(Efe) Para el cardenal, la problemática de la descristianización, de problemas sociales, económicos, morales, tiene como raíz «el debilitamiento de la fe».
«No da lo mismo creer que no creer. Reconocer a Dios que no reconocerlo. Hoy la urgencia es la realidad de Dios», dijo el purpurado, quien añadió que la sociedad vive «como si no existiera» y ello tiene repercusión moral porque «el ser hombre se vive de otra manera si se cree en Dios o no».
Sobre la nueva evangelización, tema que abordan 262 obispos desde el día 7 hasta el 28 de octubre, refirió que es la misma que hizo Jesús en su día y que «el gran cambio del mundo será reconocer a Dios en el centro de la vida».
El cardenal Cañizares hizo alusión a las grandes revoluciones del siglo XX «que han sido para negar a Dios», como la de Rusia en 1917 o el nazismo.
El prelado subrayó que no hay una nueva evangelización sin la liturgia, «donde se nos hace presente Dios» e hizo hincapié en la importancia de la Eucaristía, «fuente y cumbre de la evangelización».
E instó a vivir el Evangelio de Jesucristo no reducido a una vida privada: «se trata de anunciar el Evangelio; como dijo Jesús: 'Levántate y anda!'. Es lo que tiene que hacer la Iglesia».
Sobre el anunciado viaje de una delegación de la Santa Sede a Siria, posiblemente tras el Sínodo, afirmó que se trata «de un testimonio de evangelización directa».
«Jesús no trae violencia, no trae exclusión, trae paz y amor y ello conlleva el cese de toda violencia», concluyó.
(fuente: www.infocatolica.com)
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