Esta obra surge en el año 1966 como respuesta a la crisis que atravesaba la provincia por el cierre de 11 ingenios azucareros que se decretó ese año. Desde la parroquia salesiana el Padre José Carrone organizó un comedor anexo a la capilla San Miguel para dar una respuesta inmediata a la problemática del momento en el que tanta gente quedaba sin trabajo. El comedor hoy sigue funcionando porque el barrio sigue inmerso en un contexto estructural de empobrecimiento.
El comedor "Don Bosco" pretende acercar una ayuda a una región estigmatizada por algunos que no se atrevieron a conocerla. Un barrio socialmente marginado en el que se asienta el problema económico. Muchos de los que allí viven son desempleados, beneficiarios únicamente de los planes sociales y trabajadores en negro; la droga y la violencia son amenazas que asoman en la región.
En el comedor asisten 80 chicos que diariamente realizan sus comidas allí. Además otros 20 jovencitos reciben sus viandas todos los días. También 40 chicos y 20 adolescentes y jóvenes reciben apoyo escolar, y 50 muchachos participan de la formación profesional, primario y secundario para mayores de 18 años.
Don Bosco propuso cuatro actitudes del corazón, que se parecen a lugares físicos pero que no lo son, entrelazadas unas de otras, que también son aptitudes, que se experimentan y que no pueden faltar en una Casa Salesiana. Ellas son Casa, Escuela, Patio y Parroquia, y el Comedor Infantil también las materializa:
- Escuela que encamina hacia la vida: apoyo escolar, talleres para niños, cursos para terminar la primaria y secundaria, y el Centro de Formación Profesional, donde la formación no es sólo técnica, sino que fundamentalmente es humana, y la transmisión de valores de un buen cristiano y un honesto ciudadano es primordial.
- Patio donde se comparte la amistad y la alegría: la plaza como espacio social con propuestas deportivas y recreativas, música, cine y pintura. Allí se vive como algo cotidiano el compartir y el respeto por el prójimo, entre otras cosas.
- Parroquia que evangeliza: la Capilla como espacio de encuentro, de oración, de formación de grupos misioneros, de catequesis de iniciación.
A su vez, el Comedor Infantil articula su labor con el de otras organizaciones que trabajan a favor de la niñez, y también con organizaciones del mismo territorio, como la iglesia evangélica, y las escuelas privadas y estatales. En estos proyectos trabajan personal de la institución, docentes del Ministerio de Educación y voluntarios.
Este gran emprendimiento, ubicado en Pasaje Frías 550 de la capital tucumana, se enmarca en la Obra Salesiana de San Miguel de Tucumán, que funciona desde 1916, y que comprende también a los colegios Tulio García Fernández, General Belgrano y Lorenzo Massa.
(fuente: www.obradedonbosco.org.ar)
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