Desde el amanecer, cuando me despierte, lo primero que haré será invocarte para que todo mi día goce de tu asistencia continua, de tus inspiraciones y consejos, y te invocaré con la oración que te es tan agradable y que nos enseñó tu Esposa, la Santísima Virgen: “VEN ESPÍRITU SANTO, VEN POR MEDIO DE LA PODEROSA INTERCESIÓN DEL CORAZÓN INMACULADO DE MARÍA, TU AMADÍSIMA ESPOSA”.
Con esta oración te llamaré en mi ayuda y me pondré bajo tu guía, y espero repetirla también antes de comenzar alguna acción importante de mi jornada, porque como nos ha dicho la Reina de la Paz: “Pidan el Espíritu Santo, porque el que posee el Espíritu Santo, lo tiene todo”.
Yo quiero obedecer a María e invocarte muchas veces en el día, y así tendré tu asistencia continua y seré feliz ya aquí en esta tierra, porque tú eres Espíritu de Gozo y de Alegría espiritual.
¡Te amo, Espíritu Santo, y quiero que me poseas completamente y me hagas cada día más santo y más sabio!
Ven Espíritu Santo,
ven por medio de la poderosa intercesión
del Corazón Inmaculado de María,
tu amadísima Esposa
ven por medio de la poderosa intercesión
del Corazón Inmaculado de María,
tu amadísima Esposa
(fuente: http://www.devocionesypromesas.com.ar/)
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