ROMA, jueves 3 mayo 2012 (ZENIT.org).- La experiencia de la vida matrimonial de los siervos de Dios Zélia y Jerônimo, matrimonio brasileño del siglo XIX, muestra que es posible ser santo en la vida cotidiana correspondiendo a la vocación a la que se ha sido llamado.
Jerônimo de Castro Abreu Magalhães nació en Magé y Zélia Pedreira Abreu Magalhães en Niterói. Se casaron el 27 de julio de 1876, en Chácara da Cachoeira, barrio de Tijuca, en la ciudad de Río de Janeiro.
El, ingeniero civil y ella una joven abogada, con cuidada formación artística, literaria y científica, de modo que a los 14 años tradujo del italiano al portugués la obra de Cesare Cantu “Il Giovinetto”.
El deseo de Jerônimo y Zélia siempre fue el de agradar a Dios desde el periodo en el que se conocieron, cuando en el intercambio de miradas ya quedó claro que el enamoramiento suyo sería un enamoramiento diferente, declaró don Roberto Lopes, vicario episcopal de la Vida Consagrada y responsable de los procesos de canonización de la Archidiócesis de Río de Janeiro, según una nota de Portalum.
"Zélia y Jerônimo eran muy apasionados. la vida de oración fue creciendo dentro del corazón del hogar. Educaron a sus hijos para Dios, y la Eucaristía era algo que procuraban hacer presente para el pueblo de Dios que lo buscaba", destacó.
De este matrimonio nacieron 13 hijos, cuatro fallecidos en tierna edad, los demás (tres hombres y seis mujeres) abrazaron diferentes órdenes religiosas, entre ellos el fraile franciscano José Pedreira de Castro, profesor de ciencias bíblicas que fundó en1956 un Centro Bíblico y un curso de Sagrada Escritura por correspondencia.
En la hacienda donde vivían había una capilla en la que innumerables veces al día el matrimonio era visto rezando, así como también sus esclavos, que iniciaban al trabajo del día siempre con una oración dirigida por Jerônimo y Zélia en el patio de la hacienda.
La investigación histórica sobre Jerônimo de Castro Abreu Magalhães y su esposa Zélia está siendo realizada por una comisión archidiocesana, creada el día 23 de diciembre por el arzobispo Orani João Tempesta.
Desde la década de los 30 hasta la de los 60, la vida de Zélia fue bastante conocida. Su biografía llegó a la sexta edición y fue traducida al yugoslavo, alemán, francés, español, italiano y portugués de Portugal.
Actualmente, hay en Brasil en torno a cincuenta causas de beatificación, de las cuales en 25 figura como postulador Paolo Vilotta, responsable también de la causa de los siervos de Dios Zélia y Jerônimo.
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