tradición, ejercieron la medicina en Ciro, de Augusta Eufratense (hoy Siria), no pidiendo nunca recompensa y sanando a muchos con sus servicios gratuitos (c. s. III).

Santos Lorenzo de Manila Ruiz y quince compañeros mártires, tanto presbíteros como religiosos y seglares, sembradores de la fe cristiana en Filipinas, Formosa y otras islas japonesas, a causa de lo cual, por decreto del supremo jefe del Japón, Tokugawa Yemitsu, en distintos días consumaron en Nagasaki su martirio por amor a Cristo, pero celebrados en única conmemoración (1633-1637).

El mayor don divino que tenemos es la vida, nuestra alma inmortal. Hemos de dar a Dios lo que es de suyo: nuestro amor y adoración a Jesucristo por encima de todas las cosas. ¿Acaso dudamos que esta obligación primera nos impulsará a dar fruto de los talentos recibidos y cumplir con el resto de nuestros deberes (sociales, políticos, económicos,…)?

(23 de septiembre de 2013) © Innovative Media Inc.

domingo, 22 de septiembre de 2013

Jesucristo, siendo rico, se hizo pobre, para enriquecernos con su pobreza.

Lectura del Santo Evangelio según San Lucas
(Lc 16, 1-13)
Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Había una vez un hombre rico que tenía un administrador, el cual fue acusado ante él de haberle malgastado sus bienes. Lo llamó y le dijo: ‘¿Es cierto lo que me han dicho de ti? Dame cuenta de tu trabajo, porque en adelante ya no serás administrador’. Entonces el administrador se puso a pensar: ‘¿Qué voy a hacer ahora que me quitan el trabajo? No tengo fuerzas para trabajar la tierra y me da vergüenza pedir limosna. Ya sé lo que voy a hacer para tener a alguien que me reciba en su casa cuando me despidan’. Entonces fue llamando uno por uno a los deudores de su amo. Al primero le preguntó: ‘¿Cuánto le debes a mi amo?’ El hombre respondió: ‘Cien barrilles de aceite’. El administrador le dijo: ‘Toma tu recibo, date prisa y haz otro por cincuenta’. Luego preguntó al siguiente: ‘Y tú, ¿cuánto debes?’ Este respondió: ‘Cien sacos de trigo’. El administrador le dijo: ‘Toma tu recibo y haz otro por ochenta’. 

El amo tuvo que reconocer que su mal administrador había procedido con habilidad. Pues los que pertenecen a este mundo son más hábiles en sus negocios, que los que pertenecen a la luz. Y Yo les digo: con el dinero, tan lleno de injusticias, gánense amigos que, cuando ustedes mueran, los reciban en el cielo. El que es fiel en las cosas pequeñas, también es fiel en las grandes; y el que es infiel en las cosas pequeñas, también es infiel en las grandes. Si ustedes no son fieles administradores del dinero, tan lleno de injustcias, ¿quién les confiará lo que si es de ustedes? No hay criado que pueda servir a dos amos, pues odiará a uno y amará al otro, o se apegará al primero y despreciará al segundo. En resumen, no pueden ustedes servir a Dios y al dinero”.

Palabra del Señor.
Gloria a ti Señor Jesús.

No concuerda bien con la imagen que nos hacemos de Jesús el que un día se atreviese a proponer a sus discípulos como ejemplo a seguir la conducta deshonesta de un administrador infiel: poco hay que aprender de un hombre que derrochó los bienes que se le habían confiado y que, antes de dar cuenta de su gestión, labró su futuro personal a base de empobrecer a su dueño. El dinero de su señor le sirvió para asegurarse la benevolencia de los deudores de su señor. Perdonar deudas ajenas es una bonita manera de hacerse amigos propios. Es comprensible que una persona tan 'avispada' nos caiga simpática; podríamos incluso envidiar en secreto su actuación, pero difícilmente nos atreveríamos a elogiarla en público ni, mucho menos, llegaríamos a presentarla como ejemplo a seguir. ¿Qué es, entonces, lo que quería Jesús exactamente enseñar a sus discípulos?

I. LEER: entender lo que dice el texto fijándose en como lo dice

La enseñanza de Jesús, dirigida a sus discípulos en exclusiva, no está motivada previamente. Tiene dos partes: la parábola del administrador injusto (Lc 16,1-8) y un comentario que aplica a la vida de los oyentes el mensaje de la parábola (Lc 16,9-13).

La parábola, que alaba expresamente la astucia de un gestor corrupto, lo menos que suscita es perplejidad y asombro. No hay mucho que elogiar en quien falsifica los balances con el fin de asegurarse una buena vida. Bien entendida la historia, Jesús no da por buena una actuación a todas luces deshonesta, sino la prontitud y sagacidad en reaccionar del administrador ante la inevitable desgracia de verse pronto despedido. En realidad, el gerente no hizo ni más ni menos que lo que siempre hacía, derrochar los bienes de su amo. Pero además de confirmar su descarada indecencia tuvo reflejos y astucia suficiente para afrontar la desventura que le estaba por sobrevenir. Jesús no alaba, pues, un comportamiento desvergonzado e injusto sino la rápida reacción y la imaginativa solución que sabe dar a su problema. Jesús concluye, eso sí, con un cierto pesimismo que tiene que darnos que pensar: los hijos de este mundo son más listos que los hijos de la luz; saben ganarse amigos y un porvenir con lo que tienen a mano, aunque no les pertenezca.

Con unas cuantas afirmaciones, que no se compaginan bien entre sí ni hacen más comprensible el mensaje de la parábola, Jesús continúa su enseñanza, alejándose paulatinamente de su sentido central. En contraposición con el administrador infiel, sus discípulos han de ser honrados manejando lo poco que tienen; no serán dignos de confianza ni recibirán mayores dones, si no fueron leales en lo pequeño. Y lo que es más sorprendente: para recibir lo que se nos debe, lo propio, ha que haberse mostrado justo con lo que no nos pertenecía.

Jesús culmina su instrucción rebasando con creces el tema del discurso. Ya no se trata de administrar bien o no los bienes de otros sino de que entre los bienes, de los demás o míos, y Dios se da una irreconciliable oposición. Una cosa es el manejo de los bienes ajenos y otra, bien diversa, es dejarse manejar por Dios. Como un siervo no puede tener más que un señor, el discípulo no puede servir más que a Dios. Aunque sea de paso, hay que advertir la capacidad de embaucar, y encadenar, al hombre que tiene el dinero, pues se le contrapone nada menos que a Dios. Los mejores bienes son el peor enemigo del Bien supremo.

II. MEDITAR: aplicar lo que dice el texto a la vida

Sorprende la parábola de Jesús, sólo si se la separa de su intención básica: Jesús no alaba la industria del gerente infiel, su engaño y despilfarro. En realidad, disponiendo de lo que no es suyo por última vez no hace más que confirmar lo que siempre había hecho y legitimar el castigo que recibe. La astucia del mal gestor no estuvo en reservarse para sí bienes ajenos. Fue infiel hasta el final, pero previsor: se las agenció para tener amigos en tiempo de desgracia. Pero algo hay de ejemplar en su comportamiento, del que podríamos aprender los cristianos: a una comunidad, demasiado enfrascada en asuntos terrenos, es necesario recordarle sus responsabilidades. Los cristianos deberán dar razón de cuanto se les puso entre las manos y sería mejor que aprendieran a manejarse con la misma astucia que el administrador injusto; no es propio lo que se tiene, la vida es administración de bienes ajenos; no se alaba su repetida deshonestidad con los bienes que no son propios, se propone la previsión del propio futuro, precisamente por se le ve incierto y amenazador.

Lo primero que Jesús nos quiere enseñar es que todos gestionamos bienes que no son propios, que no los hemos originado nosotros y que no nos pertenecen. El hombre es administrador, no señor, de cuanto tiene a disposición. Debe, pues, considerar lo que tiene prestado y sentirse obligado a rendir cuentas. Cuando dejamos de sentirnos responsables de cuanto tenemos, hemos empezado a dejar de sentirnos agradecidos por cuanto hemos recibido. En la vida manejamos bienes de Otro, que es, en realidad, el Bien que origina y mantiene todo bien.

Pero una fiel administración ? y ello nos debería dar mucho que pensar ? para ser alabados por el Señor. Hay que saber prevenir, con prontitud e imaginación; hay que arriesgar el presente del que se dispone con tal de asegurarse el futuro que no está en nuestra manos. Astucia y perspicacia quiere Jesús de los suyos: los hijos de la luz no deben dormir, sólo porque administran bien los bienes recibidos de su Señor. No quiere Jesús infidelidad en los suyos ? en la parábola, el infiel, aunque alabado, es ?condenado? -; exige, eso sí, discernimiento y arrojo, industria y previsión. ¡No basta la honestidad, se requiere astucia para ser hijo de la luz!

El comentario a la parábola (Lc 16,9-13) ayuda a su comprensión, aunque desliza un tanto su sentido: quien no ha sabido administrar los bienes perecederos, no será digno de recibir los permanentes. Dios no piensa en dar mayores bienes a quien no supo gestionar los pequeños que tuvo; no pondrá los bienes que le pertenecen en manos de quien malgastó los bienes ajenos. Ya no se trata de administrar, bien o mal, sino si se logra administrar lo pequeño, lo menudo. Dios está pensando en dar más a quien logró administrar poco; Dios se ha empeñado en concedernos lo nuestro sólo si hemos logrado gestionar bien lo suyo, poco o mucho. Es consolador saber que tenemos poco a disposición y que, si bien administrado, tenemos ya asegurado todo el bien que Dios se ha comprometido a darnos.

No concuerda bien con la imagen que nos hacemos de Jesús el que, como acabamos de oír, un día se atreviese a proponer a sus discípulos como ejemplar la conducta de un administrador infiel. Poco hay que aprender de un hombre que derrochó los bienes que se le habían confiado y que, antes de dar cuenta de su gestión, labró su futuro personal a base de empobrecer a su dueño; el dinero de su señor le sirvió para asegurarse la benevolencia de sus deudores; perdonar deudas ajenas es una bonita manera de hacerse amigos propios. Es comprensible que una persona tan 'avispada' nos caiga simpática; podríamos incluso envidiar en secreto su actuación, pero difícilmente nos atreveríamos a elogiarla en público ni, mucho menos, llegaríamos a presentarla como ejemplo a seguir.

Esto es lo que, precisamente, hizo Jesús: algo bueno tuvo que encontrar en el comportamiento de ese hijo de este mundo como para proponérselo a los sus discípulos. Es evidente que Jesús no elogió la irresponsabilidad del administrador, cuando derrochó los bienes de su amo; ni tampoco su desvergüenza, cuando, una vez descubierto y despedido, rebajó la deuda de su señor para congraciarse con los deudores: el administrador infiel es ejemplo para los hijos de la luz por su astucia; supo prepararse para la desgracia por venir granjeándose la gratitud de los endeudados con su amo; si antes había malgastado el dinero ajeno sin pensar en su futuro, ahora se sabía en la calle, podría, por lo menos, contar con la hospitalidad de todos aquellos a quienes había condonado la deuda de su señor; antes la mala administración no le había cosechado amistades, sin cambiar su pésima gestión se decide a beneficiar ahora aquellos de los que espera recibir beneficio.

No fue muy fiel, pero tampoco tonto, ese administrador. Se ganó amigos con el dinero injusto: por su astucia al prepararse un futuro, sin bienes de los que disponer pero con amigos a los que acudir, el administrador infiel fue considerado por Jesús como ejemplo para sus discípulos. Sin duda, no quería Jesús que sus discípulos copiaran del administrador su repetida deshonestidad ni la falta de escrúpulos, sino la imaginación que empleó para buscar una salida a su situación desesperada y la rapidez con que la llevó a efecto. Aunque deshonesto, fue, al menos, avispado.

Hoy como ayer, seguimos los discípulos de Jesús siendo menos astutos que la gente de mundo; seguimos siendo los hijos de la luz menos imaginativos, menos atrevidos, más timoratos, más pusilánimes, que los hijos de las tinieblas. Tendría que sorprendernos que Jesús nos urja, como a sus primeros discípulos un día, a que nos valgamos de cuanto está a nuestro alcance para asegurarnos un porvenir sin sobresaltos; debería extrañarnos que él nos inste a que, ante la desgracia previsible dada nuestra forma infiel de vivir y administrar sus dones, no perdamos demasiado tiempo en lamentaciones inútiles y aprovechemos cualquier oportunidad para prepararnos una salida a nuestros males: Jesús nos recomienda hoy que busquemos una solución pronta a nuestros problemas con Dios; que nuestro pasado de infidelidad no comprometa un futuro que podemos todavía inventar reencontrando las amistades perdidas; que nuestro presente sin esperanza no nos preocupe tanto como para no ocuparnos ya en prepararnos un porvenir mejor; que no vivamos apesadumbrados por lo que hicimos ayer tanto como para no ponernos a trabajar para evitar la desgracia mañana.

Mientras tengamos algo de lo que disponer, mientras nos queden bienes que administrar, mientras vivamos, - la vida, no lo olvidemos, es el bien de Dios que administramos -, nada está totalmente perdido, aún queda alguna esperanza: el Dios de Jesús soporta menos la omisión que la infidelidad, prefiere la astucia a la inoperancia; valora la imaginación más que la pereza y el derrotismo. Considera el no atreverse a acometer nada por temor a faltar en algo más grave que el equivocarse cuando se están buscando soluciones; el Dios de Jesús condena antes a quienes nada hicieron que a los que, con tal de labrarse el porvenir, no evitaron del todo la injusticia. Y el amo felicitó al administrador injusto por la astucia con que había procedido. Como el amo de la parábola, sabiendo que no podemos ser buenos administradores, Dios nos quiere, ¡por lo menos!, llenos de imaginación y de recursos; si no logramos hemos logrado serle del todo fieles, seamos al menos más vivos.

Un Dios así, el que Jesús predica, puede resultarnos es un Dios insólito, un tanto extraño. Pero aunque nos sorprenda algo, porque no coincida con nuestra idea de Él o nuestras expectativas frente a Él, no por ello deja de ser el Dios verdadero. No deberíamos perder mucho tiempo en superar la sorpresa que semejante Dios pueda causarnos; mejor sería que tomáramos en serio lo que Jesús quiere decir a sus discípulos: y es que con su elogio de la astucia del administrador infiel nos ha querido liberar de esos complejos de culpa que nos impiden poner lo que tenemos a disposición de los demás; no ser ya buenos no nos debe llevar a rehusar poner a disposición de los demás los bienes que de Dios tenemos; porque seamos malos administradores de los dones de Dios no tendríamos que negárselos a nuestros prójimos; más bien, y aquí está la paradoja, precisamente porque somos injustos en la administración, Dios no tomará en cuenta nuestra injusticia cuando sirve al bien de los demás.

Como no le detuvo al administrador de la parábola el saberse infiel para dejar de repartir los bienes que no le pertenecían, con tal de ganarse amigos y su acogida, así no deberíamos dejarnos atenazar ni por la conciencia de nuestra pequeña valía ni ante la experiencia de nuestra grande debilidad; precisamente porque no somos suficientemente buenos, podemos permitirnos el lujo de 'pasarnos' un poco en la administración de los bienes recibidos, perdonando más de la cuenta y exigiendo menos de lo debido a todos. En ello radicó la astucia del administrador que merece felicitaciones de Dios: tras una vida de dudosa fidelidad, con unos bienes mal administrados hoy, podemos ganarnos la vida eterna y a Dios. No está mal de todo, bien pensado.

Así es el Dios de Jesús: es lo que enseñó a sus discípulos. Y nos haremos hoy discípulos de Jesús si aceptamos a Dios así como Él quiere serlo para nosotros: si Dios no va a ponernos muchas objeciones, aunque le malgastemos los bienes, con tal que los repartamos a quien algo le deba, no dependerá de nuestra justicia sino de nuestra generosidad - una generosidad que no tiene por qué costarnos demasiado, pues no son nuestros los dones -, nuestra salvación. ¿Quién podrá defraudarse de semejante Dios, si permite que le defraudemos a Él con tal de que hagamos el bien a los demás?

Por último, y no es lo menos importante, quiere Jesús que el dinero, contante y sonante, no ocupe en nosotros el lugar que debemos reservar a Dios. De lo contrario, no podríamos administrar bien los pocos y escasos bienes que ya hemos recibido. Sólo quien tiene a Dios como Bien supremo será buen gestor de los bienes que posean, sean muchos o pocos; y para lograrlo, hay que saber que todo de lo que uno dispone, se tiene en préstamo. Sólo el bueno de Dios es nuestro Bien; todo lo demás, es suyo y viene de Él y por tanto bueno de verdad. Si nos apartara de El, no sería nada bueno, sería nuestra perdición. Tendríamos que darnos cuenta que todavía hay tantas cosas, y personas o proyectos, en nuestra existencia que nos parecen buenos en extremo, pero que son tan malos que nos separan del bueno de Dios o que, incluso, lo suplantan en nuestro corazón. En él no nos cabe más que un Bien; hacer lugar a otros supondría desterrarlo hoy de nuestra vida y perderlo para siempre.

(fuente: say.sdb.org/blogs/JJB)

sábado, 21 de septiembre de 2013

En Nápoles se ha repetido el milagro de San Gennaro

El prodigio se repitió a la misma hora en la capilla que conserva la piedra sobre la cual el mártir fue decapitado.

Roma, 20 de septiembre de 2013 (Zenit.org) El público se congregó desde la madrugada de ayer en la iglesia catedral de Nápoles para rezar ante la reliquia de San Gennaro o Jenario. Cuando se encontraba participando a la santa misa, algunos fieles que rezaban delante de la reliquia notaron la liquefacción de la sangre del santo y le avisaron al celebrante que dio el anuncio. En ese momento estalló un aplauso de alegría. Poco después la misa retomó con normalidad. En 1389 por primera vez se produjo el milagro: la sangre del mártir que se guarda y se ve en una ampolla dentro de una custodia, de improviso se licuó.

A la ceremonia toman parte las altezas reales de Bélgica, Alberto II y Paola, el alcalde de la ciudad además del cardenal Crescenzio Sepe, arzobispo de Nápoles y las autoridades eclesiásticas. Y siempre en Nápoles, a pocos kilómetros de la catedral, en el santuario de San Gennaro alla Sofatara di Pozzuoli, a la misma hora se repitió el enrojecimiento de la piedra manchada con la sangre del mártir, conservada en la capilla lateral.

La sangre solidificada se encuentra en una ampolla del tamaño de un vaso pequeño. En la fiesta de san Gennaro, ante la oración de los fieles, la sangre de color negruzco, se vuelve líquida y rojiza y aumenta su volumen.

San Gennaro fue obispo de Benevento, en el sur de Italia en el siglo III. Fue condenado a muerte durante las persecuciones a los cristianos del emperador romano Diocleciano, la última antes de la paz de Constantino

Los militares romanos le ofrecieron renegar a su fe para salvar la vida. Al no lograrlo la tradición cuenta que le encerraron en un horno del que salió indemne, y tras ser arrojado a las fieras junto con el diácono y otros cristianos, éstas no les atacan y se echan a sus pies. Entonces deciden decapitarlos con los demás cristianos y diáconos en la plaza Vulcana.

Tres veces al año la sangre es expuesta para la veneración: el sábado que precede al primer domingo de mayo (fiesta del traslado de San Gennaro), el 19 de septiembre (celebración que recuerda su martirio) y el 16 de diciembre (fiesta que lo celebra como patrono de la ciudad). La creencia popular considera mal presagio que no ocurra el milagro. Una de las fechas de la no liquefacción fue en 1944, antes de la Segunda Guerra Mundial.

(20 de septiembre de 2013) © Innovative Media Inc.

Una sonrisa

Una sonrisa en los labios alegra nuestro corazón,
conserva nuestro buen humor,
guarda nuestra alma en paz,
vigoriza la salud,
embellece nuestro rostro
e inspira buenas obras.

Sonriamos a los rostros tristes,
tímidos, enfermos, conocidos,
familiares y amigos.

Sonriámosle a Dios con la aceptación
de todo lo que El nos envié y
tendremos el merito de poseer
la mirada radiante de su rostro
con su amor por toda la eternidad.

Las palabras de Cristo son muy claras,
pero debemos entenderlas como una
realidad viviente,
tal como El las propuso.

uando El habla de hambre,
no habla solamente del hambre de pan,
sino hambre de amor, hambre de ser
comprendido, de ser querido.

El experimentó lo que es ser rechazado
porque vino entre los suyos
y los suyos no lo quisieron.
Y El conoció lo que es estar solo,
abandonado, y no tener a nadie suyo.

Esta hambre de hoy, que esta rompiendo vidas
en todo el mundo destruyendo hogares y naciones,
habla de no tener hogar,
no solamente un cuarto con techo,
habla del anhelo de ser aceptado,
de ser tratado con compasión,
y que alguien abra nuestro corazón para recibir
al que se sienta abandonado.

escrito por la Beata Madre Teresa
(fuente: www.oleadajoven.org.ar)

viernes, 20 de septiembre de 2013

La catequesis del papa: «La Iglesia no cierra jamás las puertas y ofrece siempre el perdón»

Invita a recordar que una madre 'nunca enseña lo que es malo a su hijos', a ver los mandamientos en positivo y a no hacernos í­dolos materiales que después nos esclavizan.

Roma, 18 de septiembre de 2013 (Zenit.org)

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

Hoy vuelvo a la imagen de la Iglesia como madre. Me gusta mucho esta imagen de la Iglesia como madre. Es por eso que he querido volver a ella, porque me parece que esta imagen nos dice no sólo cómo es la Iglesia, sino también cuál es el rostro que debería tener cada vez más la Iglesia, nuestra Madre Iglesia.

Permítanme destacar tres cosas, siempre viendo a nuestras madres, a todo lo que hacen, cómo viven, lo que sufren por sus hijos, continuando con lo que dije el miércoles pasado. Me pregunto: ¿qué hace una madre?

1. En primer lugar, nos enseña a caminar por la vida, nos enseña a ir bien por la vida, sabe cómo orientar a los niños, busca siempre de mostrar el camino correcto en la vida para crecer y convertirse en adultos. Y lo hace con cariño, siempre con amor, incluso cuando trata de enderezar nuestro camino porque nos desviamos un poco en la vida o tomamos rumbos que conducen hacia un acantilado. Una madre sabe lo que es importante para que un niño camine bien en la vida, y no lo ha aprendido de los libros, sino que lo aprendió del propio corazón. ¡La Universidad de las madres es su propio corazón! Allí aprenden cómo sacar adelante a sus propios hijos.

La Iglesia hace lo mismo: orienta nuestra vida, nos da lecciones para caminar bien. Pensemos en los Diez Mandamientos: nos indican un camino que es necesario recorrer, para madurar, tener algunos puntos fijos en la forma en que nos comportamos. Y son el resultado de la ternura, del amor mismo de Dios, que nos lo ha donado. Ustedes me pueden decir: ¡pero son mandatos! Son un conjunto de ¡"no"!

Me gustaría invitarlos a leerlos --tal vez los han olvidado un poco--, y luego pensarlos en positivo. Verán que se relacionan con la forma en que nos comportamos en relación a Dios, con nosotros mismos y con los demás, justamente lo que nos enseña una madre para vivir bien. Nos invitan a no hacernos ídolos materiales que luego nos esclavizan, a recordarnos de Dios, a respetar a los padres, a ser honestos, a respetarnos unos a otros... Traten de verlos así, y considerarlos como si fueran las palabras, las enseñanzas que da la madre para ir bien en la vida. Una madre nunca enseña lo que es malo, lo único que quiere es el bien de los hijos, y así también lo hace la Iglesia.

2 . Me gustaría decirles una segunda cosa: cuando un niño crece, se convierte en un adulto, toma su camino, se asume sus responsabilidades, camina con sus piernas, hace lo que quiere y, a veces, también sucede que se sale del camino, ocurre algún accidente. La mamá siempre, en todas las situaciones, tiene la paciencia para seguir acompañando a sus hijos. Lo que la impulsa es el poder del amor; una madre sabe cómo seguir con discreción, con ternura el camino de los hijos, e incluso cuando se equivocan siempre encuentra la manera de entender, para estar cerca, para ayudar. Nosotros, en mi tierra, se dice que una madre sabe "dar la cara". ¿Qué quiere decir esto? Esto significa que una madre sabe "poner la cara" por los propios hijos, por lo que está lista a defenderlos siempre.

Pienso en las madres que sufren por sus hijos en la cárcel o en situaciones difíciles: no preguntan si son culpables o no, siguen amándolos aunque a menudo sufran la humillación, pero no tienen miedo, no dejan de entregarse.

La Iglesia es así, es una madre misericordiosa, que entiende, que siempre trata de ayudar, de alentar incluso a sus hijos que estaban equivocados; no cierra jamás las puertas de la casa; no juzga, sino que ofrece el perdón de Dios, ofrece su amor que invita a retomar el camino, incluso a aquellos hijos que han caído en un profundo abismo, la Iglesia no tiene miedo de entrar en su noche para darles esperanza; ¡la Iglesia no tiene miedo de entrar en nuestra noche, en la oscuridad del alma y de la conciencia, para darnos esperanza! ¡Porque la Iglesia es madre!

3 . Una última reflexión. Una madre sabe también pedir, tocar todas las puertas para sus hijos, sin calcular, y lo hace con amor. Y pienso en cómo las madres saben también, y por encima de todo ¡tocar a la puerta del corazón de Dios! Las madres rezan mucho por sus hijos, especialmente por los más débiles, por los que más lo necesitan, por los que en la vida han seguido caminos peligrosos o equivocados. Hace unas semanas, he celebrado en la iglesia de San Agustín, aquí en Roma, donde se conservan las reliquias de su madre, santa Mónica. ¡Cuántas oraciones ha elevado a Dios esa santa madre por su hijo, y cuántas lágrimas ha derramado! Pienso en ustedes, queridas madres: ¡cuánto rezan por sus hijos, sin cansarse! Contínuen orando, ¡a confiar a sus hijos a Dios: Él tiene un gran corazón! Llamen a la puerta del corazón de Dios con la oración por los niños.

Y lo mismo ocurre con la Iglesia: pone en las manos del Señor, con la oración, todas las situaciones de sus hijos. Confiamos en el poder de la oración de la Madre Iglesia: el Señor no permanece insensible. Siempre sabe cómo sorprendernos cuando menos lo esperamos. ¡La Madre Iglesia lo sabe!

Estos eran los pensamientos que quería decirles hoy: veamos en la Iglesia a una buena madre que nos muestra el camino a seguir en la vida, que sabe ser siempre paciente, compasiva, misericordiosa, y que sabe cómo ponernos en las manos de Dios.

Traducido del original italiano por José A. Varela V.
(18 de septiembre de 2013) © Innovative Media Inc.

La otra cara del "sexo seguro"

La publicidad que se le hace al “sexo seguro”, plantea la falsa promesa de que todas las consecuencias negativas de la actividad sexual pueden ser eliminadas:

- Todas las E.T.S pueden prevenirse con el uso de condones.
- La contracepción elimina completamente la probabilidad de embarazo.
- En el caso -completamente improbable- de que una mujer quede embarazada, no está obligada a que nazca un bebé…
- Cualquier consecuencia negativa derivada de la actividad sexual que no se pueda prevenir con la anticoncepción o el aborto, no se debe plantear. No vale la pena hablar de ella[1].

Sin embargo la verdad es que el “sexo seguro” es realmente “sexo inseguro” porque la promesa de protección no se cumple.


Condones y ETS

El porcentaje de efectividad de los condones para prevenir las E.T.S, si estos se utilizan bien (se prescriben siete pasos) y de forma consistente (en todos los casos) es la siguiente[2]:


Enfermedad Efectividad
VIH ≈ 85%
Clamidia ≈ 50%
Gonorrea ≈ 50%
Sífilis ≈ 50%
Herpes ≈ 50%
VPH ≤ 70%


Aclaración de términos y símbolos:
- ETS: Enfermedades de Transmisión Sexual, o Infecciones de Transmisión Sexual.
- VIH: Virus de Inmunodeficiencia Humana. Desemboca en SIDA.
- VPH: Virus de Papiloma Humano

≈ : Aproximado ≤ : Menor o igual


Condones y embarazo

Los condones pueden fallar por dos razones. Fallas del producto al romperse el látex y fallas derivadas del uso incorrecto o inconsistente por parte del usuario. En la prevención del embarazo, la combinación de los tipos de fallo se acumula para determinar el total. La del condón es del 3% y la del usuario es del 14%. Esto significa que entre las usuarios adolescentes, una entre cada siete mujeres queda embarazada en el período estudiado de un año[3].

Los proveedores de condones deberían advertir la diferencia entre absoluta protección (prevención de la infección) y protección parcial (reducción del riesgo de infección). El hecho científico es que el condón solo reduce el riesgo de algunas E.T.S y no reduce el riesgo de otras. El verdadero grado de reducción de riesgo suministrado por los condones depende de factores que están fuera de control del usuario.


Modo de transmisión de la enfermedad

E.T.S propagadas por fluídos genitales: VIH, Gonorrea, Clamidia.
E.T.S clasificadas como úlceras genitales: herpes genital, sífilis y virus de papiloma humano (que se transmite mediante contacto directo piel con piel o a través de fluídos genitales)[4].


Infectividad 

La infectividad es la medida de riesgo de infección con una sola exposición a una enfermedad infecciosa. Se reportan entre 0.001 para el VIH y el 0.70 para el chancro cuya secreción contagia la sífilis. Con la gonorrea, los varones tienen un 0.20 de riesgo por cada acto sexual con una pareja infectada y las mujeres tienen al menos un 0.50 de riesgo[5]. En el caso del VIH, su infectividad depende del etapa de la enfermedad.


Sexo y edad

El sexo y la edad también son factores que determinan el grado de reducción de riesgo. Las células del cuello uterino de una mujer adolescente (tipo columnares) son más susceptibles a ciertos agentes infecciosos como el VPH, la gonorrea y la clamidia, que las células del cuello uterino de una mujer adulta (tipo epiteliales)[6].


Aborto como alternativa

El recurso al aborto, cualquiera que sea el período de gestación aprobado por diversas leyes, es un asesinato. Desde el momento en que el espermatozoide fecunda un óvulo, existe una criatura con toda la potencialidad biológica y espiritual de un ser humano. “De acuerdo con el más estricto análisis determinista, el comienzo del ser (humano) se remonta exactamente a la fecundación y toda la existencia, desde las primeras divisiones celulares hasta la vejez, no es más que la ampliación del tema primitivo”[7].El hecho de que el ser humano haya de desarrollarse durante sus nueve primeros meses en el seno de la madre no modifica en nada esta información primitiva[8].

“Cuando un profano oye por primera vez una composición musical debe escuchar toda la obra a fin de conocerla. Pero el melómano reconoce a Mozart en el primer movimiento y puede citar la obra en el segundo o tercero. Así ocurre con la sinfonía humana, que el especialista reconoce en sus primeros acordes aunque sean precisos muchos movimientos diversos para que su forma completa sea evidente para todos[9].


No solo somos un cuerpo

Las personas poseen cinco dimensiones y las consecuencias negativas que se derivan de la actividad sexual, no se limitan sólo a la posibilidad de un embarazo o al contagio de enfermedades de transmisión sexual (también llamadas infecciones de transmisión sexual). Existen muchos otros efectos en lo social, emocional, intelectual y aún en lo trascendente debidamente estudiados y documentados (ver “Efectos del sexo sin compromiso: Lo que dice la ciencia” en www.protegetucorazón.com). La neurociencia de los últimos años ofrece una nueva y asombrosa información de cómo el sexo afecta el cerebro, abriendo una puerta a la comprensión de nuevos efectos.

“Los seres humanos son algo más que cuerpos físicos. Poseen la capacidad de pensamiento cognitivo el cual incluye el juicio, la abstracción, la planeación del futuro, la inteligencia moral y otros procesos que gobiernan nuestras vidas. La capacidad de tomar decisiones, puede guiar a un individuo a las recompensas más altas derivadas de su comportamiento sexual, a menos que ocurra una mala programación del cerebro ocasionada por el sexo prematuro o por una conducta sexual poco prudente durante los años de la adolescencia que pueden inducir daños en el desarrollo cerebral y afectar la sana capacidad de decidir[10].

[1] Jennifer Robak Morse, Ph D, NC Register.com
[2] The Medical Institute, Austin, TX, 2010
[3] Trevor Stammers, The condom controversy: safe sex or russian roulette, Family Education Trust, Whitton, UK, 2002
[4] Sexually Transmitted Diseases, Volumen 29, entrega 12, pp 811-817, Diciembre 2002. Journal of the American Transmitted Diseases
[5] Ibid
[6] Ibid
[7] Jérome Lejeune, El comienzo del ser humano. Estudio presentado a la Academia de Ciencias Morales y Políticas de Francia el 1º de octubre de 1973.
[8] Ibid
[9] Ibid
[10] Joe McIlhaney, Freda McKissic, Hooked. Ne w Science on how casual sex is affecting our children, (Enganchado. Nueva ciencia de cómo el sexo casual está afectando a nuestros hijos), Northfield Publishing, Chicago, 2008, pag. 21

escrito por Juan Francisco Vélez
(fuente: www.protegetucorazon.com)

jueves, 19 de septiembre de 2013

Los divorciados y vueltos a casar civilmente: un verdadero desafío pastoral

Curso en Roma de tribunales eclesiásticos de todo el mundo sobre derecho matrimonial y procesal canónico.

Roma, 17 de septiembre de 2013 (Zenit.org) La Universidad Pontificia de la Santa Cruz en Roma está realizando esta semana el Curso de actualización en derecho matrimonial y procesal canónico. En su quinta edición , unos 250 trabajadores de tribunales eclesiástico procentes de decenas de países ser han dado cita en la universidad romana del 16 al 20 de septiembre.

Tras las declaraciones del papa Francisco a los periodistas en el vuelo de vuelta de la JMJ en Río sobre la dificultad de acceso a los sacramento de las personas divorciadas que se han casado de nuevo, se ha especulado mucho sobre hacia dónde irán estos cambios o adaptaciones. También ayer, en el encuentro con el clero de Roma, el papa trató este asunto. El santo padre ha reconocido que será uno de los temas que tratará con el consejo de cardenales que ha formado y que se reúnen el 1, 2 y 3 de octubre y también lo se verá en el próximo Sínodo de los obispos.

Y hoy ha sido uno de los temas centrales en el curso de la 'Universitá della Santa Croce'. Héctor Franchesci, profesor de derecho matrimonial canónico, al hablar de "divorciados vueltos a casar y nulidad matrimonial" ha comentado que las palabras del pontífice en el avión "no proponían un cambio de praxis, sino la necesidad de profundizar la cuestión y la necesidad de ir al encuentro de estas personas que se encentran en una situación, muchas veces de gran sufrimiento, y en la que no debemos dejarles solos".

Tal y como ha afirmado "en la Iglesia de nuestros días, la situación de los divorciados y vueltos a casar civilmente se presenta con un verdadero desafío pastoral". Teniendo en cuenta la diversidad de situaciones para el tema de esta sesión, el profesor ha seguido algunos documentos del magisterio eclesiástico e intervenciones de los pontífices, centrando la atención principalmente sobre una de las situaciones irregulares que mayores problemas presenta en nuestro días en la acción pastoral de la Iglesia: la situación de los bautizados divorciados y unidos de nuevo civilmente.

Durante su exposición ha analizado los siguientes documentos: Exhortación apostólica Familiaris Consortio (Juan Pablo II); Carta a los obispos de la Iglesia Católica sobre la recepción de la comunión eucarística por parte de los fieles divorciados que se han vuelto a casar (Congregación para la doctrina de la fe); Declaración sobre la admisión a la comunión eucarística de los fieles divorciados vueltos a casarse (Pontificio Consejo para los textos legislativos); Directorio de Pastoral Familiar (Conferencia Episcopal Italiana); Directorio de Pastoral Familiar de la Iglesia en España, (Conferencia Episcopal Española); Al clero del Valle de Aosta (Benedicto XVI, 2005); Exhortación Apostólica Sacramentum Caritatis (Benedicto XVI), rueda de prensa (Papa Francisco 28 de julio 2013).

La Iglesia, ha explicado, concientes de su gran deber de cuidar la verdad sobre la indisolubilidad del matrimonio como un bien de la persona y del grave daño que una pastoral equivocada causaría a la comunidad eclesial, ha reafirmado la verdad de la indisolubilidad del matrimonio, subrayando al mismo tiempo la necesidad de una actitud pastoral de caridad y de misericordia en los relacionado con aquellos que se encuentran en estas situaciones, siempre en el respeto de la verdad, para que puedan embarcarse en un auténtico camino de conversión.

Así mismo, ha señalado que tendiendo en cuenta la complejidad de las distintas situaciones, es necesaria una cuidada acción de discernimiento pastoral, como requisito previo para poder ayudar a los bautizados en su situación concreta. Por eso, ha recordado el profesor las palabras de Juan Pablo II en las que afirmaba que a los divorciados vueltos a casar se les debe ayudar con auténtica caridad pastoral para que no se sientan excluidos de la Iglesia.

También ha recordado las palabras del papa Benedicto XVI, cuando subraya que "la razón de la praxis de la Iglesia se encuentra en la relación estrecha que existe entre matrimonio y Eucaristía: 'La Eucaristía, sacramento de la caridad, muestra una relación particular con el amor entre el hombre y la mujer, unidos en matrimonio. Profundizar esta relación es una necesidad propia de nuestro tiempo'".

Del mismo modo ha tratado otro aspecto importante relacionado con los fieles vueltos a casar, el de la admisión al sacramento de la penitencia. Ha nombrado de nuevo al beato Juan Pablo II para señalar que él afirmaba que "la reconciliación en el sacramento de la penitencia - que abriría el camino al sacramento eucarístico - puede ser concedida solo a los que, arrepentidos de haber violado el signo de la alianza y de la fidelidad a Cristo, y están sinceramente dispuestos a una forma de vida no más en contradicción con la indisolubilidad del matrimonio".

Otro tema abarcado durante la intervención ha sido el de la nulidad del matrimonio. Y ha preguntado, ¿es la nulidad matrimonial una posible solución a la situación de los divorciados vueltos a casar?

(17 de septiembre de 2013) © Innovative Media Inc.


Una pastoral para ayudar y acompañar 
a los fieles divorciados y vueltos a casar

Curso en Roma de tribunales eclesiásticos de todo el mundo sobre derecho matrimonial y procesal canónico

Roma, 18 de septiembre de 2013 (Zenit.org) Presentamos aquí la segunda parte de la intervención de Héctor Franchesci, profesor de derecho matrimonial canónico, realizada en el curso de la Universidad Pontificia de la Santa Cruz en Roma sobre derecho matrimonial y procesal canónico, que se está celebrando esta semana. En la quinta edición de este curso, unos 250 trabajadores de tribunales eclesiástico procentes de decenas de países ser han dado cita en la universidad romana del 16 al 20 de septiembre.


NULIDAD

Otro tema abarcado durante la intervención ha sido el de la nulidad del matrimonio. El profesor Franchesci se ha preguntado, ¿es la nulidad matrimonial una posible solución a la situación de los divorciados vueltos a casar? y ha asegurado que no es una pregunta superflua. De ello ya habló Benedicto XVI y también lo ha hecho el papa Francisco. Frente a esta cuestión el relator ha señalado que hay cuatro cuestiones a tener en cuenta: el hecho de si hay más matrimonios nulos ahora que en el pasado, la posible nulidad del primer matrimonio, el derecho a un proceso justo y rápido, la cuestión de la llamada 'nulidad de conciencia'.

El profesor ha explicado que ya Pablo VI, en el discurso a la Rota Romana de 1963 se planteaba el problema de si ahora hay más matrimonios nulos que antes al constatar una debilitación de la conciencia moral que no podía no tener graves consecuencias sobre aquellos que se acercan al matrimonio, con el aumento del riesgo de matrimonios nulos. Del mismo modo Benedicto XVI en su diálogo con el clero del Valle de Aosta en 2005, se planteaba el problema de los divorciados y vueltos a casar en lo relacionado con la posible nulidad del primer matrimonio, comentando que "particularmente dolorosa es la situación de los que estaban casados por la Iglesia, pero no eran realmente creyentes y lo han hecho por tradición y después encontrándose en un nuevo matrimonio no válido se convierten, encuentra la fe y se sienten excluidos del sacramento (la eucaristía)".

El profesor explica que el papa emérito cuando afronta en los años sucesivos el problema, vuelve sobre la cuestión de la posible nulidad de la primera unión, confirmando la praxis que Juan Pablo II explicaba en la Familiaris Consortio. "Su posición, como se ve por sus palabras, es de verdadera actitud pastoral, la cual está fundada en el amor por la verdad y la justicia, es decir, sobre lo que es justo, debido, según la verdad", ha comentado.

Así mismo recuerda que "la sentencia canónica de nulidad tiene una naturaleza declarativa, por la que los juicios pueden emanar una sentencia de nulidad solamente cuando han alcanzado la certeza moral sobre la nulidad, fundando esta sobre los actos y las pruebas del proceso". Esto no quita que la responsabilidad pastoral exige, ha explicado el profesor Franceschi, "el buen funcionamiento de los tribunales y el respeto del derecho de los fieles a acceder a un proceso justo y equo".

A continuación ha añadido que un aspecto de gran importancia "si queremos ser coherentes con las enseñanzas pontificias y dar a los fieles los medios de los que tienen derecho para conocer la vedad de su situación, es el acceso al proceso declarativo de la nulidad matrimonial". Tal y como comenta, en muchas ocasiones se escucha a la gente decir que solamente quién tiene medios económicos puede iniciar una causa matrimonial. Al respecto, explica el profesor que un estudio atento de las causas que se presenta en los tribunales eclesiásticos de la Iglesia desmiente totalmente esta afirmación. Y toma como ejemplo que las causas que llegan a la Rota Romana provienen de las más diversas culturas y países, la gran mayoría de ellas tienen que ver con personas comunes, a menudo sin recursos económicos y sin una especial formación cultural.

Pero es necesario tener en cuenta, ha proseguido en su discurso el profesor, que solo un sistema judicial bien organizado podrá hacer frente a todas las peticiones de los fieles, independientemente del hecho que éstos tenga o no posibilidad de hacer frente a los gastos del proceso. Así mismo, ha señalado que algo que se debe evitar es admitir solo las causas que, desde el momento de la presentación, están muy claras respecto a la nulidad del matrimonio. También ha resaltado que se debe hacer un esfuerzo para que los procesos de declaración de nulidad del matrimonio no se alarguen demasiado. "Se debe partir del presupuesto que el punto fundamental de encuentro entre derecho y pastoral es el amor por la verdad", ha comentado.


La nulidad de conciencia

Una de las soluciones aparentemente pastorales que se han propuesto para resolver el caso de los divorciados vueltos a casas que quieren acceder a los sacramentos, es la llamada 'nulidad de conciencia', según la cual, si los fieles estuvieran 'seguros en conciencia' de la nulidad del primer matrimonio, podrían dirigirse a la comunión eucarística a pesar de su unión en un segundo matrimonio. Al respecto, el profesor Franceschi ha explicado que esta doctrina no tiene en cuenta que el matrimonio no es una cuestión meramente privada sino que tiene una dimensión formal y eclesial.

Por eso, "el juicio sobre la validez o la nulidad de un matrimonio no es un juicio de la conciencia moral, porque no afecta directamente el bien que se debe hacer o el mal de evitar. Es un juicio sobre una situación jurídica, social, la realidad o la inexistencia del matrimonio".

En la conclusión de su intervención, ha subrayado el hecho de que cada vez se ha dado más espacio a una auténtica pastoral del acompañamiento y de la conversión, sobre la cual "debemos todavía profundizar para evitar que los divorciados y vueltos a casar se sientan excluidos de la vida de la Iglesia".

En la búsqueda de soluciones, ha continuado, "la verdad y la caridad pastoral no se contraponen: el amor por la verdad y una auténtica mirada de pastores, que deben ir al encuentro de las ovejas, dará las respuestas a estas graves situaciones, sabiendo que no sirven las praxis generales que, con un erróneo sentido 'pastoral', no indican a los fieles que es el bien, su bien, y lo que sea el mal".

Al concluir ha recordado que "solo en el respeto de la verdad y en la fidelidad al bien de la indisolubilidad, que es un bien de la persona y para la persona, se podrá construir una auténtica pastoral para la ayuda y el acompañamiento de los fieles divorciados y vueltos a casar".

(18 de septiembre de 2013) © Innovative Media Inc.
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