Una tendencia que preocupa: la desinformación sobre el controvertido método de emergencia. Se la confunde con los anticonceptivos...
Micaela no tiene pareja estable. Ni piensa en eso. Dice que, por tal razón, a sus jóvenes 19 años no usa ningún método anticonceptivo. Los reemplaza con lo que cree más efectivo para sus encuentros amorosos ocasionales: "la píldora del día después". ¿En qué consiste? Luego de una relación sexual sin protección, toma la pastilla destinada a evitar embarazos no deseados. Micaela ni siquiera tiene que ir a la farmacia para obtenerla: ya suma varias cajitas en su mesita de luz.
Ella no es la única que elige "cuidarse" de esa manera. Son muchas las chicas que recurren a esta anticoncepción de emergencia de manera habitual y no excepcionalmente, como está recomendado. Por eso, los especialistas advierten que los riesgos a los que se exponen las jóvenes son muchos y, algunos, muy peligrosos.
Uno de los más graves es que este método no protege de las enfermedades de transmisión sexual como el VIH, la hepatitis B o el herpes vaginal. Además, si se apela a esa píldora de manera muy seguida se puede provocar un fuerte desequilibrio hormonal. Y, en contra de lo que muchos creen, su efectividad tampoco está garantizada.
Durante 2006, en la Argentina, se vendieron 360.000 unidades en las farmacias y, en 2007, se distribuyeron 420.000 en forma gratuita en los hospitales, según cifras aportadas por el sector farmacéutico.
"Como el año pasado se empezó a distribuir la «píldora del día después» en forma gratuita en todos los hospitales públicos, se incrementó el uso. Por ejemplo, en 2007, en la provincia de Buenos Aires, se entregaron 56.000 tratamientos aunque no se utilizaron todos", dijo a LA NACION Marcela Calcopietro, referente del Programa de Salud Reproductiva de ese distrito.
Lo cierto es que recurrir a la "pastilla del día después" en forma regular no es bueno. En primer lugar, porque son mucho menos efectivas para evitar embarazos que, por ejemplo, las píldoras que se toman durante 21 o 28 días.
"Depende del momento del ciclo menstrual. En general, tiene un 80 por ciento de efectividad si se toma a las pocas horas de haber tenido la relación, contra un 99% de las pastillas anticonceptivas tradicionales. Y si la tomás muy cerca de la fecha de ovulación, baja al 30 por ciento", comentó Calcopietro, que aclaró que las pastillas no son abortivas: si hubo fecundación, el embarazo sigue su curso (nota de mallinista.blogspot.com: esto es falso, si hubo fecundación del óvulo, la píldora del día después impide la implantación del embrión y se consituye en un aborto). Tampoco, dice, se comprobaron trastornos en los recién nacidos de madres que hayan tomado tarde ese medicamento.
Micaela no tiene pareja estable. Ni piensa en eso. Dice que, por tal razón, a sus jóvenes 19 años no usa ningún método anticonceptivo. Los reemplaza con lo que cree más efectivo para sus encuentros amorosos ocasionales: "la píldora del día después". ¿En qué consiste? Luego de una relación sexual sin protección, toma la pastilla destinada a evitar embarazos no deseados. Micaela ni siquiera tiene que ir a la farmacia para obtenerla: ya suma varias cajitas en su mesita de luz.
Ella no es la única que elige "cuidarse" de esa manera. Son muchas las chicas que recurren a esta anticoncepción de emergencia de manera habitual y no excepcionalmente, como está recomendado. Por eso, los especialistas advierten que los riesgos a los que se exponen las jóvenes son muchos y, algunos, muy peligrosos.
Uno de los más graves es que este método no protege de las enfermedades de transmisión sexual como el VIH, la hepatitis B o el herpes vaginal. Además, si se apela a esa píldora de manera muy seguida se puede provocar un fuerte desequilibrio hormonal. Y, en contra de lo que muchos creen, su efectividad tampoco está garantizada.
Durante 2006, en la Argentina, se vendieron 360.000 unidades en las farmacias y, en 2007, se distribuyeron 420.000 en forma gratuita en los hospitales, según cifras aportadas por el sector farmacéutico.
"Como el año pasado se empezó a distribuir la «píldora del día después» en forma gratuita en todos los hospitales públicos, se incrementó el uso. Por ejemplo, en 2007, en la provincia de Buenos Aires, se entregaron 56.000 tratamientos aunque no se utilizaron todos", dijo a LA NACION Marcela Calcopietro, referente del Programa de Salud Reproductiva de ese distrito.
Lo cierto es que recurrir a la "pastilla del día después" en forma regular no es bueno. En primer lugar, porque son mucho menos efectivas para evitar embarazos que, por ejemplo, las píldoras que se toman durante 21 o 28 días.
"Depende del momento del ciclo menstrual. En general, tiene un 80 por ciento de efectividad si se toma a las pocas horas de haber tenido la relación, contra un 99% de las pastillas anticonceptivas tradicionales. Y si la tomás muy cerca de la fecha de ovulación, baja al 30 por ciento", comentó Calcopietro, que aclaró que las pastillas no son abortivas: si hubo fecundación, el embarazo sigue su curso (nota de mallinista.blogspot.com: esto es falso, si hubo fecundación del óvulo, la píldora del día después impide la implantación del embrión y se consituye en un aborto). Tampoco, dice, se comprobaron trastornos en los recién nacidos de madres que hayan tomado tarde ese medicamento.
Sin protección
Un estudio reciente del Centro Latinoamericano Salud y Mujer (Celsam) revela que en América latina, el 62% de las mujeres entre 15 y 19 años no utiliza ningún método anticonceptivo.
La encuesta se realizó tanto en ciudades como en poblados del interior de cada país.
Inés de la Parra, ginecóloga que integra el equipo del Celsam, sostuvo que, incluso en Buenos Aires, todavía hay muchas chicas con formación universitaria que no utilizan ningún tipo de protección en forma regular.
"Hace unos años, en el Hospital Italiano, hicimos un relevamiento y el 49% de las chicas no se cuidaba. Tiempo después, lo repetimos con esas mismas jóvenes y, a pesar de la información proporcionada, más del 20% seguía sin cuidarse. Lo que da bronca es que la gente que tiene información, medios y educación no utilice la anticoncepción", opinó De la Parra.
Según Mabel Bianco, presidenta de la Fundación de Estudios e Investigación de la Mujer (FEIM), el uso de "la pastilla del día después" en forma regular estaría justificado sólo en algunos casos (¿¿??). "En las villas se vio que es muy efectivo para las mujeres que no tienen una relación sexual estable que les justifique recurrir a métodos tradicionales. No hay que olvidar que, en ese contexto, el uso del preservativo es poco probable", aclaró Bianco. Y agregó: "Si bien es una dosis importante de hormonas, no se registran problemas por el uso. Si se toman dos veces por mes no pasa nada. Y los inconvenientes de los anticonceptivos hormonales (hinchazón, aumento de peso) se eliminan".
Aunque el preservativo es el único método efectivo contra el VIH y contra otras enfermedades de transmisión sexual, no da plena seguridad en cuanto a evitar embarazos no deseados. Por eso, los especialistas siempre recomiendan reforzarlo con pastillas, óvulos espermicidas o algún otro método. Brenda, una joven de 18 años, decidió reforzarlo con la "pastilla del día después". "Hace poco tuve mi primera relación sexual. Me cuidé, y el preservativo no se rompió ni nada. Pero por ser mi primera vez, estuve tan perseguida que tomé la pastilla. Empecé a pensar y antes de que se cumplieran las 72 horas la tomé por las dudas", contó.
La angustia hasta que se confirmó que no estaba embarazada le duró varios días: "Prometí que hasta no ir a una ginecóloga que me explicara y me aconsejara no iba a hacer nada más. Los embarazos adolescentes están a la orden del día y, por más que uno se cuide, a veces corre riesgos", reflexionó. Pero, a los pocos días, Brenda tuvo un nuevo encuentro, esta vez sin protección. Ella misma escribió a LA NACION para pedir consejo y preguntó: "¿Vos decís que me tome otra vez la pastilla del días después?".
Por Laura Reina
De la Redacción de LA NACION
De la Redacción de LA NACION
(fuente: http://www.lanacion.com.ar/)
1 comentario:
Hola. En las campañas para evitar enfermedades de transmisión sexual suele calificarse de irreal la posibilidad de evitar comportamientos de riesgo en los jóvenes. Y por eso se les aconseja el preservativo. Pero no se recuerda que a veces falla y que algunas enfermedades, como el virus del papiloma humano, se transmite aunque haya preservativo. Los jóvenes captan el mensaje de que el preservativo garantiza el sexo seguro y que retardar el comienzo de las relaciones y en su momento, tener una pareja estable es imposible. Y claro, eso no les ayuda en su autoestima ni les da confianza en sí mismos.
Gracias por escuchar mi opinión un tanto contracorriente
Santiago
http://opinionciudadano.blogspot.com
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