Miercoles 6 Abr 2016 Ciudad del Vaticano (AICA) El papa Francisco presidió hoy en la Plaza San Pedro la audiencia general, en la que prosiguió con su catequesis sobre la misericordia y explicó cómo el Señor la llevó a su plenitud.
Decenas de peregrinos saludaron el paso del papamóvil y aplaudieron la decisión del pontífice de visitar la isla de Lesbos, para denunciar la “irracional, inhumana y cruel expulsión” de refugiados.
“Todo el Evangelio es una muestra de ese amor puro, gratuito y absoluto que llega al culmen con el Sacrificio de la Cruz”, destacó el Papa y recordó que “Jesús comienza su misión poniéndose en la fila de los pecadores, para recibir el bautismo de Juan, mostrándonos así su compasión, su solidaridad con la condición humana”.
El Pontífice afirmó que “en la sinagoga de Nazaret afirma que todo lo que hará será cumplir este programa inicial, llevando consolación, salud y perdón a quien acudía a Él” y puntualizó que en el Jordán, ninguno pudo entender este gesto, sólo el Padre, que declara: “Este es mi Hijo, el amado, mi predilecto”, ratificando con la unción del Espíritu el camino que el Señor ha tomado.
Francisco indicó que “en la Cruz contemplamos este gran misterio de amor” y agregó “el inocente muere por los culpables y, desde ella suplica al Padre el perdón para todos, sin excluir a nadie”.
“No debemos temer reconocernos pecadores, pues ha llevado nuestro pecado sobre su Cruz y, cuando nos confesamos arrepentidos, tenemos la certeza de su perdón”, concluyó.
El Papa saludó luego a los peregrinos de lengua española, a quienes invitó a acercarse “al sacramento de la Reconciliación que actualiza la fuerza del perdón que nace de la cruz y renueva en nosotros la gracia de la misericordia divina, haciéndonos capaces de amar y perdonar como el Señor nos enseñó”.
Tras realizar los saludos en las distintas lenguas ha dedicado unas palabras a los jóvenes, los enfermos y los recién casados, a quienes exhortó a mirar “al modelo de la Virgen María para vivir este tiempo pascual en escucha de la Palabra de Dios y con la práctica de la caridad, viviendo con alegría la pertenencia a la Iglesia, la familia de los discípulos misioneros del Cristo Resucitado”.
Asimismo, recordó que hoy se celebra la Tercera Jornada Mundial del Deporte por la Paz y el Desarrollo, por lo que afirmó “el deporte es un lenguaje universal, que acerca a los pueblos y puede contribuir a hacer que las personas se encuentren y superar los conflictos” y alentó a vivir la dimensión deportiva como entrenamiento de virtud en el crecimiento integral de los individuos y de las comunidades.+
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