SAN AMBROSIO, CÓRDOBA. Una vez más nuestra Escuela Agrotécnica Salesiana "Ambrosio Olmos" se vistió de gala para agasajar a María Auxiliadora como la Madre de todos los cristianos y también como la "Patrona de Campo Argentino".
Este pasado domingo 30 de octubre renovamos la fiesta que congregó a salesianos, alumnos, empleados, exalumnos y fieles que desde los más lejanos lugares se llegaron para una celebración que ya tiene 59 años de vigencia en esta zona.
Desde temprano comenzaron a arribar los peregrinos y así participar de una jornada que, ya desde la mañana, sirvió para el reencuentro de amistades, recuerdos compartidos y alegres anécdotas de tantos años disfrutados en los parques y aulas de esta Escuela.
La visita a los viejos lugares, las aulas, patios, la planta láctea, el tambo, el apiario y una recorrida por el Palacio fueron jalonando una jornada que se vio iluminada también por una exposición de artísticos cuadros que nos acercara Reginaldo Espíndola, un cordobés quien medio siglo atrás fuera docente de la EAS.
El almuerzo reunió a los que hace 50 años egresaron de estos patios y que junto a sus emocionadas familias participaron en el comedor del antiguo palacio de la estancia de una inolvidable reunión junto a la comunidad salesiana.
También los que cumplieron sus primeros 25 años de egreso se congregaron en los parques y brindaron por la amistad, el reencuentro y el recuerdo de tantos años vividos en estos campos de San Ambrosio.
Ya por la tarde la misa se celebró en el templo recién pintado y arreglado y que cumplió sus 30 años desde que fuera erigido. Allí, un emocionado sermón del Padre Romero recordó el significado del encuentro y el significado de la Fiesta.
Las oraciones de toda la feligresía junto al canto emocionado del coro de los alumnos y el gesto paternal del P. Juan C. Cavallera –que entregó diplomas y medallas a los viejos alumnos– fue un tiempo de sentidas emociones en la jornada.
La procesión por los jardines aledaños fue otro de los instantes más emotivos: los cantos y los rezos de más de 1600 personas dieron un marco de espiritualidad salesiana, que de esa forma alababan y agradecían a la Madre que nos supo regalar Don Bosco y que sigue siendo la protectora de nuestras vidas y sueños realizados.
Una emocionada suelta de globos con la imagen de la Patrona del Agro hizo nacer lágrimas, aplausos y cantos como señal que las oraciones dirigidas a María siguen protegiendo a todas nuestras familias.
(fuente: Revista En 2 Ruedas)
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