La religiosa hizo estas declaraciones previo a iniciarse en Tucumán el juicio por la joven desaparecida el 3 de abril de 2002 y a quien su madre, Susana Trimarco, sigue buscando tras crear una fundación para ayudar a mujeres víctimas de trata de personas.
La hermana Povalej explicó que acompañaba a Trimarco porque "siento como una madre, me pongo al lado de la mamá, la lucha sigue. Nos arrancaron una hija de las calles de Tucumán, no importa cómo se llame, era una niña a la que le robaron todo".
Al igual que su madre, la monja sostiene que "Marita está con vida, aunque no creo que la tengan en el país. Las redes de prostitución la deben tener en otro lado".
"Cuando uno tiene a Dios a su lado no hace falta más compañía, pero sí es cierto que muchas veces pedimos a las autoridades y muchas no nos contestaban. Fuimos a La Rioja, donde creíamos que estaba Marita y nunca nos contestaron las autoridades. Hicieron ir a la mamá a burdeles y pasar por muchas vejaciones. Yo siempre la acompañé. A pesar de estar enferma, Dios me reconfortaba", aseguró.
Consultada sobre si el juicio podrá aportar justicia en este caso, respondió: "Tenemos a Dios de nuestra parte. Creo que este juicio es emblemático, el primero que se hace en Tucumán de estas características. Esto es un antes y un después..."+
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