Zárate-Campana (Buenos Aires), 22 May. 12 (AICA) El obispo de Zárate-Campana, monseñor Oscar Sarlinga, destacó que “hoy es conocida la valoración de la Iglesia por los medios sociales de comunicación”, pero reconoció que “no siempre los miembros de la Iglesia, como familia de Dios, hacemos un uso profundizado, irradiante y evangelizador de aquéllos. En especial hoy, cuando muchos contamos con diversos sitios, aplicaciones y redes sociales”.
El prelado consideró “claro” el mensaje del papa Benedicto XVI para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, que se celebró el pasado domingo, al sostener que “transmisión de ideas, pensamientos, sentimientos, e imágenes generadoras de todo ello, son un modo estupendo de comunicación humana”.
Y agregó: “Ahora se nos llama también a profundizar más aún, a encontrar espacios de silencio como ocasión de meditar, y de compartir la Palabra del Señor a través de esos medios, para la evangelización, y a civilizar, en sentido de la civilización del amor”.
El obispo propuso “una valoración de lo que podría ser ‘un signo’ de estos tiempos. En este tiempo en que surge con mayor fuerza que nunca antes la cuestión de los medios de comunicación social, cuya importancia crece hasta el punto de estar casi ‘omnipresentes’, en un sentido, en la cultura moderna, podemos ver que las imágenes, palabras, sobreabundan muchas veces sin el necesario discernimiento a la luz de las virtudes y los valores trascendentes”.
Ante esto, consideró necesario que “abunden en verdad, bondad, en poder sanante, en información adecuada, en proponer soluciones a una justicia tan largamente esperada; que abunden en unir por causas justas y en creación de lazos de solidaridad”.
“Es el humanismo cristiano, trascendente, integral y solidario el que puede signar con sello de verdad a los medios sociales. Nosotros, por lo menos, no disponemos de grandes medios ni de tecnologías. Pero en tanto cristianos, nos podemos plantear si el uso de aquellos medios ‘que están a nuestro alcance’, por lo menos, lo hacemos o no con un sentido pleno de evangelización, de promoción de la unidad, la fraternidad, promoción del respeto comprensivo, del diálogo franco y sincero. Este aspecto forma parte integrante de la misión nuestra como ‘miembros de la Iglesia’, y podría ser hoy la ocasión para que valoremos desde lo ético cómo lo hacemos, pero también que procuremos valorarlo desde lo religioso, desde una evaluación acerca de nuestra apertura a lo genuinamente profético, en comunión eclesial”, indicó.
Por último, monseñor Sarlinga invitó a “comunicar, con renovada fuerza, la fe, la esperanza, la caridad. También la solidaridad, que es como la dimensión social de la virtud de la caridad, la solidaridad real que nos sitúa a todos, los unos con los otros, los unos para los otros, en la búsqueda del bien común de la gran comunidad de los hombres”.+
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