Ciudad del Vaticano, 21 Mar. 11 (AICA) Después de rezar el Ángelus con los millares de fieles reunidos en la Plaza de San Pedro, el papa Benedicto XVI volvió a hablar de las "preocupantes noticias que en estos días llegan de Libia y suscitan en su persona inquietud y temor. Recé en particular por ello al Señor durante la semana de ejercicios espirituales", agregó.
"Sigo ahora los últimos acontecimientos con gran aprensión -afirmó-, rezo por los que están involucrados en la dramática situación del país y dirijo un acuciante llamamiento a cuantos tienen responsabilidades políticas y militares, para que se preocupen, ante todo de la incolumidad y la seguridad de los ciudadanos y garanticen el acceso a las ayudas humanitarias. Aseguro a la población mi emocionada cercanía, mientras pido a Dios que surja lo antes posible un horizonte de paz y concordia en Libia y en toda la región norteafricana".
Como se ve, la seguridad del pueblo libio y la apertura de corredores humanitarios, son las dos prioridades del llamamiento lanzado por el papa Benedicto XVI al concluir el rezo del Ángelus en la Plaza de San Pedro.
El Papa mostró su preocupación ante la situación del país, y manifestó que sigue atento a los acontecimientos y al ataque militar desencadenado desde el sábado contra las fuerzas de Muammar el-Gadafi, por parte de una coalición de fuerzas occidentales.
La operación, denominada Odyssey Dawn (Odisea al amanecer), fue autorizada por el Consejo de Seguridad de la ONU con la resolución 1973, y está dirigida por una coalición de cinco países, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia y Canadá, en la que participan varios países miembros y no miembros de la OTAN (entre ellos España).
Los ataques de los aviones franceses contra las posiciones antiaéreas integradas libias y las fuerzas de tierra de Gadafi colocadas cerca de Bengasi comenzó tras el avance de los ejércitos del presidente libio hacia esta ciudad, violando el alto el fuego dictado por la resolución de la ONU.
El objetivo de la coalición, fijado por las Naciones Unidas, es el de “proteger a los civiles con cualquier medio” e imponer el respeto de la zona de exclusión aérea decidida por las Naciones Unidas para impedir a las Fuerzas del coronel que elimine a los rebeldes, parapetados en las ciudades de Bengasi y Misurata.
“En los días pasados –afirmó el Papa, desde la ventana de su estudio del Palacio Apostólico Vaticano– las preocupantes noticias que llegaban de Libia han suscitado también en mi viva inquietud y temor. Hice particular oración al Señor de ello durante la semana de los Ejercicios Espirituales”.+
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