Jesús mío dulcísimo, que en vuestra infinita y dulcísima Misericordia prometisteis la gracia de la perseverancia final a los que comulgaren en honra de vuestro Sagrado Corazón nueve primeros viernes de mes seguidos: acordaos de esta promesa y a mi, indigno siervo vuestro que acabo de recibiros sacramentado con este fin e intención, concededme que muera detestando todos mis pecados, creyendo en vos con fe viva, esperando en vuestra inefable misericordia y amando la bondad de vuestro amantísimo y amabilísimo Corazón.
Amén.
Para recordar:
Las promesas del Sagrado Corazón de Jesús a quien viva la Devoción a Él:
1.- Les daré todas las gracias necesarias en su estado de vida.
2.- Estableceré la paz en sus hogares.
3.- Los consolaré en todas sus aflicciones.
4.- Seré su refugio en su vida y sobre todo en la muerte.
5.- Bendeciré grandemente todas sus empresas.
6.- Los pecadores encontrarán en Mi Corazón la fuente y el océano infinito de Misericordia.
7.- Las almas tibias crecerán en fervor.
8.- Las almas fervorosas alcanzarán mayor perfección.
9.- Bendeciré el hogar o sitio donde esté expuesto Mi Corazón y sea honrado.
10.- Daré a los sacerdotes el don de tocar a los corazones más empedernidos.
11.- Los que propaguen esta devoción, tendrán sus nombres escritos en Mi Corazón, y de El, nunca serán borrados.
12.- Yo les prometo, en el exceso de la infinita misericordia de mi Corazón, que Mi amor todopoderoso le concederá a todos aquellos que comulguen nueve primeros viernes de mes seguidos, la gracia de la penitencia final; no morirán, en desgracia ni sin recibir los sacramentos; Mi divino Corazón será su refugio seguro en este último momento.
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