Esos jóvenes y mayores, esos cristianos que alegran a la capital de España, venidos desde todos los pueblos del mundo, están ahí gracias a toda la izquierda española, quien con su campaña contra el Papa, los gastos de la JMJ, la mezcla del laicismo con lechugas verdes, el anticlericalismo clásico y casposo, han conseguido el efecto contrario que ellos pretendían: Madrid se ha llenado de cristianos. No cabe un alfiler.
La izquierda toda española está anclada y varada en un programa anticristiano nacido en las zahúrdas intelectuales marxistas del siglo XIX. Aquel rosario contra lo cristiano compuesto de cuentas elementales, medio vacías, puras proclamas incendiarias, repetidas con machaconería entre partidos y sindicatos izquierdistas a holgazanes y analfabetos reales, funcionó para la década terrible de los años treinta, y el martirologio católico se llenó de héroes que hoy están en los altares.
Con aquella jerga decimonónica solamente han llegado a la ridícula comitiva de ayer tarde por las calles de Madrid, acabando en escaramuzas y algaradas en la Puerta del Sol contra los peregrinos allí presentes, que presentaron manos y palabras de paz, contra los insultos de los anticatólicos perroflautas “dueños” de Sol. La policía actuó. Y el partido en la cumbre entre Barcelona y Real Madrid hizo el resto para apaciguar la zona.
La gente española, y la extranjera mucho más, ya no pica en ese anzuelo oxidado metido en unas aguas pútridas y estancadas en los primeros años del siglo pasado. El olor a naftalina trepa a quien huele tales discursos.
Además, les agradezco a toda la izquierda su campaña contra la Iglesia Católica, porque su falta de inteligencia les ha llevado a conseguir el efecto contrario. El postulado escrito en un cartel: “La Iglesia debe cambiar a los tiempos de hoy”. Este mensaje les lleva a caer en lo que critican. La Iglesia, por definición, nunca cambiará al capricho de los tiempos, o a los vaivenes de los votos en las urnas. Quien tiene que cambiar es la izquierda toda española que viven en los tiempos de la Restauración canovista.
Los pensadores, si existen, de la izquierda española deben sacar esta importante lección: Otra vez hemos perdido la batalla y la guerra contra la Iglesia Católica. Madrid se ha llenado de cristianos seguidores del Señor Jesús y oirán todo lo que diga el Papa.
Más daño hace la izquierda española a la Iglesia Católica y a la sociedad con la ingeniería social legalizada implantada en los últimos ocho años y suministrada a dosis pequeñas, que con el ruidazo de la campaña contra la JMJ.
Termino. Probablemente si la izquierda española toda entera actualizara su vestuario mental contra la Iglesia, otro gallo le cantaría. Mientras eso se produce se han llevado un chasco muy importante: Benedicto XVI llega hoy a suelo español, a quien modestamente desde este Blog le doy la bienvenida.
¡Feliz estancia en España, Santo Padre!
escrito por Tomás de la Torre Lendínez
(fuente: www.infocatolica.com)
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