Carta Pastoral de monseñor Juan Rubén Martínez, obispo de Posadas para el primer Domingo de cuaresma (17 de febrero de 2013)
Al iniciar el tiempo cuaresmal en preparación para la celebración de la pascua, encontramos una nueva oportunidad para convertirnos al amor de Dios. En efecto, este tiempo litúrgico de la cuaresma nos permite como el hijo pródigo revisar nuestro compromiso y seguimiento de Cristo, el Señor, en quien creemos, y volver a Dios, regresar a la casa del Padre, para estar con Él y recibir su abrazo paterno y misericordioso.
Este año por iniciativa de nuestro Papa Benedicto XVI estamos viviendo “el año de la Fe”, y creo oportuno en esta carta pastoral que juntos podamos revisar este “don” de la gracia, así como nuestro compromiso y tarea, en orden a redescubrir el camino de la fe para iluminar de manera cada vez más clara la alegría y el entusiasmo renovado del encuentro con Cristo.
De hecho el santo Padre en la carta Apostólica titulada “Porta Fidei” del 17 de octubre de 2012 señala una profunda preocupación respecto al tema de la fe: «La Iglesia en su conjunto, y en ella sus pastores, como Cristo han de ponerse en camino para rescatar a los hombres del desierto y conducirlos al lugar de la vida, hacia la amistad con el Hijo de Dios, hacia Aquel que nos da la vida, y la vida en plenitud».1 Sucede hoy con frecuencia que los cristianos se preocupan mucho por las consecuencias sociales, culturales y políticas de su compromiso, al mismo tiempo que siguen considerando la fe como un presupuesto obvio de la vida común. De hecho, este presupuesto no sólo no aparece como tal, sino que incluso con frecuencia es negado.2 Mientras que en el pasado era posible reconocer un tejido cultural unitario, ampliamente aceptado en su referencia al contenido de la fe y a los valores inspirados por ella, hoy no parece que sea ya así en vastos sectores de la sociedad, a causa de una profunda crisis de fe que afecta a muchas personas.”(Nº2)
Este año de la fe comenzó el 11 de octubre de 2012 y culminará en la solemnidad de Cristo Rey del Universo, el 24 de noviembre de 2013. Al cumplirse los 50 años del concilio Vaticano II el Papa Señala en Porta Fidei: “Yo también deseo reafirmar con fuerza lo que dije a propósito del Concilio pocos meses después de mi elección como Sucesor de Pedro: «Si lo leemos y acogemos guiados por una hermenéutica correcta, puede ser y llegar a ser cada vez más una gran fuerza para la renovación siempre necesaria de la Iglesia». (Nº10)
También en este año de la fe celebramos los 20 años del catecismo de la Iglesia Católica. Todos sabemos la importancia que tiene dicho catecismo como un apoyo a la vida de fe y en la vida pastoral de nuestras Diócesis como un instrumento al servicio de la catequesis y de la evangelización en general. En esta perspectiva, el año de la fe es una invitación a una auténtica y renovada conversión al Señor, único Salvador del mundo. La cuaresma es un tiempo de gracia en donde podemos “volver a Dios” revisando como vivimos nuestra fe en Cristo, el Señor, como “Don y tarea”.
¡Un saludo cercano y hasta el próximo domingo!
Mons. Juan Rubén Martínez, obispo de Posadas
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