El doctor Delbosco afirmó que "educar no es llenar de ideas” la cabeza del alumno, sino “ayudar a que, desde adentro, su inteligencia se despierte ante la verdad y su corazón a los valores”. También indicó que sólo se educa “si se llega al corazón”, ya que es éste el espacio “de las opciones más radicales que definen la vida”. Luego, se detuvo en tres aspectos: la educación de la inteligencia, en la que juega un papel preponderante la capacidad de “atraer” al conocimiento; la educación en valores, que se funda en “mostrar lo bueno” –y no sólo hablar de lo bueno-, y la educación en la libertad, dando herramientas que permitan al alumno elegir.
La doctora Scarinci de Delbosco abordó la relación entre familia y escuela, sobre la cual señaló que es vital el entramado familiar para el desarrollo de los jóvenes. También admitió que la escuela, muchas veces, suple las falencias afectivas de los niños: “Esto lo aceptamos, aunque canse. Sabemos que la gente necesita ser amada, y elegimos ser para un Tú para ellos: escucharlos, verlos, y que sientan que existen ante tu mirada”.
Al dirigirse a los jóvenes, Scarinci les dijo: “¿Quieren hacer algo por el país? Funden buenas familias. Sueñen y vivan un amor hermoso. No es fácil, pero no es imposible”. También insistió en la importancia de que los padres transmitan la fe a sus hijos. Y concluyó: “Hay muchísima gente sedienta de nuestras palabras. Transmitir la fe es lo que da vigor”.
El cierre de la mañana estuvo a cargo del presbítero Fernando Cervera y la licenciada María Inés Frank, quienes hablaron sobre “Educación, niñez y adolescencia en riesgo”. Tras las exposiciones, dialogaron con los alumnos del Ciclo Orientado de las escuelas de la provincia.
Cierre de la primera jornada
En la tarde del jueves, en tanto, se presentó en un panel plenario la “Historia de la Educación Católica en Entre Ríos”, con el propósito de destacar la riqueza de la labor que la Iglesia ha desarrollado en este territorio.
Estuvieron a cargo del panel los historiadores Hugo País, por parte de la arquidiócesis de Paraná, Heriberto Pezarini, de la diócesis de Concordia, y el presbítero Félix Viviani, por la diócesis de Gualeguaychú. Cada uno presentó una reseña detallada del servicio educativo brindado por la Iglesia a la comunidad entrerriana. Sus alocuciones se destacaron por la contextualización del relato en el devenir de la historia política y social de la Argentina.
Luego de las intervenciones, los congresistas tuvieron oportunidad para interiorizarse de la educación católica en su esfera histórica a través de preguntas a los panelistas. Docentes, padres y alumnos participaron atentos de este espacio propuesto por el congreso en su primera jornada de encuentro.
Más tarde, los más de 500 representantes reunidos compartieron la celebración eucarística que tuvo lugar en el Club Zaninetti. La ceremonia estuvo presidida por monseñor Jorge Lozano, obispo de la diócesis de Gualeguaychú y anfitrión del congreso docente, y concelebraron monseñor Juan Albero Puiggari, arzobispo de Paraná, y monseñor Luis Armando Collazuol, obispo de Concordia.
En su homilía, monseñor Lozano hizo hincapié en la evangelización, al recordar que la Iglesia “crece por atracción y no por presentismo”. Citó, además, las palabras del papa Francisco, quien dijo que el anuncio del Evangelio “no es una conquista, sino una seducción”. Estimó que las instituciones educativas “deben ser más testigo que maestros”. El obispo también había tenido la palabra el jueves por la mañana, cuando brindó el discurso de apertura del congreso.
Metodología de trabajo
Para el desarrollo del congreso, los 515 congresistas se distribuyeron en diversas partes de la ciudad, según los áreas temáticas de interés. Unas 17 conferencias buscaron abordar la “Pastoral de Secundaria”, “La pastoral en el ámbito universitario”, “La orientación vocacional en la Escuela”, el “Evangelizar educando”, “Una nueva mirada docente”, la “Identidad del capellán en la nueva evangelización”, “Una educación para la solidaridad, la responsabilidad social y el desarrollo” y “Algunos aspectos del pensamiento de Benedicto XVI en el campo de la educación”, entre otros.+
Declaración del Congreso Provincial de Educación Católica de Entre Ríos
Los obispos de la provincia de Entre Ríos emitieron una declaración al finalizar el Congreso Provincial de Educación Católica, que reunió a más de 500 representantes de las comunidades educativas de la arquidiócesis de Paraná y de las diócesis de Gualeguaychú y Concordia para reflexionar sobre la educación en los contextos culturales y sociales de la provincia.
Monseñor Juan Alberto Puiggari, arzobispo de Paraná; monseñor Jorge Lozano, obispo de Gualeguaychú, y monseñor Luis Armando Collazuol, obispo de Concordia, comenzaron la declaración recordando que el origen de las instituciones educativas católicas en la provincia "obedeció a diversas causas", entre las que notaron el deseo de los padres, el pedido de los obispos “buscando el desarrollo integral de la población” y las necesidades educativas en los lugares carenciados.
“En general, fue el trabajo de sacerdotes y religiosos que junto a las familias pusieron manos a la obra. En comunión, laicos y consagrados con esfuerzo, fe y caridad crearon instituciones educativas católicas con la esperanza de que la escuela fuera un lugar y tiempo de encuentro y evangelización”, señalaron.
Asimismo, los prelados renovaron el compromiso de “acompañar la educación integral de todos”, especialmente de los más necesitados, y se propusieron, como comunidad provincial, “fortalecer la identidad de las escuelas católicas evangelizadoras y promotoras del bien común en la sociedad”, educar “con sólida formación académica, fe madura y estilo paciente, alegre y cercano” y afianzar los lazos entre familia y escuela “para un claro acompañamiento en el desarrollo personal y social de los alumnos”.
También se comprometieron “con las situaciones de riesgo de la niñez, adolescencia y juventud, acompañando y curando dolencias a la manera de Jesús”. Además, indicaron como objetivo “favorecer que los estudiantes descubran la unidad de la Verdad, el Bien y la Belleza en las ciencias y las artes, y encuentren a Jesucristo como centro que da sentido a sus vidas”.
Los obispos, finalmente, agradecieron “la entrega cotidiana” de los educadores e imploraron que sean bendecidos por Dios y acompañados por la Virgen María.
Declaración del Congreso Provincial de Educación Católica
La Educación Católica en la Provincia de Entre Ríos ha dejado su huella profunda en la historia argentina y en la sociedad. En el marco del Bicentenario de la Patria del 2010 al 2016, hacemos memoria agradecida de tantas iniciativas eclesiales en bien de numerosas generaciones de niños, jóvenes y adultos.
El origen de nuestras instituciones educativas obedeció a diversas causas. En algunas oportunidades se debió al deseo de los padres que solicitaron la educación católica para sus hijos; otras reconocen su inicio en el pedido de obispos a congregaciones religiosas, buscando aportar al desarrollo integral de la población, en otros casos muchas escuelas parroquiales nacieron para atender las necesidades educativas en lugares que carecían de ellas, particularmente en zonas pobres. En general, fue el trabajo de sacerdotes y religiosos que junto a las familias pusieron manos a la obra. En comunión, laicos y consagrados con esfuerzo, fe y caridad crearon instituciones educativas católicas con la esperanza de que la escuela fuera un lugar y tiempo de encuentro y evangelización.
Este Congreso tuvo un largo camino de preparación en cada Institución de las tres Diócesis. Nos hemos reunido para celebrar y profundizar nuestra identidad: somos educadores discípulos, porque abrimos el corazón al Evangelio y asumimos el estilo de vida señalado por Jesucristo, el Divino Maestro; y somos educadores misioneros, porque movidos por la fuerza del Espíritu Santo compartimos con alegría la fe en el aula y la comunidad educativa. Renovamos el compromiso -como hemos hecho históricamente- de acompañar la educación integral de todos, especialmente de los más necesitados.
En tiempos del Bicentenario nos proponemos asumir los siguientes desafíos:
-Fortalecer nuestra identidad de Escuelas católicas evangelizadoras y promotoras del bien común en la sociedad.
-Ser Educadores con sólida formación académica, fe madura y estilo paciente, alegre y cercano para comunicar con gran entusiasmo los contenidos de la fe.
-Afianzar los lazos entre Familia y Escuela para un claro acompañamiento en el desarrollo personal y social de los alumnos.
-Comprometernos con las situaciones de riesgo de nuestra niñez, adolescencia y juventud acompañando, curando y sanando dolencias a la manera de Jesús.
-Favorecer que los estudiantes descubran la unidad de la Verdad, el Bien y la Belleza en las ciencias y las artes, y encuentren a Jesucristo como centro que da sentido a sus vidas.
Valoramos y agradecemos la entrega cotidiana de tantos educadores que han servido y sirven con generosidad al crecimiento integral de nuestros niños, adolescentes y jóvenes, e imploramos sean bendecidos por nuestro buen Padre Dios. La Virgen María, Madre y Maestra, nos acompaña y sostiene en el servicio. Confiamos a Ella nuestras comunidades educativas.
Mons. Luis Armando Collazuol - Obispo de Concordia
Mons. Jorge Eduardo Lozano - Obispo de Gualeguaychú
Mons. Juan Alberto Puiggari - Arzobispo de Paraná.+
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