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domingo, 31 de octubre de 2010

Halloween y Cristianismo

1- ¿Qué es realmente Halloween?

De manera creciente Halloween va incorporándose a la mentalidad común como un acontecimiento de jóvenes y niños. Es impulsado desde los medios de comunicación social, institutos de inglés, desde boliches bailables e incluso algunos colegios católicos permiten que sus alumnos festejen y celebren Halloween.

¿Pero qué es realmente Halloween? ¿Es solamente una fiesta? ¿Es una ocasión para disfrazarse y divertirse? ¿Es una fiesta similar a la fiesta de todos los santos o de los difuntos que celebra la Iglesia? ¿Es otra manifestación de la cultura globalizada a la que nos tenemos que acostumbrar? ¿Qué significado encierra esta fiesta? ¿Cuáles son sus orígenes? ¿Cuáles son los valores que encierra en sí? ¿Cómo influye en la mentalidad de nuestros hijos?

En estas líneas se tratará de dar algunas pistas para responder a estos interrogantes.


2- Origen del Halloween y su relación con la Fiesta de Todos los Santos

El origen celta

El halloween tiene un origen ajeno a la fe cristiana. Esta celebración se atribuye a los celtas (que vivían en la actual zona de Irlanda) y se llamaba originalmente "Samhain", que entre otras cosas, tenía como objetivo dar culto a los muertos. La invasión de los romanos (46 a.C.) a las Islas Británicas dio como resultado la mezcla de la cultura Celta con los usos y costumbres de la Europa continental. El Druidismo, religión de los celtas, fue disminuyendo paulatinamente con la evangelización cristiana, y terminó por desaparecer en la mayoría de las comunidades celtas a finales del siglo II.

Las festividades de Samhain se celebraban muy posiblemente entre el 5 y el 7 de noviembre con una serie de festividades que duraban una semana, finalizando con la fiesta de "los muertos" y con ello se iniciaba el año Celta.


Antecedentes de la festividad cristiana

→ Siglo IV: la iglesia de Siria consagraba un día a festejar a "Todos los mártires".

→ Año 615 d.c: el Papa Bonifacio IV (+615) transformó un templo romano dedicado a todos los dioses (pantheón) en un templo cristiano dedicándolo a "Todos los Santos".

→ Año 741 d.C: el Papa Gregorio III cambió la fecha de la fiesta en honor de Todos los Santos que se celebraba inicialmente el 13 de mayo al 1° de noviembre, que era el día de la "Dedicación" de la Capilla de Todos los Santos en la Basílica de San Pedro en Roma.

→ Año 840 d.C: el Papa Gregorio IV ordenó que la fiesta de "Todos los Santos" se celebrara universalmente. Como era una fiesta mayor, tuvo su celebración vespertina en la "vigilia" para preparar la fiesta (el día 31 de octubre). Esta celebración cristiana de la vigilia o tarde del día anterior a la fiesta de todos los Santos, dentro de la cultura inglesa se llamó "All Hallow's Even" (Vigilia de todos los Santos). Con el tiempo su pronunciación fue cambiando primero a "All-Hallowed Ev" y posteriormente a "All Hallow Een" para terminar con la palabra que hoy conocemos: "halloween".

→ Año 998 d.C: San Odilón, abad del monasterio de Cluny (en el sur de Francia) había añadido la celebración del 2 de noviembre, como una fiesta para orar por las almas de los fieles que habían fallecido, por lo que fue llamada fiesta de los "Fieles Difuntos", la cual se difundió en Francia y, posteriormente al resto de la Iglesia.

Halloween tiene de cristiano solamente un nombre deformado, pues la esencia de la fiesta de Todos los Santos y de los Fieles Difuntos es totalmente distinta a la costumbre anglosajona de la cual nació la Fiesta de Halloween.


3.- Disfraces y Costumbres. “Obsequio o daño”

Disfrazarse y solicitar dulces a cambio de no hacer daño. Esa es la propuesta “divertida” de Halloween

→ Los Disfraces

Origen: Europa sufrió durante un largo período de tiempo la "peste bubónica" (también conocida como la "muerte negra") la cual aniquiló a casi la mitad de la población. Esto creó un gran temor a la muerte y una enorme preocupación por ésta. Se multiplicaron las misas en la fiesta de los Fieles Difuntos y nacieron muchas representaciones satíricas que le recordaban a la gente su propia mortalidad.

Estas representaciones eran conocidas como “Danzas de la Muerte”. Dado el espíritu burlesco de los franceses, en la víspera de la fiesta de los Fieles Difuntos (1 de Noviembre), se adornaban los muros de los cementerios con imágenes en las que se representaba al diablo guiando a Papas, reyes, damas, caballeros, monjes, campesinos, leprosos, etc…, y los conducía hacia la tumba. Estas representaciones también se hacían por medio de cuadros plásticos, con gente disfrazada de personalidades famosas y en distintas etapas de la vida, y que incluía por supuesto a la muerte a la que todos debían de llegar. De estas representaciones, se fue estableciendo la costumbre de disfrazarse durante estas fechas.

→ “Obsequio o daño”
La tradición del "obsequio o daño propia del Día de Halloween tiene su origen en la persecución que hicieron los protestantes en Inglaterra (1500-1700) contra los católicos. En este período, los católicos no tenían derechos legales. No podían ejercer ningún puesto público y eran acosados con multas, impuestos elevados y hasta cárcel. El celebrar misa era una ofensa capital y cientos de sacerdotes fueron martirizados por ejercer su ministerio.
En esta época hubo un intento de los católicos de asesinar al rey protestante Jaime I utilizando pólvora de cañón. Sin embargo el complot fue descubierto y los instigadores fueron a la horca. Esto se convirtió en una gran celebración en Inglaterra (incluso hasta nuestros días). Los protestantes de esas regiones, ocultos con máscaras, celebraban esta fecha (los primeros días de noviembre) visitando a los católicos y exigiéndoles cerveza y comida para su celebración amenazándolos que les harían daño si no proveían esto para el festejo. Esta costumbre fue llevada por los emigrantes a las nuevas tierras de Norteamérica, tradición que se fue uniendo al Halloween. Si bien en Europa esta fiesta fue perdiendo fuerza, en América se constituyó en un signo de identidad de su cultura.


4.- Relación con el ocultismo y la brujería. ¿Somos concientes de todo lo que implica esta costumbre?

Muchos grupos satánicos y ocultistas han tomado el 31 de octubre como la fecha más importante de su calendario. Ese día es llamado el día del "Festival de la muerte" y constituye la víspera del año nuevo para la brujería.

Anton LaVey, autor de "La Biblia Satánica" y sumo sacerdote de la iglesia de satanás, dice que el día más importante para los seguidores del maligno es el de Halloween. En esta noche los poderes satánicos ocultos y de brujería están a su nivel de potencia más alto. Satanás y sus poderes están en su punto más fuerte esta noche.

El halloween está directamente ligado al ocultismo. Es un hecho registrado y documentado que en la noche del 31 de octubre en Irlanda, Estados Unidos y muchos países de Hispanoamérica se realizan misas negras, cultos espiritistas y otras reuniones relacionadas con el mal y el ocultismo.

Haciendo un simple análisis, es evidente la connotación negativa de las imágenes con que se "adornan" tarjetas, afiches, pegatinas y disfraces relacionados al Halloween. Salta a simple vista que el mensaje de amor, caridad, paz y esperanza que nos trajo Nuestro Señor Jesucristo se haya totalmente divorciado de estas imágenes sangrientas, que retratan a brujas, hechiceras, muertos andantes, vampiros y demás engendros que nada tienen de constructivo. Halloween, es, por sí misma, una "celebración" de la maldad.



5.- Cultura y negocio del terror

Una cultura de consumo que propicia y aprovecha las oportunidades para hacer negocios, sin importar cómo.

Hollywood ha contribuido a la difusión del Halloween con una serie de películas en las cuales la violencia gráfica y los asesinatos crean en el espectador un estado morboso de angustia y ansiedad. Estas películas son vistas por adultos y niños, creando en estos últimos miedo y una idea errónea de la realidad. El Halloween hoy es, sobre todo, un gran negocio.

Máscaras, disfraces, dulces, maquillaje y demás artículos necesarios son un motor más que suficiente para que algunos empresarios fomenten el "consumo del terror". Se busca además favorecer la imitación de las costumbres norteamericanas por considerarse que esto está bien porque este país tiene chapa de “superior”.



6.- Problemas de seguridad de esta fiesta

Toda precaución y cuidados pueden ser insuficientes para salvaguardar a los niños en una "noche de brujas".

Es muy divertido para los niños disfrazarse y salir a la calle en compañía de los hermanos y vecinos a pedir dulces e ir asustando a cuanto desafortunado transeúnte se topa con ellos.

Las posibilidades de un desenlace desagradable en una noche de Halloween no son pocas. Revisemos algunos problemas que se dieron:

■ Los disfraces de Halloween suelen ser oscuros, evidentemente, lo que dificulta la visibilidad de los conductores, quienes suelen distraerse con facilidad. La imprudencia propia de la edad los hace correr de una acera a otra o transitar por en medio de una calle con poca o nula iluminación. Además las enormes máscaras que algunos se colocan obstruyen considerablemente la visibilidad. Muchos han sido los niños que en diferentes países han sufrido accidentes graves debido a que un conductor no vio al niño disfrazado que cruzó la calle corriendo en la noche.

■ Debido a los disfraces ocurre otro fenómeno frecuente: los niños extraviados. Debido a la comercialización masiva de disfraces, es muy fácil que varios niños tengan el mismo atuendo, y en ocasiones la identificación de un niño concreto puede resultar casi imposible.

■ Por otra parte y a pesar de las múltiples recomendaciones de los padres, los niños tienen la tendencia a salir del área en la que se les dio permiso para jugar. La seguridad de estar en un grupo los hace buscar aventuras: entrar a casas abandonadas, cruzar por lotes baldíos o investigar si más allá pueden conseguir dulces.

Un niño no reconoce la diferencia entre una casa y otra, ni en las personas que las habitan. Para ellos lo único importante es recolectar golosinas. A veces con engaños o por la fuerza los niños son introducidos en las casas o edificios para abusar de ellos ¿qué puede hacer un grupo de niños, el hermanito mayor o el jovencito ante quienes son más fuertes?. A veces se confía en el adulto o el joven que vive tres casas más allá, quien amablemente se ofrece a cuidar de ellos esa noche, pero la verdad es que se conoce poco de su persona y de sus verdaderas intenciones.

■ Por ser un día en que todo adulto debe tener golosinas a la mano, los pequeños reciben cualquier cantidad de productos, incluso en su envoltura original, pero otros son preparados con mala intención para esta noche. Uno podría creer que la locura de envenenar o drogar a un niño es impensable. La realidad es que ha ocurrido y que hay locos en todas partes. ¡Si hasta aparecieron tatuajes con droga hace poco tiempo en el mercado!. La tentación a probar todo lo que le regalan para comer en la noche de Halloween, los hace ingerir inocentemente sustancias nocivas para su salud. Esto puede ocurrir en cualquier casa, en el vehículo que se detiene o con el caminante que les ofrece algo de su bolsillo

Podemos tomar innumerables precauciones, pero el fondo de la cuestión es que permitir que los niños participen en el Halloween es potencialmente peligroso. Objetivamente ¿Vale la pena arriesgar la seguridad e integridad de los hijos?



7.- Pensándolo desde la fe

Una propuesta de temas para considerar detenidamente nuestra fe católica y la actitud que debemos tomar ante el halloween.

Ante todos estos elementos que componen hoy el Halloween, vale la pena reflexionar y hacerse las siguientes preguntas:

¿Es que, con tal que se diviertan, podemos aceptar que los niños al visitar las casas de los vecinos, exijan dulces a cambio de no hacerles un daño (estropear muros, romper huevos en las puertas, etc.)? Respecto de la conducta de los demás se puede leer el criterio de Nuestro Señor Jesucristo en Lc 6,31.

¿Qué experiencia (moral o religiosa) queda en el niño que para "divertirse" ha usado disfraces de diablos, brujas, muertos, monstruos, vampiros y demás personajes relacionados principalmente con el mal y el ocultismo, sobre todo cuando la televisión y el cine identifican estos disfraces con personajes contrarios a la sana moral, a la fe y a los valores del Evangelio.? Veamos qué dice Nuestro Señor Jesucristo del mal y lo malo en Mt. 7,17 Mt. 6,13. La Palabra de Dios nos habla de esto también en 1ª Pe. 3, 8-12.

¿Cómo podemos justificar como padres de una familia cristiana que nuestros hijos, el día de Halloween hagan daño a las propiedades ajenas? ¿No seríamos totalmente incongruentes con la educación que hemos venido proponiendo en la cual se debe respetar a los demás y que las travesuras o maldades no son buenas? ¿No sería esto aceptar que, por lo menos, una vez al año se puede hacer el mal al prójimo? ¡Qué nos enseña Nuestro Señor Jesucristo sobre el prójimo? Leamos Mt. 22, 37-40

Con los disfraces y la identificación que existe con los personajes del cine ... ¿no estamos promoviendo en la conciencia de los pequeños que el mal y el demonio son solo fantasías, un mundo irreal que nada tiene que ver con nuestras vidas y que por lo tanto no nos afectan? La Palabra de Dios afirma la existencia del diablo, del enemigo de Dios en St. 4,7 1ª Pe 5,18 Ef. 6,11 Lc. 4,2 Lc. 25, 41

¿Qué experiencia religiosa o moral queda después de la fiesta del halloween? ¿No es Halloween otra forma de relativismo religioso con la cual vamos permitiendo que nuestra fe y nuestra vida cristianas se vean debilitadas?

Si aceptamos todas estas ideas y las tomamos a la ligera en "aras de la diversión de los niños" ¿Qué diremos a los jóvenes (a quienes durante su infancia les permitimos jugar al Halloween) cuando acudan a los brujos, hechiceros, médiums, y los que leen las cartas y todas esas actividades contrarias a lo que nos enseña la Biblia?

Es que nosotros, como cristianos, mensajeros de la paz, el amor, la justicia, portadores de la luz para el mundo ¿podemos identificarnos con una actividad en donde todos sus elementos hablan de temor, injusticia, miedo y oscuridad? Sobre el tema de la paz podemos leer Fil. 4,9 Gál. 5,22. Ver qué dice Jesús sobre esto en Mt. 5,14 Jn. 8,12

Si somos sinceros con nosotros mismo y buscamos ser fieles a los valores de la Iglesia Católica, llegaremos a la conclusión de que el halloween no tiene nada que ver con nuestro recuerdo cristiano de los Fieles Difuntos, y que todas sus connotaciones son nocivas y contrarias a los principios elementales de nuestra fe.

8.-Sugerencias para los padres de familia

¿Cómo darle a los hijos una enseñanza auténtica de la fe católica en estas fechas? ¿Cómo hacer que se diviertan con un propósito verdaderamente católico y cristiano? ¿Qué podemos enseñarles a los niños sobre esta fiesta?

Ante la realidad que inunda nuestro medio y que es promovida sin medida por el consumismo nos preguntamos ¿qué hacer? ¿Taparnos los ojos para no ver la realidad? ¿Buscar buenas excusas para justificar su presencia y no darle mayor importancia a este "juego"? ¿Debemos prohibirles a nuestros hijos participar en el halloween mientras que sus vecinos y amigos se "divierten"? ¿Serían capaces los niños de entender todos los peligros que corren y por qué de nuestra negativa a participar en esto?

La respuesta no es sencilla, sin embargo creemos que sí hay algunas cosas que podemos hacer:


Lo primero es organizar una catequesis con los niños en los días anteriores al halloween, con el objeto de enseñarles el por qué de la festividad católica de Todos los Santos y los Fieles Difuntos, haciéndoles ver la importancia de celebrar nuestros Santos, como modelos de la fe, como verdaderos seguidores de Cristo.


En las catequesis y actividades previas a estas fechas, es buena idea que nuestros hijos inviten a sus amigos, para que se atenúe el impacto de rechazo social y sus compañeros entiendan por qué no participan de la misma forma que todo el mundo.


Debemos explicarles de manera sencilla y clara, pero firme, lo negativo que hay en el Halloween y la manera en que se festeja. Es necesario explicarles que Dios quiere que seamos buenos y que no nos identifiquemos ni con las brujas ni con los monstruos, pues nosotros somos hijos de Dios.


Proponemos a los padres de familia una opción para sus hijos, pues seguramente los niños querrán salir con sus amigos en la noche del Halloween: Los niños pueden disfrazarse de ángeles y preparar pequeñas bolsas con dulces, regalos o tarjetitas con mensajes y pasar de casa en casa, y en lugar de hacer el "obsequio o truco" o de pedir dulces, regalarlos a los hogares que visiten y que expliquen que entregan dulces porque la Iglesia Católica tendrá muy pronto una fiesta muy importante en la que se celebra a todos aquellos que fueron como nosotros deberíamos ser: los Santos.


Aunque este cambio no será sencillo para los niños, es necesario vivir congruentemente con nuestra fe, y no permitir que los más pequeños tomen como algo natural la connotación negativa del halloween. Con valor y sentido cristiano, los católicos podemos dar a estas fechas, el significado que tienen en el marco de nuestra fe.

(fuente: www.mercaba.org)

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