Dos décadas para levantar el santuario de la Virgen de Fátima en San Juan

Vista del Santuario

Está al lado de la parroquia que tiene más de medio siglo y quedó chica para albergar a sus fieles.

Trabajan a contra reloj y están en la parte más complicada, que es dejar a punto todos los detalles finos. Los obreros no tienen horario y hasta la gente de la comisión Pro Templo está ayudando. El polvo y el ruido de los martillos invaden el lugar y el Cristo de madera tallada espera ser colocado justo en el centro del altar. Todos trabajan sin descanso para que hoy, el nuevo templo de la Virgen de Fátima abra sus puertas tras 20 años de espera. El día no fue elegido al azar, ya que esta es la fecha en que la Virgen de Fátima hizo su última aparición. Además, en la celebración, se consagrará esta construcción como Santuario, es decir, un lugar donde se recuerda milagros o apariciones.

La historia de este nuevo templo está plagada de traspiés. Hace dos décadas, el padre Diego Navarro decidió su construcción pero recién ahora los fieles podrán disfrutar de un lugar lleno de mística. La apertura de un nuevo templo responde a la necesidad de los fieles que son cada vez más, por lo que la parroquia que tiene más de medio siglo ya les quedó chica. La idea de tener un espacio más amplio surgió, de manera firme, en 1990 y fue cuando se decidió crear una comisión Pro Templo para empezar a reunir el dinero necesario para la construcción. Sin embargo, en 1960, hubo un intento de edificar una parroquia de estilo colonial y de ladrillo, también al lado del antiguo templo, pero la idea no prosperó.

Durante el gobierno de Raúl Alfonsín, volvió a resurgir la necesidad, pero la hiperinflación frenó todo proyecto. Para poder levantar el templo que se inaugurará hoy, un grupo de familias devotas y hasta empresarios de toda la provincia hicieron su aporte económico durante más de diez años. Recién en el 2000 se puso la piedra basal del templo y lo hizo Monseñor Italo Di Stéfano, poco antes de irse de la provincia. Dos años después, los fondos de la parroquia quedaron atrapados en el corralito financiero. El dinero ahorrado durante una década quedó retenido en dos bancos y la obra se estancó.

Fue recién en el 2004, cuando el párroco era Víctor Hugo Gallardo, que se armó un equipo de trabajo integrado por la artista plástica Mirta Romero, encargada de crear los vitrales y las figuras talladas en madera, que representan desde la aparición de la Virgen hasta los milagros que realizó Cristo. Estos toques artísticos (aporte ad honorem de la escultora) es lo que hacen del templo prácticamente una obra de arte.

Otra de las cosas llamativas es que por su diseño y el modo de la iluminación, se asemeja a una caverna, donde la luz fluye al final del camino. Lo que también quisieron es imitar de algún modo la gruta de la Virgen que está al costado de la antigua parroquia. Es por eso que el altar también está cubierto de piedra volcánica que los mismos fieles trajeron de La Laja, Albardón. La capilla del Santísimo, ubicada en el costado sur del templo, es otro de los detalles arquitectónicos que se destacan del lugar. Desde la parroquia dijeron que la antigua construcción seguirá abierta a los fieles, y es la que se construyó con los restos del material que rescataron de la Catedral que se derrumbó durante el terremoto del "44.

Para acelerar la construcción del templo, desde hace unos meses, personal del Obrador Central, que depende de Arquitectura de la provincia, está trabajando en la terminación de los detalles finos.



La ceremonia

Hoy, a partir de las 20, monseñor Alfonso Delgado llevará a cabo la ceremonia de consagración del nuevo templo, mediante la que se lo declarará como santuario. El santuario es un espacio dedicado a la Virgen, y sirve para recordar a los fieles que ocurrieron acontecimientos milagrosos. Esto se realizará hoy porque se recuerda la última aparición de la Virgen de Fátima (1917) ante los tres pastores. La primera aparición fue el 13 de mayo de ese mismo año.

escrito por Mónica Martín

(fuente: www.diariodecuyo.com.ar)