El papa Francisco al concluir la oración del ángelus realizada este segundo domingo de cuaresma, desde la ventana de su estudio que da a la Plaza de San Pedro, deseó que el congreso internacional que inicia mañana lunes en Roma pueda dar un nuevo impulso al empeño para la abolición de la pena de muerte.
Se trata de congreso que lleva por título: “Por un mundo sin pena de muerte”, el cual es promovido por la Comunidad de San Egidio.
Como “una señal de esperanza” fue calificada por el Santo Padre, el hecho de que en la opinión pública gane cada vez más consenso la idea de abolir la pena de muerte “incluso como instrumento de legítima defensa social”.
Porque de hecho “las sociedades modernas tienen la posibilidad de reprimir eficazmente el crimen sin quitar definitivamente a quien lo cometió la posibilidad de redimirse” dijo.
Un problema aseguró el pontífice latinoamericano, que “va encuadrado en la óptica de una justicia penal que sea cada vez más conforme a la dignidad del hombre y al designio del Dios para el hombre y la sociedad”. Porque explicó, “el mandamiento ‘no matarás’, tiene valor absoluto y se refiere sea al culpable que al inocente”.
Partiendo de esta premisa el Pontífice señaló que el Jubileo Extraordinario de la Misericordia es una “ocasión propicia para promover en el mundo formas cada vez más maduras de respeto de la vida y de la dignidad de cada persona”. Porque incluso el criminal tiene el “derecho inviolable a la vida, don de Dios”.
El papa Francisco hizo así “un llamado a la conciencia de los gobernantes”, para “que se llegue a un consenso internacional para abolir al pena de muerte”. Y propuso a quienes entre ellos son católicos que cumplan un gesto de coraje y ejemplar: “que ninguna condena sea aplicada en este Año Santo de la Misericordia”.
“Todos los cristianos y hombres de buena voluntad -concluyó el Papa- están llamados hoy a trabajar para abolir la pena de muerte”, pero también para “mejorar las condiciones de las cárceles, en el respeto de la dignidad humana de las personas privadas de su libertad.
(fuente: zenit.org)
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