En aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos: "Mis ovejas escuchan mi voz; yo las conozco y ellas me siguen. Yo les doy la vida eterna y no perecerán jamás; nadie las arrebatará de mi mano. Me las ha dado mi Padre, y El es superior a todos. El Padre y Yo somos uno" .
Palabra del Señor.
Gloria a ti Señor Jesús.
Quienes conocen de pastoreo de ovejas, saben de la relación tan particular que el pastor tiene con ellas. Las ovejas son animales frágiles y muy vulnerables. Ellas confían en su pastor, a quien reconocen por su voz.
De esta manera, Jesús grafica la relación que tiene con quienes lo amamos y lo seguimos. A diferencia de los falsos pastores que son los que no se comprometen con sus ovejas, Jesús, Dios Hijo, es el Buen Pastor que cumple con la voluntad de Dios Padre y nos da la Vida Eterna.
Quien oye la voz de Nuestro Señor sabe reconocerlo como Dios, sabe distinguir su voz entre tantas otras voces de este mundo que, casi sin darnos cuenta, nos van alejando del recto camino.
Cuando Jesucristo nos dice que Él y su Padre son uno, nos está hablando de la íntima unión entre estas dos Personas. Junto con el Espíritu Santo, el Padre y el Hijo son Tres Personas distintas entre si, que se aman infinitamente al punto de hacerse Uno.
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