Buscar en mallinista.blogspot.com

martes, 24 de junio de 2008

¿Está bien tener relaciones sexuales en el noviazgo?

Uno de los cuestiones más difíciles para conversar por estos tiempos es acerca de la sexualidad y todo lo que este tema acarrea. Y cuando educamos, hablar de sexo puede volverse un tanto complicado porque cuesta unificar criterios acerca de la moralidad (o no) de diversas cuestiones; lo que es peor aún, es el hecho de no saber respetarnos entre nosotros a la hora de opinar y poner en práctica lo que uno cree y piensa. Mucha gente tiene demasiados prejuicios acerca de lo que Nuestra Madre Iglesia enseña sobre sexualidad.

En los tiempos que corren, en donde la gran mayoría de los mensajes que recibimos desde los medios de comunicación están relacionados con el sexo, las relaciones humanas también se van erotizando cada vez más. Cada vez sea hacen más frecuentes las relaciones "touch and go", las relaciones en donde se prioriza el "pasarla bien", en donde el placer genital es lo que más se busca y lo que suele regir las relaciones entre adolescentes, jóvenes y adultos.

La sexualidad en el noviazgo

Consideramos que el noviazgo es un tiempo compartido entre una chica y un chico basado en el amor, la fidelidad, la mutua confianza en donde ambos se preparan para un día contraer matrimonio y, posteriormente, ser padres.

Independientemente de que si los novios terminan casándose o no, el noviazgo será auténtico si ha servido para que los novios hayan podido crecer humanamente. Si un noviazgo implicó frustración, soledad y el impedimento para crecer como persona, es muy probable que no haya sido un noviazgo propiamente dicho.

Hoy en día, muchos chicos y chicas que están de novios no ven mal el hecho de tener "relaciones sexuales", lo que popularmente se conoce como "hacer el amor" ¿? (¿el amor se hace?). Cada vez suele ser más común que novios decidan irse juntos de vacaciones. Es así que conceptos como la virginidad o la castidad son deformados o ridiculizados como si se tratara de "ideas retrogradas".

Los argumentos más usados por los jóvenes que se justifican en las bondades de "tener relaciones sexuales" es que hacerlo sería una clara demostración del "amor" que se tienen, que es lo "más natural", lo "más normal". Y se suele ir más allá cuando alguien les habla de virginidad diciendo que eso es "represión sexual" o meras "cuestiones desubicadas de la Iglesia". Influye considerablemente el mensaje que se recibe desde la televisión, cine, revistas, Internet y la música en donde los ídolos populares muestran que tener se puede tener una actividad sexual más que placentera y se ridiculiza al matrimonio como enemigo de la "pasión".

Las cosas por su nombre

Lamentablemente, el concepto de Amor varía mucho de persona a persona. Lo que uno puede entender sobre las implicancias de amar y estar enamorado no necesariamente es lo que puede significar para otras personas.

Muchas personas confunden al amor con el querer satisfacer propios impulsos sexuales y sus caprichos. Está prácticamente instalado que nadie quiere sufrir por amor; todos le huimos cobardemente al sufrimiento y caemos paulatinamente en la insensibilidad para evitar los sinsabores que puede tener el amor. Nada más lejos de lo que verdaderamente es el amor.

En el Amor no hay medida: no se puede decir que uno "ama mucho" o que "ama poco"; la única medida en el amor es todo. El verdadero amor es aquel que implica la entrega total de una persona para con la otra; esa entrega es libre e incondicional. Cuando una pareja se ama recíprocamente, no se puede decir que dejan de ser libres sino que, en realidad, potencian su propia libertad.

El amor auténtico se manifiesta desde Dios, en Dios y con Dios. Ésto es, los novios deben darle a Dios un lugar importante en el proyecto de vida que van construyendo cuando se ponen de novios. Es por eso que es muy importante que los novios compartan momentos de oración, Misas y Eucaristías para que sea el Señor quien guíe sus pasos.

El placer sexual es muy bueno porque el mismo Dios lo ha puesto a disposición de todos nosotros. Pero hay que tener cuidado de denigrar el santo sentido que Dios le ha puesto al sexo. Cuando uno usa el propio sexo y, peor aún, el sexo de otra persona como instrumento de placer está yendo en contra de la naturaleza misma de la sexualidad humana.

Cada ser humano debe aprender a ser dueño de la propia sexualidad, lo que significa que uno no debe esclavizarse de los propios instintos sino que sabe dirigirlos y utilizarlos para un bien superior, que es el realizarse como persona en un matrimonio y dar vida engendrando a los hijos.

Uno puede hacer uso del placer genital como Dios manda cuando la pareja está consolidada, madura y hay un sólido compromiso de por medio. El sexo tiene dos fines:

■ unitivo: el acto sexual sirve básicamente como un momento de pleno encuentro de dos personas que se aman, no solo a nivel de piel sino también al nivel del alma.
■ procreativo: este es el otro fin importante del acto sexual, es la posibilidad de ser instrumentos de Dios para generar una nueva vida.

Para que una pareja llegue a la madurez, es necesario que haya atravesado varias etapas, crisis, dolores como también momentos inolvidables de alegrías, celebraciones y encuentros. Recién cuando la pareja llega a la madurez y está la seguridad que da un compromiso asumido para construir una familia, es ahí cuando el acto sexual será como Dios lo ha pensado para el ser humano.

Los novios deben aprender juntos a manejar la sexualidad, sabiendo ser libres y no esclavos de las pasiones. Educar la sexualidad en el noviazgo es todo un camino que no es nada sencillo, exige mucho diálogo, mucha comprensión, muchas esperas y, sobre todo, saber morir a los propios egoísmos en pos de la verdadera felicidad de los dos.

Una familia se construye sobre la roca, es decir, sobre la certeza que puede tener una pareja de que estarán juntos más allá de las circunstancias que le depare la vida compartida. Una familia se construye desde el amor que una vez se profesaron los novios con total libertad y total responsabilidad. Es por eso que decimos que el noviazgo no debe ser tomado a la ligera, ya que es el momento en donde ya estamos construyendo nuestra familia.

¿Es pecado cometer "actos impuros" en el noviazgo?

Una de las controversias que se presentan en noviazgos es si determinadas manifestaciones del amor que se profesan el uno al otro puede ser ocasión de pecado, es decir de ofensa a Dios. Para determinar si es pecado cometer "actos impuros", es clave ser sincero con uno mismo... y con Dios. Sabemos que puede ser muy fácil es mentirse a uno mismo en nombre del amor...

Hay que decir que no se puede determinar un límite claro como para decir "hasta acá" no es pecado y "de acá en más" es pecado. Pero, aún así, se pueden establecer algunos conceptos claros; caer en el relativismo no es para los que seguimos a Cristo.

Hay que saber distinguir lo que son los propios deseos sexuales, los propios instintos que nos pueden movilizar a tener determinados gestos (caricias, abrazos, besos) y lo que es el amor que trasciende lo meramente carnal.

Es importante tener en cuenta que si un muchacho y una chica que se quieren mucho pueden ser presos de sus propios instintos y llegar a un punto que no les será favorable.

Hay que tener cuidado con determinadas caricias porque pueden ser un peligroso combustible para que las pasiones se vuelvan incontrolables en determinado momento. Se sabe que por cada "paso adelante" que se da en cuanto a las caricias es casi imposible después volver atrás porque entra en juego los instintos sexuales. Es ahí que determinadas caricias, por más consentidas que hayan sido, pueden ser ocasión de pecado.

Uno peca cuando se opone a la voluntad de Dios. Además, cuando uno peca está también atentando contra la propia persona y contra el otro.

Uno puede decir que ama verdaderamente al otro cuando es capaz de comprometerse a formar una familia con ella. Uno puede decir que ama verdaderamente al otro cuando ya es capaz no solo de aceptarlo tal como es ahora, con virtudes y defectos, sino también con su pasado... y con su futuro. Ser capaz de tremenda donación para con otra persona no se logra de un día para otro, sino por medio de un noviazgo bien llevado, tal como Dios manda.

Si se tiene el "acto sexual" sin estas condiciones estamos pecando porque muy probablemente estamos cediendo más a los propios impulsos carnales que al verdadero amor que es el que verdaderamente construye a la persona y la hace libre.

Es importante confiar siempre en la Misericordia Infinita de Dios. Sin llegar a especular con eso de que "Dios todo lo perdona", uno debe animarse con que Él siempre perdona a un corazón sinceramente arrepentido y siempre nos invita a volver a ponernos de pie...

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Ciertamente dios quiere que las cosas pasen de cierta forma, gracias a ustedes y la forma en que las cosas se explican en este post...

Anónimo dijo...

HERMOSO y VERDADERAMENTE CIERTO! Me encanto todo lo que esta escrito aqui. Yo soy joven y desgraciadamente he caido en este circulo vicioso al que la sociedad de hoy en dia nos empuja. Pero tambien soy Cristiano y se que esto va en contra de la voluntad de Dios. Ojala que los jovenes abramos los ojos y nos alejemos de todo eso que nos llena de impurezas y que nos lleva a pecar en contra de Dios Nuestro Senior.
GRACIAS, me sirvio mucho este articulo.

mallinista dijo...

Anónimo del 26 de febrero de 2010 21:33

La Misericordia de Dios es infinitamente mucho más grande que cualquier pecado. Confiá en Dios.

Ahora bien, lo importante es ponerse de pie y, junto a Cristo, navegar mar adentro. No caminés solo! Buscá el apoyo de una comunidad en el fe!

Ánimos!

Anónimo dijo...

Es un tema tan delicado, princialmente en una sociedad tan cambiante, donde los jovenes vienen con otra mentalidad. Pero es un circulo visioso que se puede vencer solo con la ayuda de nuestro señor Jesucisto.Llevar un noviazgo cristiano es dificil pero si se puede cuando las personas se aman y respetan verdaderamente.

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...