Buscar en mallinista.blogspot.com

sábado, 13 de septiembre de 2008

¿Fumar?... ¿para qué?

Siendo un niño de 11 años, movido por la curiosidad, probé el cigarrillo estando en compañía de otros de mi edad. La sensación que me produjo en ese momento fue tan desagradable (ahogo y ardor en mi garganta) que nunca más quise volver a pitar un cigarrillo mientras observaba reacciones similares en los otros niños.

Para mi asombro, con el tiempo, pude ver como varios de esos muchachos que estuvieron conmigo aquella vez probando fumar se convirtieron en fumadores y eso me generó dos grandes interrogantes que trasladé a otros fumadores:

1- "La primera vez que fumaste, ¿fue una sensación agradable para vos?" (diría que un 99% de los fumadores a los que les formulé esta pregunta me respondieron simplemente "NO")

2- "Entonces, ¿por qué seguiste fumando?"

Y sí, la segunda pregunta es más cuestionadora y diría que resulta hasta incómoda para responder algo que puede tener distintas palabras pero, tal vez, las respuestas rondaría sobre lo mismo: El (tan negado) "quedirán", mostrarse como alguien "superado", aparentar ser una persona más grande, aparentar ser una persona "audaz", etc. etc.

Matando suavemente

Ya son innegables los innumerables perjuicios a la salud que produce el fumar cigarrillos. Afortunadamente, han disminuido notablemente las publicidades que fomentaban el consumo de tabaco por parte de millones de personas. Y también ha sido importante las campañas de concientización que motorizaron distintos Gobiernos en todo el mundo.

En cada cigarrillo que se fuma, hay químicos altamente nocivos para la salud humana, entre los que se destacan:

• Nicotina: un veneno mortal
• Arsénico: utilizados en veneno para ratas
• Metanol: un componente de gasolina
• Amonia: se encuentra en los limpiadores
• Cadmio: utilizado en las baterías
• Butano: líquido de los encendedores
• Cianuro de Hidrógeno: veneno que se utiliza en las cámaras de gas.


Dime cómo fumas y te diré quién eres

► El fumador tiende a pensar que puede dejar de fumar cuando lo desee... el fumar se vuelve una adicción que puede resultar muy difícil de abandonar
► El fumador cree que puede ser rechazado por los demás fumadores al dejarlo... esto habla de miedo, inseguridad.
► El fumador piensa de algo hay que morir... esto habla de una baja autoestima.
► El fumador cree que el cigarro es una gran compañía... esto habla de soledad.
► El fumador fuma y, aunque no sepa el porqué, sigue fumando... esto denuncia una adicción incontrolable.
► El fumador cree que el cigarro reduce el estrés... es tan solo un autoengaño psicológico.
► El fumador cree que el cigarro es una herramienta social para lograr aceptación de los otros... esto demuestra inseguridad en si mismo, timidez.
► El fumador cree que el cigarro no hace daño porque mucha gente lo hace... esto habla de carencia de personalidad.
► El fumador, aunque tenga pulmonía o se está muriendo, sigue fumando... es dependencia Fisiológica y Psicológica, baja autoestima.
► El fumador cree que fumando es más interesante y/o sexy... es un burdo engaño social en el que muchos fumadores caen.

Los beneficios de dejar de fumar
Aumentás tu autoestima.
Aumentás tu expectativa de vida.
Recuperás, al menos, un 30% de tu actividad pulmonar
Eliminás el desagradable olor a tabaco de tu cuerpo y ropa.
Eliminás la posibilidad de padecer cánceres malignos.
Disminuís el riesgo de sufrir infarto cardíaco.
Disminuye la congestión nasal, fatiga y tos.
Utilizás el tiempo en otras cosas de mayor interés.
Ahorrás dinero.
Mejorás la visión de los demás respecto a nosotros.
Recuperás el gusto y el olor por las cosas.


¿Qué hacemos entonces como educadores?

Las opciones son variadas y dependen del amor y la creatividad de los educadores (sean éstos padres, docentes o animadores) por sus jóvenes para persuadir de los riesgos a lo que se expone la salud con el cigarrillo.

Es fundamental que los padres den el ejemplo del cuidado de la propia vida adquiriendo hábitos saludables. El ejemplo con hechos es muchas veces más poderoso que lindos discursos. Si los padres fuman y verdaderamente aman a sus hijos, deben dejar el vicio del tabaco para que sus hijos lo tengan como una importante referencia.

Es muy importante tener un diálogo abierto con los adolescentes y jóvenes para cuestionarlos acerca del "por qué" y el "para qué" deciden fumar. Es mejor hacerlo antes de que ya sean adictos al tabaco.

No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...