En Kenia ofrecemos una formación técnica a través de nuestros institutos: el Don Bosco Embu, Makuyu, La ‘Ciudad de los Muchachos’ en Nairobi y el campo de refugiados "Don Bosco" para los jóvenes de Kakuma en el condado de Turkana. Tenemos una presencia establecida en el campo de refugiados de Kakuma y trabajamos con los refugiados desde 1993 como operativos del Alto Comisariado para los Refugiados de las Naciones Unidas (ACNUR) sobre todo en el ámbito de la formación profesional.
De acuerdo con varias consultas y una evaluación de las necesidades reales realizadas por el ACNUR, sería necesario ampliar el alcance del centro Don Bosco en Kakuma en el campo de la Instrucción Técnica, de modo que pueda dar cabida a un mayor número de estudiantes entre los refugiados y miembros de la comunidad Turkana y ofrecer una formación más profesional.
Nosotros salesianos que tenemos en nuestro haber más de 30 años de experiencia en el campo de la formación profesional en Kenia y creemos que tenemos las habilidades técnicas y capacidades necesarias para proporcionar una formación completa para los refugiados y los jóvenes alojados en la comunidad y contribuir al crecimiento económico en Kenia y prever una fuente alternativa de ingresos como consecuencia de los efectos que el cambio climático ha dado lugar a la economía mundial, transformando la vida de muchas personas.
Administramos un centro principal, que ofrece todos los cursos técnicos que ofrecemos junto con las matemáticas y programas informáticos; una segunda institución, situada en el campo, formamos cada año unos 320 jóvenes en el sector agrícola. Un tercer lugar, es la impostación tecnológica con un enfoque al servicio de la comunidad donde ofrecemos formación en informática y tecnología, programas de alfabetización y aritmética; y una cuarta, la nueva sede, donde desde el principio del año pusimos en marcha varios cursos.
En los últimos años el centro Don Bosco en Kakuma ha capacitado a miles de jóvenes. En el año 2015 en los diferentes centros que gestionamos en el campo se han inscrito 3774 estudiantes y 2843 fueron graduados. Una vez que termina el periodo de formación, los estudiantes afrontan un examen administrado por el Gobierno de Kenia (NITA) y esta manera pueden acceder a un título oficial. El próximo año esperamos comenzar los cursos de preparación para ayudarle a obtener al menos una calificación profesional. Por el momento sólo podemos ofrecer cursos básicos de formación técnica, pero nos gustaría proponer programas que permitan a los estudiantes adquirir habilidades suficientes en las áreas de su elección. El UNHCR y las otras instituciones han apoyado plenamente este proyecto y desean que sea una realidad muy pronto.
Con estas premisas, hemos comenzado la construcción de un Instituto Técnico conectado con el propio campo. Después de obtener las autorizaciones necesarias por parte de la Congregación, tras un diálogo con la Diócesis, tenemos un gran espacio de terreno, y estamos pensando en cercarlo. También se identificó el lugar para un pozo subterráneo. Hemos recibido proyectos y presupuestos, pero estamos a la espera de alguna institución caritativa para construir el Instituto.
La parroquia católica de la Santa Cruz
Los salesianos están comprometidos en la única Paroquia en todo el campo de refugiados de Kakuma, la Parroquia "Santa Cruz", que pertenece a la diócesis de Lodwar. Son dos sacerdotes salesianos, que están comprometidos en la gestión de los centros de formación profesional, apoyados por 2 hermanas, 2 catequistas a tiempo completo, 8 empleados catequistas y laicos que desempeñan funciones principales en la parroquia, y donde varios grupos están activos. La parroquia cuenta con 8 centros donde se celebra la Misa. Están activas 45 pequeñas comunidades cristianas, dirigidas por animadores muy comprometidos, acompañados por 2 hermanas. La presencia de un gran número de jóvenes, que porcentualmente son la mayoría entre los refugiados del campamento, constituye un ámbito ideal para el apostolado salesiano.
Los clubs “Savio”
A veces entre los refugiados existen malentendidos y tensiones creados entre miembros de diferentes tribus. No siempre los niveles de formación están a la altura de los estudiantes de las escuelas primarias, dado el gran número de niños que asisten en cada escuela y la falta de recursos. Hemos tomado nota de esta situación y hemos desarrollado un programa de educación adicional para niños de entre 6 y 11 años, a los cuales se les enseña Inglés, matemáticas, kiswahili, higiene, buenos modales, el catecismo y las oraciones. Cada día los niños pueden disfrutar de tres horas de clases. En sucursales de la parroquia tenemos cerca de 600 niños que participan en este programa. Es maravilloso ver cómo hablan diferentes idiomas, para interactuar con personas de diferentes tribus, obtener buenos resultados en el estudio de primaria y, en general, son muy inteligentes y preparados. Con la ayuda del dr. Alfons y un grupo que trabaja proveniente de Alemania, podemos ayudar a estos niños a ser buenos cristianos y honrados ciudadanos.
El Centro Juvenil Don Bosco
Los que viven en el campo de refugiados encuentra que muchos niños y jóvenes participan de las actividades propuestas por los que manejan la institución. Muchos niños y jóvenes asisten a nuestro centro para participar en los juegos, en los momentos de oración y de recreo. Esta orientación está en plena armonía con la idea de Don Bosco para mantener a los jóvenes fuera de las calles, donde están expuestos a peligros de todo tipo, y ofrecerles un ambiente seguro y estimulante. Utilizan el limitado espacio disponible en el campo. Mientras tanto, ya hemos buscado un lugar adecuado para la escuela y el oratorio.
Dios tiene sus planes y se encargará de la construcción en el momento. Si bien en busca de un espacio para los jóvenes, muy cerca de nosotros, a causa de las fuertes lluvias del año pasado era necesario trasladar a muchas personas a zonas más seguras. Así, se ha puesto a disposición una buena parte de nuestro terreno. A raíz de nuestra solicitud, el Gobierno y la UNHCR nos ha proporcionado un espacio de terreno, que ya le habíamos puesto las vallas y donde teníamos la intención de construir campos de fútbol, baloncesto, voleibol y un múltisala.
Si tenemos los fondos necesarios, nos gustaría construir una sala en la que nosotros y otras instituciones, los programas que proponen para los jóvenes y reuniones para el público en general. En este complejo se le dará el nombre de “Centro Juvenil Campo de refugiados de Kakuma” y será un lugar de encuentro para muchas personas.
Estas son algunas de las actividades del Centro "Don Bosco" en Kakuma. Somos la única institución en este campo, y por lo tanto tenemos que hacer frente a varios desafíos, pero también somos muy apreciados por la labor que realizamos. Estamos seguros de que Don Bosco estará orgulloso de la dedicación de sus hijos que cuidan de estas personas marginadas. Nuestra vida con ellos nos recuerda que nuestro hogar permanente no es aquí en la tierra, pero tenemos que trabajar duro para hacer que la casa que tenemos aquí en la tierra se parezca al del cielo.
En un mundo en el que las consecuencias del mal son más evidentes, la tarea de crear el paraíso en la tierra es difícil, pero es posible.
escrito por Giovanni Rolandi
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