La pornografía involucra libros, revistas, vídeos, páginas de Internet y accesorios y la difusión de películas sexualmente explícitas en la televisión por cable. Para algunos, la pornografía no significa más que mujeres con poca ropa en poses seductoras. Pero la pornografía se ha convertido en mucho más que fotografías de mujeres desnudas.
El psicólogo Edward Donnerstein (University of Wisconsin) encontró que una breve exposición a formas violentas de pornografía pueden llevar a actitudes y comportamientos antisociales. Los espectadores varones tienden a ser más agresivos hacia las mujeres, menos sensibles al dolor y al sufrimiento de las víctimas de violaciones, y mucho más dispuestos a aceptar varios mitos acerca de la violación. [3]
Los investigadores han encontrado que la pornografía (especialmente la pornografía violenta) puede producir un conjunto de efectos indeseables, como la violación y la coerción sexual. Específicamente, encontraron que esta exposición puede llevar a un mayor uso de la coerción o la violación, [4] un aumento de las fantasías acerca de la violación, [5] y una desensibilización ante la violencia sexual y una trivialización de la violación. [6]
En un estudio, los investigadores Dolf Zillman y Jennings Bryant investigaron los efectos de la pornografía no violenta en la crueldad sexual y en la trivialización de la violación. Demostraron que la exposición continua a la pornografía tenía efectos adversos sobre las creencias acerca de la sexualidad en general y sobre las actitudes hacia las mujeres en particular. También encontraron que la pornografía desensibiliza a las personas hacia la violación como una ofensa criminal. [7] Estos investigadores encontraron también que la exposición masiva a la pornografía alienta un deseo por materiales cada vez más aberrantes que involucran violencia (sadomasoquismo y violación). [8]
Un estudio demostró que la pornografía puede disminuir la felicidad sexual de una persona. [9] Los investigadores encontraron que las personas que estuvieron expuestas a la pornografía no violenta informaron una menor satisfacción con la apariencia física, el afecto, la curiosidad y el desempeño sexual de su pareja sexual. También estaban más inclinadas a asignar una mayor importancia al sexo sin un compromiso emocional.
El detective de la policía estatal de Michigan , Darrell Pope, encontró que en el 41 por ciento de los 38.000 casos de ataques sexuales en Michigan (1956-1979), se vio material pornográfico justo antes o durante el crimen. Esto encaja con la investigación hecha por el psicólogo David Scott, que encontró que "la mitad de los violadores usaron pornografía para excitarse justo antes de buscar una víctima." [10]
Efectos sociales
Definir los efectos sociales de la pornografía ha sido difícil, debido a algunas de las teorías imperantes acerca de su impacto. Un punto de vista dice que en realidad cumple una función positiva al actuar como una "válvula de escape" para los potenciales agresores sexuales.
El proponente más famoso de este punto de vista era Berl Kutchinsky, un criminólogo de la Universidad de Copenhague. Su famoso estudio sobre la pornografía encontró que cuando el gobierno danés levantó las restricciones sobre la pornografía, la cantidad de crímenes sexuales disminuyó. [11] Su teoría era que la disponibilidad de pornografía descomprime impulsos sexuales peligrosos. Pero cuando los datos de su teoría de la "válvula de escape" fueron evaluados más extensamente, comenzaron a ponerse en evidencia muchas de las fallas de su investigación.
La perspectiva bíblica
Dios creó a los hombres y mujeres a su imagen (Gn.1:27), como seres sexuales. Pero, debido al pecado en el mundo (Ro. 3:23), el sexo ha sido mal usado y abusado (Ro. 1:24-25).
La pornografía ataca la dignidad de los hombres y mujeres creados a la imagen de Dios. La pornografía también distorsiona el don del sexo de Dios, que sólo debe ser compartido dentro de los límites del matrimonio (1 Co. 7:2-3).
Además, las Escrituras condenan específicamente las prácticas resultantes de la pornografía, como el exhibicionismo (Gn. 9:21-23), el adulterio (Lv. 18:20), la bestialidad (Lv. 18:23), la homosexualidad (Lv. 18:22 y 20:13), el incesto (Lv. 18:6-18) y la prostitución (Dt. 23:17-18).
Una perspectiva bíblica de la sexualidad humana debe reconocer que las relaciones sexuales están reservadas exclusivamente para el matrimonio y para los siguientes propósitos. Primero, establece la unión de una sola carne (Gn. 2:24-25; Mt. 19:4-6). Segundo, brinda intimidad sexual dentro del vínculo matrimonial. El uso de la palabra "conocer" indica un significado profundo de las relaciones sexuales (Gn. 4:1). Tercero, las relaciones sexuales son para el placer mutuo del esposo y la esposa (Pr. 5:18-19). Cuarto, las relaciones sexuales son para la procreación (Gn. 1:28).
Por otra parte, los cristianos deben darse cuenta que la pornografía puede tener efectos dañinos considerables en el usuario. Estos incluyen: una mentalidad de comparación, una sexualidad orientada hacia el desempeño, una sensación de que sólo las cosas prohibidas son satisfactorias sexualmente, una culpa creciente, una autoestima disminuida, y un pensamiento obsesivo.
Por lo tanto, los cristianos deben hacer dos cosas. Primero, deben trabajar para mantenerse puros huyendo de la inmoralidad (1 Co. 6:18) y pensando sólo en aquellas cosas que son puras (Fil. 4:8). "Cual es el pensamiento en su corazón, tal es él" (Pr. 23:7). La pornografía alimenta el deseo sexual en formas anormales y puede llevar, con el tiempo, a más perversión degradante. Por lo tanto, debemos "abstenernos de los deseos carnales que batallan contra el alma" (1 P. 2:11). Segundo, los cristianos deben trabajar para quitar la perversión sexual de la sociedad.
Pasos para combatir la pornografía
Los padres deben enseñar un punto de vista sano del sexo a sus hijos. Asimismo, debemos evaluar nuestra exposición a los medios (revistas, programas de televisión, música rock) que tienen temas sexuales inconvenientes. Los padres deben dar un ejemplo positivo para sus hijos, y deben tomar tiempo para discutir estas historias, programas y canciones con ellos.
Los pastores deberían advertir a sus congregaciones acerca de los peligros de la pornografía e instruirles en una visión correcta de la sexualidad. También deben darse mensajes para construir un fuerte hogar cristiano.
1. Report of the Attorney General's Task Force on Family Violence, U.S. Department of Justice, Washington, D.C., 112.
2. "Effect of Pornography on Women and Children," U.S. Senate Judiciary Committee, Subcommittee on Juvenile Justice, 98th Congress, 2nd Session, 1984, 227.
3. Edward Donnerstein, "Pornography and Violence Against Women," Annals of the New York Academy of Science, 347 (1980), 277-88.
4. Edward Donnerstein, "Pornography: Its Effects on Violence Against Women," in Malamuth and Donnerstein, eds., Pornography and Sexual Aggression (New York: Academic Press, 1984).
5. Neil Malamuth, "Rape Fantasies as a Function of Repeated Exposure to Sexual Violence," Archives of Sexual Behavior, 10 (1981): 33-47.
6. Linz, Donnerstein, and Penrod, "The Effects of Multiple Exposures to Filmed Violence Against Women," Journal of Communication, 34 (1984): 130-47.
7. Dolf Zillman and Jennings Bryant, "Pornography, Sexual Callousness, and the Trivialization of Rape," Journal of Communication, 32 (1982): 10 21.
8. Zillman, Bryant, Carveth, "The Effect of Erotica Featuring Sadomasochism and Beastiality of Motivated Inter-Male Aggression," Personality and Social Psychology Bulletin, 7 (1981): 153-59.
9. Dolf Zillman and Jennings Bryant, "Pornography, Sexual Callousness, and the Trivialization of Rape," Journal of Communications 32(1982): 15.
10. David Alexander Scott, "How Pornography Changes Attitudes," in Pornography: The Human Tragedy, ed. Tom Minnery (Wheaton, Ill.: Tyndale House Publishers).
11. Berl Kutchinsky, "The Effect of Easy Availability of Pornography on the Incidence of Sex Crimes: The Danish Experience," Journal of Social Issues, 29 (1973): 163-81.
14. "The Men Who Murdered," FBI Law Enforcement Bulletin, August 1985
escrito por Kerby Anderson
(fuente: www.mercaba.org)
No hay comentarios:
Publicar un comentario