Martes 11 Sep 2012 Arlington (Estados Unidos) (AICA) El obispo de la diócesis estadounidense de Arlington, monseñor Paul Stephen Loverde, determinó que todos los catequistas de su jurisdicción tienen que adherirse a la Profesión de Fe y al Juramento de fidelidad a la Iglesia, según fueron establecidos en conformidad con la Carta Apostólica en forma de ‘motu proprio' "Ad Tuendan Fidem", emitida el 18 de mayo de 1998 por Juan Pablo II.
Con esta medida, monseñor Loverde busca que las enseñanzas catequéticas dadas en su diócesis ofrezcan genuinamente la doctrina católica, evitando así la trasmisión de ideas erróneas fruto de malas interpretaciones.
"Los fieles llamados a ejercer un oficio en nombre de la Iglesia están obligados a emitir la ‘Profesión de fe', según la fórmula aprobada por la Sede apostólica en el canon 833 del Código de Derecho Canónico. Además, la obligación de un especial ‘Juramento de fidelidad' respecto a los deberes particulares inherentes al oficio que se va a asumir, y que hasta ahora estaba prescrito sólo para los obispos, se ha extendido a las personas enumeradas en los números 5 al 8 del mencionado canon 833.
A pesar de ser desde hace tiempo parte de la legislación de la Iglesia, en algunos pocos sectores de catequistas de la diócesis de Arlington la medida no ha sido bien recibida. Ese hecho, muy local, ha llamado la atención de todo el país debido a la publicidad dada por el Washington Post.
Los catequistas renuentes afirman que la exigencia del juramento demuestra falta de confianza de parte del obispo y algunos manifiestan su deseo de renunciar a las labores catequéticas. Entretanto, son muchos también quienes han apoyado al obispo, afirmando que la fidelidad explícita a las enseñanzas del magisterio eclesiástico es una exigencia mínima para todo aquel que quiera servir a la Iglesia.+
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