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domingo, 1 de junio de 2008
Construir sobre la roca es construir desde Dios, sobre Dios
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "No todo el que me diga 'Señor, Señor', entrará en el Reino de los cielos, sino el que cumpla la voluntad de mi Padre, que está en los cielos. Aquel día muchos me dirán: '¡Señor, Señor!, ¿no hemos hablado y arrojado demonios en tu nombre y no hemos hecho, en tu nombre, muchos milagros?' Entonces Yo les diré en su cara: 'Nunca los he conocido. Aléjense de mí, ustedes, los que han hecho el mal'. El que escucha estas palabras mías y las pone en práctica, se parece a un hombre prudente, que edificó su casa sobre roca. Vino la lluvia, bajaron las crecientes, se desataron los vientos y dieron contra aquella casa; pero no se cayó, porque estaba construida sobre roca. El que escucha estas palabras mías y no las pone en práctica, se parece a un hombre imprudente, que edificó su casa sobre arena. Vino la lluvia, bajaron las crecientes, se desataron los vientos, dieron contra aquella casa y la arrasaron completamente".
Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.
En la lectura de hoy, Jesús nos hace un llamado de atención a todos los que decimos ser cristianos: No basta ponerse el cartelito de "cristiano" para ganarse un lugar en el Reino de los Cielos. Cuántos de nosotros cree que por el mero hecho de ir a Misa, participar de algún movimiento católico o alguna que otra actividad parroquial es más que suficiente como para llegar a la Vida Eterna.
Están también los que se rotulan como "cristianos" pero que no van a Misa y/o evitan comprometerse con la vida activa de la Iglesia porque,desde afuera, juzgan las actitudes (no siempre acertadamente) de los que participan de la Iglesia. Entonces, con el pretexto no ser uno más de esos "incoherentes" que "van a Misa pero que en la calle son de lo peor", optan por la mediocridad de criticar "desde afuera".
Para los que nos decimos cristianos, se nos hace preciso dar fruto en todos los ambientes en donde vivimos: empezando por el ambiente familiar, en nuestros ambientes sociales, en donde estudiamos y/o en donde trabajamos. La Palabra del Señor se pone en práctica desde las más pequeñas actitudes, muriendo a todos esos egoísmos que no hacen más que encerrarnos en nosotros mismos.
Construir sobre la roca significa que cada paso que demos debe estar en función de la propia construcción de la persona. Esto es, elegir día a día, la vida en Cristo.
El mundo nos dice lo contrario: pareciera que es mejor dejarse llevar por los propios impulsos, por los instintos, "por lo que yo siento" y es ahí cuando quedamos presos de las urgencias que nos terminan destruyendo y alejando paulatinamente del Señor. Optar por Cristo no es fácil, pero lo podemos hacer si lo hacemos en Cristo, buscando siempre estar en gracia de Dios.
Construir sobre la roca es optar por el camino difícil, por el camino de los valientes, por el camino de los que huyen de las modas y de toda masificación... por el camino de Jesús. Muchos jóvenes huyen de este camino porque muchas veces seguir a Cristo se paga con momentos de tristeza, de soledades, de incomprensiones. Por eso mismo, para seguir por ese camino, es que necesitamos de la contención de una comunidad de hermanos en la fe que nos sostenga y que se alimente de Dios para poder llegar a buen puerto.
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