El monumento expresa no solo el pesar y arrepentimiento de las madres que han abortado, sino también el perdón y el amor del niño por nacer hacia la madre. La ceremonia de inauguración contó con la presencia del ministro de Salud de ese país.
La idea de construir un monumento a los niños por nacer fue de un grupo de mujeres jóvenes madres que están muy conscientes del valor de toda vida humana y el daño que se inflige también a la salud de la mujer. El niño “no nacido” La estatua es obra del joven escultor eslovaco Martin Hudáčeka que "sorprende por su realismo y poética expresividad", según analiza Carmen Bellver en su blog titulado 'Diálogo sin fronteras' en Periodista Digital.
"El niño parece esculpido en cristal, mientras se arrodilla a su lado una madre arrepentida que se representa en piedra. Materiales por sí mismos bastante metafóricos. A su vez el niño levanta la mano sobre la cabeza inclinada de su madre, en un gesto de amor filial", explica la autora en su espacio.
Bellver explica que hablar del aborto en un país como Eslovaquia con un promedio de natalidad de 1,33 hijos por mujer," es bastante representativo de cómo algunos países han caído en la cuenta del invierno demográfico que les golpeará en apenas dos décadas". Pero -prosigue- esto por sí mismo no justifica el monumento que es iniciativa de un grupo de madres jóvenes conscientes del valor de la vida. Curiosamente a su inauguración acudió el ministro de Salud de este pequeño país centroeuropeo.
(fuente: www.forumlibertas.com)
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