ROMA, miércoles 19 septiembre 2012 (ZENIT.org).- El tema central del viaje de Benedicto XVI en el Líbano fue la dificultad de la población cuyas vidas son destruidas por el conflicto y la violencia.
Durante su visita el santo padre reiteró su cercanía al pueblo de Siria, y a los varios miles de personas que cruzaron la frontera para buscar refugio.
La Caritas del Líbano fue fundada hace 36 años y es parte de la familia de Caritas Internacional, la agencia de ayuda del Vaticano destinada a millones de personas en el mundo que se encuentran en dificultad.
En una entrevista con la Radio Vaticano, el padre Simón Faddoul, presidente de la Caritas del Líbano, habló sobre el impacto de la visita del papa en el país. Cuando el avión aún tenía que aterrizar, fray Faddoul dijo: “Vemos que el clima ha cambiado: estamos más unidos y cercanos”.
Creo, prosiguió “que con esta visita el papa logrará unir a todo el país”. Fray Faddoul apuntaba sobre el hecho que la gente de las diversas religiones y de todas partes del país estuvieran presentes. “Esto es un gran logro”, afirmó.
Añadió que el papa ha sembrado siempre en los corazones y mentes una fuerte esperanza. Especialmente en los corazones y mente de los jóvenes. Sobre el encuentro con la juventud en Bkeké, el sacerdote libanés consideró: “Se abrió el cielo, y personalmente lo sentí”. “Allí estaban cristianos y musulmanes y se parecían, así como gente de todo tipo. Tuve la sensación que fuera algo similar a pentecostés”, explicó.
Como presidente de la Caritas de Líbano, fray Faddoul habló de la dificultad de los últimos 16 meses debido a la ola de refugiados que ha entrado en el país proveniente dese Siria. Que al inicio llegaban al norte pero ahora se han esparcido por todo el país. “Ellos vienen y tienen que encontrarse un refugio”, dijo.
Muchos refugiados han ido a buscar a sus parientes o conocidos en el país pues no existe un campo para recibir a los refugiados sirios. La construcción de esto depende de una decisión del Gobierno del Líbano. Y añadió que la duda existe porque los campos construidos para los palestinos en 1948 aún están hasta hoy en día”.
“Tenemos miedo de dar a la gente la idea de que los campos durarán tanto tiempo como sea necesario, o sea que se volverán permanentes”.
Fray Faddoul indicó que las Caritas han ayudado a más de veinte mil refugiados dándoles raciones de alimento, productos higiénicos y colchones.
Además hay muchas contrapartes estadounidenses y europeas que han ayudado.
“Estamos estudiando la posibilidad de crear una infraestructura básica para ellos de manera que puedan tener esperanza y una vida normal”, concluyó.
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