- Cristo, escúchanos.
- Señor, ten piedad de nosotros.
- Cristo, ten piedad de nosotros.
- Señor, ten piedad de nosotros.
Respondemos a cada invocación "Ruega por nosotros"
- San Miguel,
- Tú, cuyo nombre es un relámpago,
- Tú, cuyo nombre es un himno a Dios,
- Serafín del incensario de oro,
- Elevada llama de amor divino,
- Perfecto adorador de Dios,
- Modelo de sumisión amorosa,
- Modelo de pronta obediencia,
- Leal servidor de Dios,
- Primer heraldo de la verdad,
- Primer defensor de la fe,
- Primer testigo de Dios,
- Instigador de la lucha contra Satanás,
- Ángel apóstol de los ángeles,
- Celador del Reino de Dios,
- Primer defensor de la justicia,
- Primer vengador del buen derecho,
- Abogado nuestro,
- Portador de las llaves del abismo,
- Tú que encadenas a Satanás,
- Justiciero de Dios,
- Portaestandarte de la Trinidad,
- Guerrero de armas de luz,
- Espada de Dios,
- Terror de los traidores y de los perjuros,
- Terror de los orgullosos demonios,
- Centella de Dios,
- Tú que llevas las siete estrellas,
- Vencedor de la primera guerra,
- Virrey de los ejércitos de Dios,
- Inspirador de valentía,
- Tú que guerreas por el mundo,
- Defensor de los hijos de Dios,
- Ángel que vale por mil ejércitos,
- Esperanza de los combatientes,
- Intrépido soldado de Dios,
- Refuerzo dado a las justas causas,
- Liberador de los oprimidos,
- Caballero de Dios,
- Ángel de los pastores de Navidad,
- Ángel de Cristo en agonía,
- Ángel de la aurora pascual,
- Guerrero del castillo del Santo Ángel,
- Protector de la unidad católica de España y de las Naciones Hispanoamericanas,
- Cantor de los gozos marianos,
- Espejo del Altísimo,
- Ángel vicario del Verbo,
- Protector de la Iglesia militante,
- Consolador de la Iglesia purgante,
- Honor de la Iglesia triunfante,
- Tú, que recibes la confesión de nuestros pecados,
- Tú, a quien la Iglesia implora en nuestra última hora,
- Tú, cuya potente voz despertará a los muertos,
- Introductor de las almas al cielo,
- Asiste de Cristo en el Gran Día,
- Heraldo de las sentencias eternas,
- Precantor de las alabanzas divinas,
- El más elevado de los serafines,
- Príncipe de los nueve coros de Angeles,
Oremos
San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha. Sé nuestro amparo contra la perversidad y acechanzas del demonio. Que Dios manifieste sobre él su poder, es nuestra humilde súplica. Y tú, oh Príncipe de la Milicia Celestial, con el poder que Dios te ha conferido, arroja al infierno a Satanás, y a los demás espíritus malignos que vagan por el mundo para la perdición de las almas.
Amén.
(fuente: http://www.devocionario.com/)
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