La Sierva de Dios Madre M. Crocifissa Curcio nació el 30 de enero de 1887 en Ispica (Rg), Italia. Desde la adolescencia advirtió en sí la llamada a seguir radicalmente a Cristo que, a través de la tierna Madre del Carmelo, le confiaba el proyecto divino de hacer reflorecer el Carmelo en su país y en muchos otros. Como todos los santos, también M. Crocifissa para llevar a cabo este proyecto, sufrió grandes pruebas y sufrimientos prolongados por muchísimos años, hasta el encuentro providencial con el carmelita P. Lorenzo van den Eerenbeemt, que permitió dar vida a un pequeño Carmelo misionero en Santa Marinella, diócesis de Porto S.Rufina (Roma).
A su muerte, acaecida el 4 de julio de 1957, la congregación por ella fundada a favor de la juventud pobre o menesterosa, estaba presente, además de en varias comunidades de Italia, en Brasil y en Malta. Rápidamente las Carmelitas Misioneras siguieron expandiéndose en otros continentes abriendo comunidades en Canadá, Tanzania, Filipinas y Rumanía.
Fue beatificada el 13 de noviembre de 2005.
(fuente: ocarm.org)
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