UNICEF es United Nations International Childen's Emergency Fund (Fondo Internacional de las Naciones Unidas para la Emergencia de los Niños), una organización que nació para atender a los niños víctimas de guerras ocurridas en Europa y China. Desde su fundación en 1946, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) es una organización supuestamente apartidaria y sin tendencia religiosa; ha desempeñado su labor en los hogares, las escuelas, los centros sanitarios y las instituciones, trabajando con las comunidades y mejorando la situación de las niñas y niños del mundo. En su página web, dice que su misión consiste en proteger y dar a conocer sus derechos de manera que todos los niños y niñas puedan desarrollar plenamente sus capacidades.
Realiza diversas actividades de beneficencia alrededor del mundo y cuenta con grandes aportes económicos provenientes de particulares y empresas que adhieren a esta causa. Ha logrado instalar su nombre como toda una marca que goza de gran reputación en todo el planeta. Asimismo, personalidades del deporte, del espectáculo y del mundo de la política se prestan para dar apoyo para difundir las actividades de esta organización; así encontramos entre sus "embajadores" a Roger Federer, David Beckham, Shakira, Emanuel Ginobili, entre otros.
Hasta ahí, todo bien. Todo cierra. Y son millones de personas los que se conmueven (y le aportan dinero) con el propósito de UNICEF. Pero tras estos nobles objetivos de esta organización, hay oscuras intenciones para con la infancia alrededor del mundo que merecen darse a conocer.
Desde el momento de su fundación, UNICEF procuró insistentemente intervenir en la mayor cantidad de países difundiendo sus métodos non sanctos para evitar nacimientos y reducir así la natalidad. Al ser rechazadas masivamente todas sus iniciativas, la Organización Mundial de la Salud volvió a la carga con un título más digerible: "salud reproductiva".
Entre 1987 y 1990 UNICEF participó de manera sustancial en programas de planificación familiar en Nepal, Malawi, Jamaica, Burundi, Kenia, Capo Verde, Tanzania y China.
En 1987 en la Conferencia Internacional para mejorar la salud de mujeres y niños a través de la planificación familiar, celebrada en Nairobi (Kenia), UNICEF apoyó abiertamente el aborto como "servicio legal, de buena calidad y accesible a todas las mujeres".
En 1992, UNICEF hizo presiones para legalizar el aborto en los países en los que es ilegal. Estas presiones ya se habían constatado en 1990, motivo por el cual en la sesión del 16 de abril de 1990 el observador permanente de la Santa Sede ante la ONU, el arzobispo Renato Martino, denunció estas prácticas.
El 17 de abril, Martino, frente al Ejecutivo del Fondo de la ONU para la Infancia denunció que UNICEF se ha convertido en una promotora del aborto.
La reiterada participación de UNICEF en programas de reducción de los nacimientos llevó a la Santa Sede a retirar en 1996 la simbólica contribución anual que realizaba y que buscaba alentar la generosidad de los católicos.
En particular, la Santa Sede denunció:
# La publicación por parte de UNICEF de un manual en el que se recomienda la distribución de productos abortivos para los refugiados.
En particular, la Santa Sede denunció:
# La publicación por parte de UNICEF de un manual en el que se recomienda la distribución de productos abortivos para los refugiados.
# Las presiones que ejerce UNICEF ante algunos países para que cambien la legislación que prohíbe el aborto.
# La participación en programas de distribución de anticonceptivos.
Si bien negó algunas de las acusaciones de la Santa Sede, UNICEF presentó en el informe anual de ese año la planificación familiar (que incluye el aborto) como "uno de los medios más eficaces para combatir la pobreza".
Es lamentable que UNICEF en Argentina no hable abiertamente de su pensamiento pro abortista, es decir, de favorecer los viles asesinatos contra seres inocentes que están en los vientres de sus madres.
Más allá del debate moral en torno al aborto, si está bien o no, si hay que legalizarlo o no, hay que subrayar que es un gran negocio que mueve millones de dólares. Y hay muchas empresas más que interesadas en que el aborto se legalice porque podrán vender sus productos y métodos abortivos... y a esos empresarios nada les importa la vida de millones de inocentes ni las secuelas psicológicas y afectivas que dejan en las mujeres que abortan.
(fuentes: http://www.unicef.org/, http://www.ipas.org/, http://www.vidahumana.org/)
Recomendamos leer: http://es.catholic.net/sexualidadybioetica/352/790/articulo.php?id=14077
No hay comentarios:
Publicar un comentario