17 puntos para la reflexión de la (des)penalización de la droga (*)

1. El consumo de drogas en la República Argentina constituye una realidad grave y una crisis social cuya resolución depende de una complejidad que involucre el compromiso de toda la sociedad en su conjunto (CORRESPONSABILIDAD) para informarse, debatir, exigir y apoyar políticas y estrategias adecuadas, realistas, coherentes, que puedan facilitar respuestas de afrontamiento efectivo a esta dramática adversidad.

2. El consumo de estupefacientes en los pueblos subdesarrollados produce aumento de la pobreza, aumento de la inseguridad y aumento del gasto público en salud, además de dañar la salud física y psíquica de quien queda atrapado por el flagelo de la adicción.

3. Los Argumentos filosóficos a favor de la legalización de las drogas son de dos tipos: el Individuo tiene derecho a perseguir su propio placer y el Individuo tiene derecho de drogarse(y hasta matarse).

4. Si se despenaliza la tenencia para consumo personal se facilita la liberación del comercio de estupefacientes en pequeñas cantidades, que es lo que precisamente la Ley de Estupefacientes reprime, además de hacerlo también con el tráfico de grandes cantidades.

5. La Corresponsabilidad del estado implica la Protección frente a la promoción del consumo,el desarrollo de medidas educativas preventivas,la promoción de entornos favorables y la creación de ciudades preventivas.

6. La estrategia gubernamental debe activar desarrollo de planes locales,municipales y nacionales dando Impulso a las redes locales de apoyo y a las medidas de protección .

7. La Corresponsabilidad de la Escuela como siempre es clave en la prevención de drogas, pero su objetivo prioritario de educar para la salud y contra las drogas, está siendo desplazado por “educarlos” sobre el uso de drogas en forma segura.

8. La Corresponsabilidad de la familia implica la formación/información de los padres , la orientación saludable para los hijos y la disminución de la “tolerancia social” ya que históricamente se ha comprobado que cuando la percepción del daño es alta, el uso de drogas baja y cuando es baja, el uso de drogas aumenta.

9. El llamado “uso responsable” o “seguro” es una falsedad que no tiene en cuenta los reconocidos científicamente daños cerebrales, proponiendo el uso “controlado” de drogas como normal e inofensivo, minimizando el daño y desconociendo o negando los riesgos.

10. El uso de estupefacientes, implica un binomio personal (consumidor- toxicómano y traficante) que debe estar bajo la legislación del derecho penal, que reprime estos hechos apoyado en una política criminal que procura evitar daños a la salud pública y a terceros, y por otro lado, asistir, curar y educar al adicto.

11. Si no hubiera interesados en drogarse, no habría tráfico ilegítimo de drogas, o sea que el tenedor de droga prohibida constituye un elemento indispensable para el tráfico y por tanto es punible.

12. Sabemos que la punibilidad de una conducta opera como prevención especial y genera en tal sentido un freno a la masividad del consumo. Además previene otros delitos que pudieran cometer los toxicómanos ("gravitación del consumo de drogas en la delincuencia") y constituye un afrontamiento a uno de los tramos del comercio ilícito de drogas.

13. La tenencia de estupefacientes para uso personal también es punible porque genera la posibilidad de que otros caigan en la drogadicción ("instigación o convite a quienes no son drogadependientes"). La escasa cantidad de droga secuestrada dentro del ámbito privado del domicilio,no descarta la existencia del riesgo de difusión de la sustancia.

14. Con la penalización de la tenencia para consumo personal no se avasalla el principio constitucional de la libertad porque tal prohibición nace de la protección de un bien jurídico (salud pública) que debe estar por encima del interés particular del individuo.

15. No se entiende porqué la preocupación de promover la legalización de la tenencia de drogas para consumo personal, en vez de, buscar la forma de diseñar políticas que alejen a nuestros jóvenes del flagelo de las drogas y los acerquen más a los estudios, al deporte y a la recreación.

16. No sólo se protege con la norma la salud pública , sino también los valores morales, familiares, y sociales, de la juventud, la niñez y en última instancia la subsistencia de la nación y de la humanidad toda.

17. ¿Quién ofrecerá y dónde se expenderá? ¿Los menores de 18 años estarán en condiciones madurativas de decidir su compra y consumo? ¿Qué pasará con los Profesionales , técnicos,choferes,etc que no pueden usar drogas durante su trabajo? ¿Los adictos dejarán de sufrir? ¿El SIDA y las problemáticas co-concurrentes al consumo disminuirán? ¿Qué generará en el narcotráfico la no represión de la tenencia? ¿Se enseña a los jóvenes que se puede usar drogas de forma segura… si se sabe como hacerlo?.

(*) escrito por Guillermo Fernández D’Adam
Médico Psiquiatra - Máster en Drodadependencia - Magister en Salud Pública
(drguillermofernandez@hotmail.com)