te damos gracias por los sacerdotes,
que son un regalo
y un signo de tu amor.
Ellos nos manifiestan
tu corazón bueno
y rico en misericordia,
nos ofrecen la salvación de Jesús
y nos ayudan a vivir
en el Espíritu Santo.
Concédenos pastores
según tu corazón,
bendice a los seminaristas,
y haz que no falten en la Iglesia
niños y jóvenes
que sigan la vocación sacerdotal.
Por Jesucristo Nuestro Señor.
Amén.
(fuente: webcatolicodejavier.org)
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