glorificado por toda la eternidad,
con humildad venimos ante Ti,
a contemplar tu imagen en la Cruz,
para adorarte amadísimo Dios.
Es tan inmensa nuestra alegría,
al sentir tu presencia junto a nosotros,
pero es más inmensa nuestra gratitud,
por sabernos amados por Ti,
¿cómo no adorarte Señor?
No tenemos muchas palabras,
sólo queremos contemplarte,
amándote en silencio,
con el corazón sincero,
postrados ante Ti dulcísimo Jesús.
Amadísimo Señor, de bondad y misericordia,
al verte en la Cruz,
podemos comprender tu amor,
el regalo más preciado,
agradecidos venimos para adorarte mi buen Pastor
Bendícenos Señor Glorificado,
infúndenos tu Santo Espíritu,
para que seamos una comunidad unida,
testigos de tu resurrección,
y así amarte por siempre Señor.
(fuente: www.encuentra.com)
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