Padre, Hijo y Espíritu Santo.
mi única esperanza.
Óyeme para que no sucumba al desaliento y deje de buscarte;
sino que ansíe siempre, tu rostro con ardor.
Dame fuerzas para la búsqueda,
tú que hiciste te encontrara
y me has dado esperanzas de un conocimiento
más perfecto.
Ante ti está mi firmeza y mi debilidad:
sana ésta, conserva aquélla.
Ante ti está mi ciencia y mi ignorancia:
si me abres, recibe al que entra;
si me cierras el postigo, abre al que llama.
Haz que me acuerde de ti,
te comprenda y te ame.
Acrecienta en mí estos dones
hasta mi reforma completa.
Amén.
oración escrita por San Agustín
(fuente: www.agustinosrecoletos.com)
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