San Luis, 4 May. 12 (AICA) La diócesis de San Luis vivió las fiestas del Santo Cristo de la Quebrada y Nuestro Señor de Renca, este jueves 3 de mayo en la localidad de Renca por la mañana y en Villa de la Quebrada por la tarde.
El obispo de San Luis, monseñor Pedro Daniel Martínez, el gobernador Claudio Poggi y numerosos fieles se congregaron para celebrar la Eucaristía y recorrer en procesión las calles de estos pueblos, cantando y rezando por el don de la vida, la familia, el trabajo y la Patria.
En la fiesta del Santo Cristo de la Quebrada monseñor Martínez destacó que “es una expresión de fe muy hermosa. Venir aquí significa valorar la presencia de Cristo para nuestra salvación”, en tanto que el presbítero Luis Paredes, párroco del Santuario, agradeció la presencia de distintas autoridades que arribaron al lugar, y a los fieles promesantes que año a año llegan a al Santuario para manifestar su fe.
El Señor de la Quebrada es una imagen muy pequeña, un Cristo en Cruz y en la historia de su descubrimiento se habla de un hachero que la encontró en el corazón de un algarrobo.
El crucifijo milagroso en Villa de la Quebrada ha dispensado gracias y favores a muchos devotos que a Él recurren en sus necesidades materiales y espirituales. Este año más de 160.000 personas visitaron la pequeña Villa que convoca tanta fe.
Por otra parte, la devoción de Nuestro Señor de Renca también concentra anualmente la atención de los fieles el día 3 de mayo. Renca es una antigua población del nordeste de San Luis, a orillas del río Conlara o Santa Rosa.
Del Señor de Renca cuenta la historia que comienza con la llegada de los jesuitas provenientes del Valle de Limache (Chile), en 1732. Más tarde nace la tradición del “Señor del Espino”, réplica de la antigua imagen que fue descubierta accidentalmente en Chile por un aborigen en el tronco de un árbol (espino). En su honor construyen la capilla de Nuestro Señor de Renca, considerada una de las más antiguas de San Luis.+
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