Santa Fe, 3 Set. 10 (AICA) El arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz, monseñor José María Arancedo, explicó que es en honor a San Jerónimo que a setiembre se lo llama el Mes de la Biblia, y recordó que el santo fue quien el 30 de setiembre de 420 tradujo “la Biblia de los textos originales, en hebreo y griego, a la lengua popular de entonces que era el latín, a este texto de lo conoce con el nombre de la Vulgata”.
Tras señalar que este año el lema de la Campaña Bíblica Nacional será "Tu Palabra nos da Vida. La esperanza del Pueblo amado por Dios", consideró que esta propuesta “presenta una riqueza que nos ayuda a reflexionar”.
El prelado consideró que la Biblia es “un libro de vida y de esperanza” al señalar que “da sentido, sana e ilumina la vida y el futuro del hombre”, y también “nos pone contacto con la Palabra de Dios, que es la expresión permanente del amor de Dios que no abandona a sus hijos”.
Destacó que “la oración bíblica nos pone en contacto con Dios como creador y providente”, e insistió en aclarar que “la Biblia, por ser el testimonio de la obra de Dios, no es un libro más”.
“Creo que es importante para comprenderla y vivir su mensaje, descubrirnos como parte y destinatarios de este camino de Dios. No somos espectadores de una historia que leemos y que nos puede edificar, sino parte integrante de esa misma obra de Dios. Este es el comienzo de una lectura de fe”, subrayó.
El arzobispo precisó que “la mejor interpretación de la Palabra de Dios, por otra parte, la encontramos en la misma Biblia sobretodo, como vimos, en los textos de oración. Es un libro, decía el lema, de vida y de esperanza”.
Asimismo, criticó a quienes dicen que “lo religioso es algo que limita o impone cargas”, al considerar que “parecería, según estas opiniones, que la alegría y la libertad están al margen de una vida religiosa. Todo lo contrario. Es precisamente el encuentro con la verdad de lo que somos, lo que nos hace libres y nos permite dar un sentido personal a nuestra vida”.
“Esta es la primera certeza que nos da la Biblia, no somos algo sino alguien, y tenemos la posibilidad de un encuentro personal con Dios. Esto es motivo de gozo para el salmista, que lo hace oración: Tu Palabra, Señor, es la verdad y la luz de mis ojos", indicó.
Por último, monseñor Arancedo dijo que “esperaba que este Mes de la Biblia nos sirva para descubrir e involucrarnos en esta historia de amor que tiene su origen en Dios y en nosotros sus destinatarios”, e invitó a “acercarse a sus parroquias donde podrán encontrar el material necesario para vivirlos”.+
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