→ Por no amarte sobre todo
→ Por el poco amor a la eucaristía ya la misa de cada domingo.
→ Por creer en supersticiones o ir de adivinos.
→ Por no confesarme o hacerlo sin el propósito de cambiar.
→ Por no orar con la frecuencia que debo hacerlo.
→ Porque en las tentaciones no te pido ayuda.
→ Por no tratar de mejorar mi formación religiosa.
→ Por no jugarme por vos y tus enseñanzas delante de los demás.
→ Por haber desconfiado de tu amor y culpado por mis desgracias.
→ Por tomar tu santo nombre en vano.
→ Por tener vergüenza de mostrarme, al hablar y al actuar como discípulo tuyo.
→ Por no contribuir en mi familia al bien y a la alegría de los demás con la paciencia y el verdadero amor.
→ Por mis desobediencias a mis padres y superiores.
→ Por mis respuestas ásperas.
→ Por mis silencios y desprecios.
→ Por mis rebeldías.
→ Por no educar a mis hijos según las enseñanzas de Cristo.
→ Por mi pereza y falta de servicio.
→ Por no tomar los trabajos más duros.
→ Por creerme superior a los demás.
→ Por hacer las cosas mal y ser ocioso.
→ Por el mal uso de la lengua: críticas, mentiras, calumnias.
→ Por el mal uso de la sexualidad: actos impuros solo o con otra persona, por no vivir el noviazgo con seriedad y pureza, revistas, páginas de Internet o escenas de películas, descontrol de la imaginación.
→ Por la avaricia.
→ Por olvidar que todo es don de Dios.
→ Por dar a la iglesia lo que me sobró.
→ Por marginar a los pobres.
→ Por acumular y ser egoísta.
Perdón, Señor.
(fuente: www.sanroquercc.com)
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