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jueves, 9 de diciembre de 2010

María no es meta… sino camino

Esta criatura «bendita entre todas las mujeres» fue en esta tierra una humilde mujer, implicada en las condiciones de privación, de trabajo, de opresión, de incertidumbre del mañana.

María debía no solamente lavar o arreglar la ropa, sino coserla. Debía no solamente hacer el pan sino también moler el grano.

La madre de Dios no fue reina como las de la tierra, sino esposa y madre de obreros…no fue rica sino pobre…

Hasta fue necesario ser la madre de un condenado a muerte con toda la presión de la hostilidad popular.

María no es soberana… sino servidora

No es meta… sino camino

No es semidiosa…sino la pobre de Dios

No es todopoderosa…sino intercesora

Solo la MADRE sigue dando a luz a Jesucristo en nosotros. María dará a luz a Cristo…en nosotros en la medida en que nosotros seamos sensibles (como Cristo) por todos los necesitados de este mundo, que reconocía las prioridades y podía dejar la comida y el descanso para más tarde para atender al necesitado. La Madre es aquella que debe ayudarnos a encarnar a ese Cristo vivo…

María dará a luz a Cristo… en nosotros en la medida en que los pobres sean nuestros predilectos, cuando estos sean atendidos preferentemente, estaremos en la Iglesia verdadera. María será verdaderamente Madre, cuando nos ayude a encarnar en nosotros a este Cristo de los pobres…

María dará a luz a Cristo…en nosotros en la medida en que tratemos de ser como Cristo, humilde y paciente, con dominio de sí…fortaleza…serenidad…paz…cuando sepamos perdonar como Él lo hizo…cuando sepamos callar como Él calló…cuando no nos interese nuestro propio prestigio sino la gloria del Padre…cuando seamos sinceros y veraces como lo fue Cristo ante amigos y enemigos. María será nuestra Madre cuando nos ayude a encarnar a este Cristo pobre y humilde…

María será para nosotros la verdadera Madre si nos esforzamos por tener su delicadeza fraterna…el servicio a su prima Isabel…en las bodas de Cana, que dice «Hagan lo que Él les diga» en Cafarnaúm no entra a la casa con orgullo materno… golpea la puerta y queda afuera, esperando ser recibida por el Hijo… María dará a luz a Cristo a través de nosotros y de nuestra entrega…

El Dios que realmente existe es el Dios de la novedad para el hombre.

La respuesta de María ha sido una respuesta que la compromete realmente:

En su vida… «Dio a luz a Jesús, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre» (Lc 2,7)

En la acción…«Hagan lo que él les diga» (Jn 2,5)

En la fidelidad a Dios…«Dichosos los que oyen la Palabra de Dios y la cumplen» (Lc 11,28)

En el dolor…«Estaba junto a la cruz de Jesús, su madre» (Jn 9,25

En la comunidad…«Todos perseveraban unánimes en la oración con María, la madre de Jesús»

Debemos aprender a ser reales… María es la mujer de la realidad. Virgen y Madre de la Realidad humana de Dios.

Es el poder de Dios el que nos permite darle vida humana a la Palabra de Dios (Lc 1,35)

(fuente: www.iglesia.org)

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