Rara vez lees la Biblia y cuando lo recitas estás cansado. Oras muy poco y muchas veces recitas palabras que no meditas. Por cualquier pretexto llegas tarde o faltas a tus reuniones de formación. ¿Que decir de tus quejas?, Hemos disfrutado juntos muchas películas e imágenes que te llevan al pecado... y qué decir de las veces que hemos ido a los impúdicos ‘espectáculos artísticos en vivo’. Aquel día tu debilidad con aquella personita simpática, que bien nos la pasamos!!!
Pero más me agrada que no te arrepientes, sino que reconozcas que eres joven y tienes derecho a gozar la vida, piensas solo en cuerpo y crees que no tienes un alma que guardar para la eternidad. No hay duda: eres de los míos.
Disfruto mucho los chistes obsenos que dices, y que escuchas. Te ríes por lo gracioso de ellos, yo me río de ver a un hijo de Dios participando en ellos. El hecho es que ambos la pasamos bien. La música vulgar y de doble sentido que escuchas me fascina. ¿Cómo sabes cuales son las bandas y solistas que me gusta escuchar? También disfruto mucho cuando difamas y te revelas contra tu Dios. Me siento feliz cuando te veo bailando y haciendo ese de movimientos que tanto fascinan, cómo lo disfruto!!!
Ciertamente cuando vas y te diviertes sanamente, me desilusionas, pero no hay problema, siempre habrá otra oportunidad. Hay veces que me haces servicios increíbles cuando das malos ejemplos a los niños o cuando les permites que se desvíen de su inocencia por medio de la televisión o cosas por el estilo. Son tan perceptivos que fácilmente imitan lo que ven. Te lo agradezco mucho.
Lo que más me agrada es que rara vez tengo que tentarte, casi siempre caes por tu propia cuenta. Buscas los momentos propicios, te expones a situaciones peligrosas, buscas mis ambientes.
Si tuvieras algo de sesos cambiarías de ambiente y compañías; entregarías realmente tu vida al que dices llamar ‘tu Dios’ y aun vivir más el resto de tus años bajo la guía del Espíritu Santo.
No acostumbro enviar este tipo de mensajes, pero eres tan conformista espiritualmente que no creo que vayas a cambiar. No mal entiendas, aún te odio y no me interesas en lo más mínimo. Si te busco es porque me agrada como es tu manera de comportarte y hacer quedar en ridículo a Jesucristo.
Tu enemigo que te odia: Satanás o como me quieras llamar.
P.D. Si realmente me amas, no le cuentes a nadie acerca de esta carta y ni se te ocurra comentar nada…
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