la flor la abrís vos mi Dios,
yo la planto, la riego, la resguardo,
lo demás lo hacés vos mi Dios.
Yo no obligo a un amigo a que me ame,
el amor lo das vos mi Dios,
yo le sirvo, lo ayudo, en mí la amistad arde,
lo demás lo hacés vos mi Dios.
Yo no obligo a un alma a que crea,
la fe la das vos mi Dios,
yo obro, trabajo, confío y espero,
lo demás lo hacés vos mi Dios.
Así que no pretenda adelantarme a tu plan de amor.
Mientras tanto yo trabajaré,
ayudaré, rezaré, viviré para amarte...
lo demás lo harás vos, mi Dios.
Amén.
(fuente: www.oleadajoven.org.ar)
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