Reconquista (Santa Fe), 22 Feb. 12 (AICA) “El tiempo de Cuaresma es una oportunidad para caminar juntos como Iglesia hacia la Pascua”, aseguró monseñor Ramón Alfredo Dus, obispo de Reconquista, en su mensaje de Cuaresma.
“La oración, el ayuno y el compartir son prácticas que buscan hacernos centrar en el corazón de la vida cristiana, que es la caridad”, aseguró el prelado.
“El mandamiento del amor al prójimo exige y urge a tomar conciencia de que tenemos una responsabilidad respecto a quien, como yo, es también criatura e hijo de Dios”, manifestó y agregó que “la responsabilidad para con el prójimo significa querer y hacer el bien del otro, deseando que también él se abra a la lógica del bien; a interesarse por el hermano para vivir entre todos el mandamiento de Jesús”.
Monseñor Dus señaló que nuestras cosas y nuestros problemas absorben a veces nuestro corazón “hasta el punto de hacernos sordos al grito del necesitado. En cambio, la humildad y la experiencia personal del sufrimiento son, en general, la fuente de un despertar interior a la compasión y a la empatía con quien está a nuestro lado”.
“Los discípulos del Señor, unidos a Cristo mediante la Eucaristía –resaltó el obispo de Reconquista- viven ya una comunión que los vincula los unos a los otros como miembros de un solo cuerpo. Esto significa que el otro me pertenece, que su vida y su salvación tienen que ver con mi vida y con mi salvación. Nuestra existencia está relacionada con la de los demás, tanto en el bien como en el mal. Porque tanto el pecado como las obras de caridad tienen también una dimensión social”.
El pastor manifestó que “el tiempo que se nos ha dado en nuestra vida es precioso para descubrir y realizar las buenas obras en el amor de Dios” y como conclusión agregó que “en la vida de fe, quien no avanza, retrocede, y la cuaresma nos desafía a poner nuestra parte con generosidad. Ante un mundo que exige de los cristianos un testimonio coherencia y fidelidad al Señor, todos sentimos la urgencia de ponernos a competir en el servicio y las buenas obras. Esta llamada es especialmente intensa en el tiempo santo de preparación a la Pascua”. +
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