Buscar en mallinista.blogspot.com

sábado, 26 de enero de 2008

Aguinaldo 2008: Eduquemos con el corazón de Don Bosco

Así como Benedicto XVI, nuestro Santo Padre, es el actual sucesor de Jesús, El Padre Pascual Chávez Villanueva sdb, Rector Mayor, es el actual sucesor de Bon Bosco guiando la Congregación Salesiana en todo el mundo.


Anualmente se publica un Aguinaldo el contiene reflexiones de Nuestro Rector Mayor hechas para iluminar la labor pastoral de todos los salesianos en el mundo, tanto los sacerdotes, religiosos como laicos. A continuación veremos un artículo sobre el Aguinaldo 2008 para que todos los animadores mallinistas (integramos la familia salesiana) podamos planificar nuestra labor apostólica en sintonía con lo propuesto por Don Pascual Chávez Villanueva, nuestro Don Bosco Hoy.
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Eduquemos con el corazón de Don Bosco, para desarrollar íntegramente la vida de los jóvenes, sobre todo de los más pobres y necesitados, promoviendo sus derechos.

"El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado para dar la Buena Noticia a los pobres, para anunciar a los cautivos la libertad y a los ciegos la vista; para dar libertad a los oprimidos; para anunciar el año de gracia del Señor" (Lc 4, 18-19)


Justificación

Este Aguinaldo está en continuidad y coherencia con los Aguinaldos de los dos últimos años. La vida es el gran don que Dios, 'amante de la vida', nos ha confiado como una semilla, para que colaboremos con Él en la tarea de hacerla crecer y fructificar en abundancia. Esta semilla tiene necesidad de "caer en un terreno bueno", en el que pueda germinar y producir fruto; este terreno es la familia, cuna de la vida y del amor, lugar primario de humanización. La familia acoge con gozo y gratitud el don de la vida y asegura el ambiente natural propicio para su crecimiento y su desarrollo. Pero, como sucede con la semilla, no basta un buen terreno; se requieren también los esfuerzos pacientes y laboriosos del agricultor, que la riega, la cuida, la ayuda a crecer. Este agricultor que ayuda a la vida a desarrollarse es el educador.

Nosotros hemos sido llamados precisamente a esta misión. El texto del Evangelio de Lucas, que he escogido para presentar el Aguinaldo, define nuestra vocación de educadores según el estilo de Don Bosco. No es casualidad que en las Constituciones de los Salesianos estos versículos hayan sido seleccionados como cita bíblica inspiradora de 'nuestro servicio educativo pastoral'.

Jesús, al comienzo de su vida pública, reconoce en este texto del profeta Isaías, leído en la sinagoga de Nazaret, su misión mesiánica y afirma, ante sus paisanos: 'Hoy se cumple esta escritura, que acabáis de oír' (Lc 4,21).

Este 'hoy' de Jesús continúa en nuestra misión educativa: hemos sido consagrados por la unción del Espíritu, mediante el bautismo, y hemos sido enviados a los jóvenes para anunciarles la novedad de la vida que Cristo nos ofrece, para promoverla y desarrollarla a través de una educación que libere a los jóvenes y a los pobres de las opresiones que les impiden buscar la verdad, abrirse a la esperanza, vivir con sentido y con alegría, construir la propia libertad.

El P. Duvallet, durante veinte años colaborador del Abbé Pierre en el apostolado de reeducación de los jóvenes, nos dirige una especie de llamada significativa: `Vosotros tenéis obras, colegios, oratorios para jóvenes, pero no tenéis más que un tesoro: la pedagogía de Don Bosco. En un mundo en que los muchachos son traicionados, disecados, machacados, instrumentalizados, el Señor os ha confiado una pedagogía en la que triunfa el respeto al muchacho, a su grandeza y a su fragilidad, y a su dignidad de hijo de Dios. Conservadla, renovadla, rejuvenecedla, enriquecedla con todos los adelantos modernos, adaptadla a estas criaturas del siglo veinte y a sus dramas, que Don Bosco no pudo conocer. Pero, por favor, ¡conservadla! Cambiad todo, perded, si fuera necesario, vuestras casas, pero conservad este tesoro, construyendo en miles de corazones la manera de amar y de salvar a los muchachos, que es la herencia de Don Bosco' .

Conscientes, pues, de la grandeza de nuestra vocación y del don que hemos recibido en la pedagogía de Don Bosco, queremos comprometernos a hacer realidad en nuestro hoy las palabras del Profeta.

En concreto el Aguinaldo se centra en:

- el tema de la pedagogía salesiana y del Sistema Preventivo; en particular, pienso que responde a una necesidad de profundización y de formación, para no dispersar su riqueza;
- la aportación válida que podemos ofrecer para afrontar los enormes desafíos de la vida y de la familia; de este modo aseguramos también la conexión y la continuidad con los dos temas precedentes (familia y vida):
- la educación y la promoción de los derechos humanos, en particular de los derechos de los menores, como un camino importante para la inserción positiva de nuestro compromiso educativo en todas las culturas.

Contenidos fundamentales del Aguinaldo

Los contenidos que el Aguinaldo nos invita a profundizar son fundamentalmente tres:

1. Educar con el corazón de Don Bosco, es decir, vivir el Sistema Preventivo como caridad que sabe hacerse amar (cfr. Const. 20), con una renovada presencia entre los jóvenes, hecha de cercanía afectiva y efectiva, de participación, de acompañamiento, de animación, de testimonio, de propuesta vocacional, con el estilo de la asistencia salesiana. Una renovada opción, sobre todo, por los jóvenes más pobres y en peligro, saliendo al encuentro de las situaciones de malestar visible u oculto, contando con los recursos de cada joven, incluso del más maltratado por la vida, comprometiendo toda nuestra vida en su educación.

2. Cuidar el desarrollo integral de los jóvenes mediante una renovada opción por una educación que previene el mal a través de la confianza en el bien que existe en el corazón de todo joven, que lo desarrolla con perseverancia y con paciencia, que reconstruye la identidad personal de cada uno, que forma personas solidarias, ciudadanos activos y responsables, personas abiertas a los valores de la vida y de la fe, capaces de vivir con sentido, con alegría, con responsabilidad y competencia. Una educación que se convierte en una verdadera experiencia espiritual, que llega a la 'caridad de Dios que precede a toda criatura con su providencia, la acompaña con su presencia y la salva dando su propia vida' (Const. 20).

3. Promover los derechos humanos, en particular los de los menores, como camino salesiano para la promoción de una cultura de la vida y el cambio de las estructuras. El Sistema Preventivo de Don Bosco tiene una gran proyección social: quiere colaborar con otras muchas agencias en la transformación de la sociedad, trabajando por el cambio de criterios y visiones de vida, por la promoción de la cultura del otro, de un estilo de vida sobrio, de una actitud constante de compartir gratuitamente y de comprometerse por la justicia y la dignidad de toda persona humana. La educación en los derechos humanos, en particular en los derechos de los menores, es el camino privilegiado para hacer realidad en los diversos contextos este compromiso de prevención, de desarrollo humano integral, de construcción de un mundo más equitativo, más justo, más saludable. El lenguaje de los derechos humanos nos permite también el diálogo y la inserción de nuestra pedagogía en las diferentes culturas de nuestro mundo.

Debemos hacer todo esto:

- Con una renovada opción por implicarnos comunitariamente en los lugares concretos de acción. El carácter comunitario de la experiencia pedagógica salesiana requiere crear comunión alrededor de los ideales educativos de Don Bosco, saber involucar a todos los responsables en las diversas instituciones y programas educativos, formar en ellos una conciencia crítica de las causas de la marginación y de la explotación juvenil, una fuerte motivación que sostenga el compromiso cotidiano y una actitud activa y alternativa. Todo esto nos plantea una vez más el compromiso de formación de los educadores.

- Con una renovada intencionalidad pastoral. La acción salesiana, en cualquier situación en que se desarrolle, comprende siempre la preocupación por la salvación de la persona: conocimiento de Dios y comunión filial con Él a través de la acogida de Cristo, con la mediación sacramental de la Iglesia. Habiendo escogido a la juventud y a los jóvenes pobres, los Salesianos aceptan los puntos de partida en que los jóvenes se encuentran y sus posibilidades de recorrer un camino hacia la fe. En cada iniciativa de recuperación, de educación y de promoción de la persona, se anuncia y se realiza la salvación que será ulteriormente explicitada en la medida en que los sujetos se van haciendo capaces de ello. Cristo es un derecho de todos. Ha de ser anunciado sin forzar los tiempos, pero también sin dejarlos pasar en vano.

Roma, 1 de junio de 2007.

No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...