Estos animales se usan como transporte de personas y de cargas, se aprovecha también su leche y su pelo para hacer tejidos. La carne es comestible, aunque este uso no aparece en la Biblia porque el camello de un animal impuro.
El pueblo hebreo como tal, durante la mayor parte del tiempo del Antiguo Testamento no hizo mucho uso de los camellos. Viviendo en un país montañoso y siendo un pueblo agricultor y pastoril, no tenían mucho uso para ellos. Por eso en la Biblia las caravanas de camellos representan a los comerciantes y delegaciones de extranjeros, los que llegan de países lejanos trayendo mercancías exóticas.
Ornato del camello. Los ornamentos han sido ampliamente usados en Oriente Los dueños de los camellos a menudo les poner varios ornamentos a su animal favorito. Los ornamentos de forma circular se cosen sobre un lienzo rojo y producen un sonido de cascabeles a cada paso del animal.
El uso de agua por el camello. Seguramente, este animal fue designado divinamente para los países desérticos. Su característica sobresaliente es por supuesto su habilidad para caminar por mucho tiempo sin beber agua. Esto no quiere decir que necesite menos cantidad de agua que los otros animales, sino sencillamente que tiene habilidad para almacenaría en una serie de células o bolsas con las que está provisto interiormente. El camello puede consumir hasta treinta y seis litros en una sola bebida, y esta agua la toma en unos cuantos minutos y le bastará para varios días.
El camello está adaptado para andar por el desierto, por una especie de almohadillas que tiene en sus plantas. Sus rodillas son resistentes, y, para echarse, el camello comienza arrodillándose. El servidor que trabajaba para Isaac "hizo arrodillar los camellos fuera de la ciudad, junto a un pozo de agua, a la hora de la tarde, a la hora en que salen las mozas por agua" (Gén. 24:11).
Otras citas:
- Isaac llega con camellos hasta el pozo de agua y conoce a Rebeca: Gen. 24:64, 65
- Raquel guarda los ídolos en la montura de su camello: Gén.31:34
- Fue una compañía de ismaelitas con su caravana de camellos los que llevaron a José a Egipto (Gén. 37:25, 28).
Las caravanas de camellos, mercancías y noticias que llegan de lejos
El lugar del comerciante en los negocios. En la villa o ciudad oriental, el mercado es un lugar para cualquier clase de negocio. No siempre se encontrará en el mismo lugar. Puede estar cerca de las puertas de la ciudad, o puede estar en las calles del pueblo. En nos distritos el mercado no siempre está en operación, pero está abierto para el negocio siempre que haya algo que vender. El arribo al pueblo de una caravana de camellos puede ser una gran ocasión para alistar el mercado y la venta de alimentos, especialmente el "grano bendito”... Se venden también muchas mercancías en el bazar oriental.
A través de las centurias los camellos han sido usados para transportar cargas. En la Biblia se refiere a "la carga de cuarenta camellos" en 2 Reyes 8:9; y en otro lugar se dice: "Trajeron pan en asnos, y camellos, y mulos, y bueyes" (1 Crón. 12:40). Y dice además en otro pasaje: "sus tesoros llevan sobre las corcovas de los camellos" (Isa. 30:6).
Hay ocasiones en las cuales las caravanas de camellos son el signo del reconocimiento que los extranjeros hacen al Dios de Israel, en la persona de sus reyes o personas elegidas. Así ocurre en el caso del envío que el rey de Damasco hace ante Eliseo (2 Re 8,9) o los regalos transportados en camellos que la Reina de Sabá ofrece a Salomón (1 Re 10).
En el relato de Mateo cap. 2, cuando los Magos de Oriente llegan a visitar a Jesús recién nacido, el Rey de los Judíos, el texto evangélico no dice que vengan en camellos. Sin embargo, es común representarlos llegando en este animal de transporte. Estos Magos de oriente, como el rey de Damasco, como la reina de Sabá, son también figura de los extranjeros paganos que se acercan al Dios de Israel.
Ropa hecha con pelo de camello
Juan tenía una túnica de pelos de camello y un cinturón de cuero, y se alimentaba con langostas y miel silvestre. La gente de Jerusalén, de toda la Judea y de toda la región del Jordán iba a su encuentro, y se hacía bautizar por él en las aguas del Jordán, confesando sus pecados. (Mt 3,4-6)
La mención a la ropa de pelos de camello tiene amplio significado. Por un lado, significa que es una vestimenta rústica, en oposición a los tejidos finos de lino (cf. Lc 7,24). Y también, sitúa a Juan Bautista en la línea profética, ya que un rudo vestido de pelo de camello era lo que llevaba el profeta Elías según 2 Re 1,8.
Enseñanzas de Jesús
En los sermones de Cristo hay dos referencias a los camellos. La primera referencia se da por los autores de los tres evangelios sinópticos: .Más fácil es pasar un camello por el ojo de una aguja, que un rico entrar en el reino de Dios. (Mat. 19:24; Marc. 10:25; Luc. 18:25).
Debe recordarse que a los orientales les gusta mucho la exageración como figura de retórica, y así apreciaban esta hipérbole hecha por Jesús. En el relato de Lucas, la palabra se refiere ordinariamente a la aguja de un cirujano, es la aguja usada por el autor del evangelio, pues él mismo era médico. Las palabras añadidas por Jesús, deben tomarse juntamente con su aseveración: .Para con los hombres es imposible es esto; Mas para con Dios todo es posible. (Mat. 19:26).
La otra referencia al camello fue hecha por Jesús cuando denunció a los escribas y fariseos, diciéndoles: .Guías de ciegos, que coláis el mosquito, mas tragáis el camello" (Mat. 23:24).
Esta referencia es a la antigua costumbre de colar el vino. El mosquito y el camello estaban en grande contraste por el tamaño de cada uno. El uso de la palabra camello aquí, era una hipérbole: pero era apropiada, no sólo por causa de su gran tamaño, sino también porque para los judíos era un animal inmundo porque no tenía la pezuña hendida, aunque es rumiante. Los fariseos eran cuidadosos para colar la más pequeña criatura, pero (figuradamente) se tragaban las grandes. Eran muy escrupulosos acerca de las cosas pequeñas, pero muy descuidados acerca de los asuntos de mayor importancia.
El anuncio profético: vendrán caravanas de camellos
Isaías cap. 60
1 ¡Levántate, resplandece, porque llega tu luz y la gloria del Señor brilla sobre ti! 2 Porque las tinieblas cubren la tierra y una densa oscuridad, a las naciones, pero sobre ti brillará el Señor y su gloria aparecerá sobre ti. 3 Las naciones caminarán a tu luz y los reyes, al esplendor de tu aurora. 4 Mira a tu alrededor y observa: todos se han reunido y vienen hacia ti; tus hijos llegan desde lejos y tus hijas son llevadas en brazos. 5 Al ver esto, estarás radiante, palpitará y se ensanchará tu corazón, porque se volcarán sobre ti los tesoros del mar y las riquezas de las naciones llegarán hasta ti. 6 Te cubrirá una multitud de camellos, de dromedarios de Madián y de Efá. Todos ellos vendrán desde Sabá, trayendo oro e incienso, y pregonarán las alabanzas del Señor. 7 En ti se congregarán todos los rebaños de Quedar, los carneros de Nebaiot estarán a tu servicio: subirán como ofrenda aceptable sobre mi altar y yo glorificaré mi Casa gloriosa. 8 ¿Quiénes son esos que vuelan como una nube, como palomas a su palomar? 9 Son barcos que se reúnen para mí, con naves de Tarsis al frente, para traer a tus hijos de lejos, y con ellos su oro y su plata, por el nombre del Señor, tu Dios, y por el Santo de Israel, que así te glorifica. 10 Gente extranjera reconstruirá tus murallas y sus reyes te servirán, porque yo te castigué en mi irritación, pero en mi benevolencia tengo piedad de ti. 11 Tus puertas estarán siempre abiertas, no se cerrarán ni de día ni de noche, para que te traigan las riquezas de las naciones, bajo la guía de sus reyes. 12 Porque la nación y el reino que no te sirvan, perecerán, y las naciones serán exterminadas. 13 Hasta ti llegará la gloria del Líbano, con el ciprés, el olmo y el abeto, para glorificar el lugar de mi Santuario, para honrar el lugar donde se posan mis pies. 14 Los hijos de tus opresores irán a inclinarse ante ti, y todos los que te despreciaban se postrarán ante la planta de tus pies y te llamarán: “Ciudad del Señor”, “Sión del Santo de Israel”. 15 Antes estuviste abandonada, aborrecida y despoblada, pero yo haré de ti el orgullo de los siglos, la alegría de todas las generaciones. 16 Mamarás la leche de las naciones, mamarás del pecho de los reyes, y sabrás que yo, el Señor, soy tu salvador, y que tu redentor es el Fuerte de Jacob. 17 Haré llegar oro en lugar de bronce y plata en lugar de hierro; bronce en lugar de madera y hierro en lugar de piedra. Por magistrados te daré la Paz y por gobernantes, la Justicia. 18 Ya no se oirá hablar de violencia en tu país ni de expoliación y desastre en tus fronteras; a tus murallas las llamarás “Salvación” y a tus puertas, “Alabanza”. 19 El sol ya no será tu luz durante el día, ni la claridad de la luna te alumbrará de noche: el Señor será para ti una luz eterna y tu Dios será tu esplendor. 20 Tu sol no se pondrá nunca más y tu luna no desaparecerá, porque el Señor será para ti una luz eterna y se habrán cumplido los días de tu duelo. 21 En tu pueblo, todos serán justos y poseerán la tierra para siempre: serán un retoño de mis plantaciones, obra de mis manos, para manifestar mi gloria. 22 El más pequeño se convertirá en un millar, el menor, en una nación poderosa. Yo, el Señor, lo haré rápidamente, a su tiempo.
“En un texto lleno de luminosidad, que ve converger hacia el Templo a todos los pueblos del mundo, con todas sus riquezas, la ciudad de Jerusalén es invitada a saltar de alegría ante la gloria de Dios, que se alza y la llena de esplendor. La gran reunión comienza, y Jerusalén se convertirá en luz de las naciones, según la expresión usada a propósito del siervo de YHWH en Is 49,6.
En un estilo cercano al del Deuteroisaías, Jerusalén se nos muestra glorificada por Dios, aun cuando lleva todavía los estigmas del pasado, ya que a finales del siglo VI todavía no se han reconstruido las murallas, aunque el altar sí ha sido restablecido. Sin embargo, los que lleguen hasta ella la llamarán “ciudad de YHWH, Sión del Santo de Israel”. Su belleza no consistirá en la presencia de bienes materiales, de los que se enorgullecen las ciudades humanas, sino en los bienes del propio Dios, que habitará en ella: “tu luz perpetua será el Señor y tu Dios será tu resplandor”. La ciudad santa será gobernada por la Paz y la Justicia, sus murallas serán la salvación y la alabanza, y el oro y el incienso que se dirijan hacia ella cantarán las alabanzas de YHWH.
Jerusalén será la ciudad de los justos, que recibieron la promesa de poseer la tierra para siempre. Frente a la búsqueda del poder humano, como revancha que se toma una ciudad que ha sido destruida y humillada, este texto supone una meditación sobre la verdadera transfiguración que supondrá para la ciudad de YHWH, que en ella se congreguen los justos de su pueblo y de las naciones en el día de Dios.”
Anne Marie Pelletier,
Isaías, en Comentario Bíblico Internacional, Ed. Verbo Divino
(fuente: www.radiomaria.org.ar)
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