En su discurso, sostuvo que el objetivo es que en el año 2015, “todos los gobiernos permitan el acceso a la salud reproductiva y a los servicios de planificación familiar como un derecho básico”.
Además, en una clara y directa alusión a la intención de financiar el aborto, recordó que la administración del Presidente Obama revocó la denominada Política de la Ciudad de Mexico, que impedía utilizar fondos federales para financiar abortos en países extranjeros a través de la Agencia de Ayuda al desarrollo internacional USAID
En concreto, informó la Secretaria Clinton que los Estados Unidos destinarán 648 millones de dólares en programas de ayuda internacional para planificación familiar y salud reproductiva a lo largo del mundo. Además, informó que han lanzado un nuevo programa llamado “Global Health Initiative” (Iniciativa de Salud Global), que será la pieza central de la política exterior de los Estados Unidos y que implicará gastar $ 63 billones de dólares en los próximos seis años para promover la salud global en salud reproductiva.
Es llamativa la persistencia que se verifica en promover la salud reproductiva como un derecho humano y como un bien para el desarrollo de los pueblos, cuando la triste experiencia internacional nos demuestra que, al amparo de estos programas, se promueve la anticoncepción, la esterilización y el aborto, se fomenta el control poblacional con las consecuencias gravísimas en materia de invierno demográfico y pérdida de capacidad económicamente activa de los pueblos.
Conviene recordar las firmes palabras de Benedicto XVI en su encíclica “Caritas in Veritate”: “La apertura a la vida está en el centro del verdadero desarrollo. Cuando una sociedad se encamina hacia la negación y la supresión de la vida, acaba por no encontrar la motivación y la energía necesaria para esforzarse en el servicio del verdadero bien del hombre. Si se pierde la sensibilidad personal y social para acoger una nueva vida, también se marchitan otras formas de acogida provechosas para la vida social. La acogida de la vida forja las energías morales y capacita para la ayuda recíproca. Fomentando la apertura a la vida, los pueblos ricos pueden comprender mejor las necesidades de los que son pobres, evitar el empleo de ingentes recursos económicos e intelectuales para satisfacer deseos egoístas entre los propios ciudadanos y promover, por el contrario, buenas actuaciones en la perspectiva de una producción moralmente sana y solidaria, en el respeto del derecho fundamental de cada pueblo y cada persona a la vida” (n. 28).
(fuente: http://www.movimientofundar.org/)
1 comentario:
Los pobres les molestan, entonces la mejor manera de combatirlos es eliminarlos antes de que nazcan.
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