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miércoles, 28 de noviembre de 2012

Acerca de las HIJAS DE MARÍA SANTÍSIMA DEL HUERTO

Las Hijas de María Santísima del Huerto, somos miembros de una Familia Religiosa fundada en la ciudad de Chiávari –Italia- el 12 de enero de 1829 por iniciativa del sacerdote Antonio María Gianelli, entonces Párroco de la Iglesia San Juan Bautista de Chiávari, en la Diócesis de Génova.

En América se nos conoce como “Hermanas del Huerto” y en Europa como “Gianellinas”.

Esta Familia Huertana- Gianellina, cumplió ya 181 años de amor y servicio de la mano de María del Huerto en cuatro continentes, Europa, América, Asia, África.

La idea inicial del Fundador fue buscar un grupo de jóvenes, que fueran más que madres de las niñas huérfanas de Chiávari; que las educaran para ser buenas ciudadanas y ejemplares cristinas, a través de la pedagogía del amor y lograr de esta manera la “educación integral de las pequeñas, necesitadas de cariño y comprensión”. Así nació nuestra Familia Religiosa

Al poco tiempo surgieron otras necesidades apostólicas como la educación de jóvenes y el cuidado a los enfermos a las que, Gianelli siempre respondió favorablemente.

En la actualidad el Instituto de las Hijas de María Santísima del Huer¬to, (aprobado definitivamente por el Papa Pio IX, el 10 de marzo de 1882) está consagrado a actividades apostólicas. Sus miembros, siguiendo a Cris¬to más de cerca, por la acción del Espíritu Santo se en-tregan totalmente a Dios, amado sobre todas las cosas, dedicándose a su gloria y participando en la obra salvífica de la Iglesia.

Las Hijas de María, como miembros de una Iglesia llamada a vivir en “permanente estado de misión” estamos llamadas a hacernos “todas a todos” con una caridad que no conozca otro límite que la imposibilidad o la inoportunidad, promoviendo la dignidad de la persona, acogiendo la diversidad en Caridad Evangélica Vigilante, que se expresa en un servicio a los hermanos, especialmente a los más necesitados y, con preferencia donde otras no pueden ir por falta de medios, atentas a las necesidades de los tiempos.

La acción apostólica del Instituto es universal por la amplitud y la variedad de las Obras: hospitales, escuelas, servicios de asistencia social, misiones, ect. Esta apertura exige: disponibilidad, capacidad de discernimiento, pre¬paración, actualización, responsabilidad personal y co¬munitaria, espíritu de adaptación para obrar el bien con los medios más comunes y sencillos privilegiando los lu-gares más pobres y menos deseados

La fuerza carismática del Instituto es iluminada por el lugar que ocupa María en la vida de sus Hijas. La Virgen es para cada Hija de María Madre y modelo de su consagración; en su “fiat” el impulso a una fidelidad siempre más perfecta en el don total que de sí mismo han hecho a Dios; en su “magnificat” el canto agradecido del pobre de espíritu que reconoce haber recibido todo del Señor.

Si desea conocer más sobre dónde están y que hacen las Hijas de María Santísima del Huerto en el mundo visite nuestro portal: www.gianelline.net


Espiritualidad

Nuestra espiritualidad, es el modo peculiar de vivir nuestro carisma, es decir nuestro modo de ser y actuar en la Iglesia y el mundo.

El Fundador y nuestras primeras Hermanas son para nosotras los auténticos modelos de la forma cómo debemos vivir la Caridad Evangélica Vigilante.

Expresada en:

• Pobreza
 • Comunidad de vida
• Disponibilidad total al sacrificio, en una atmósfera de piedad eucarística y mariana.

La pobreza es entendida como la identificación con Cristo pobre. Por ello las Hijas de María se abren a los bienes del espíritu, como es el anuncio del reino, la búsqueda de la voluntad de Dios en la oración, abandonándose a El con plena confianza.

La comunidad de vida y de servicio, exige para cada Hija de María, esfuerzo por identificarse con las primeras comunidades cristianas, donde se comparte la vida, los bienes, el carisma y la misión.

Disponibilidad total al sacrificio implica para la Hija de María, vivir en el espíritu de las bienaventuranzas evangélicas, en desprendimiento y disponibilidad para ir al encuentro del prójimo.

Esta espiritualidad es siempre actual, y nos permite vivir en plenitud nuestra consagración bautismal en una entrega más plena, reproduciendo en sí mismas los rasgos de la espiritualidad de nuestro Fundador, fe viva y operante.

La Virgen del Huerto

Fue pintada sobre el muro de un huerto en Chiávari (Italia) en 1493, se apareció en una admirable visión a Sebastián Descalzo el 2 de julio de 1610.

S. Antonio Gianelli, Obispo de Bobbio, se inspiró en su Santuario al fundar a las religiosas "Hijas de María Sma. Del Huerto". Éstas, con su presencia apostólica y misionera, han difundido su devoción en todas las regiones del mundo en las que se encuentran presentes: Italia, España, América del Sur y del Norte, Palestina, India, República Democrática del Congo.

San Antonio María Gianelli, fundador

San Antonio María Gianelli nace el 12 de abril de 1789 en Italia, en Cerreta, en la provincia de La Spezia. La suya era una familia de campesinos la cual lo forma a en una vida simple, esencial, austera, y lo ayuda a abrirse a los valores auténticos, a una vida genuina. Aprende a amar el trabajo que procura el pan, y también a compartirlo con quien pasa necesidad. Desde pequeño, en su familia aprende que todos estamos llamados a ser santos, que todos podemos llegar a serlo si lo queremos, y que el camino hacia la santidad se recorre en lo cotidiano. Este mismo estilo de vida exigirá más tarde a sus "Hijas espirituales".

Inicia sus estudios bajo la guía del Párroco (a 5 km. de su casa). Hasta los 18 años su vida transcurre entre el estudio, la oración, el catecismo, el trabajo y las obras de caridad. Con la ayuda de una rica señora de Génova, propietaria de los terrenos cultivados por sus padres, entra en el seminario de Génova. Fue ordenado Sacerdote en mayo de 1812.

Como Sacerdote y profesor de retórica, transcurre sus primeros años de sacerdocio trabajando intensamente y preocupándose especialmente por la buena formación de los jóvenes sacerdotes. En Chiávari, es el sacerdote para todos, atento a las necesidades de los últimos: sea de sus necesidades materiales como de aquellas espirituales. En estos años de servicio la caridad lo lleva a pensar en grande. La necesidad de proveer es fuerte, no puede permanecer mirando sin comprometerse concretamente. A todo y a todos quisiera dar una respuesta. Por esto busca colaboradores: allí donde él no llega pueden llegar otros y así, de esta urgencia interior, de este celo pastoral por su rebaño, hemos nacido nosotras, Hijas de Maria Santisima del Huerto; nombre que nos ha sido dado porque hemos sido fundadas a la sombra del Santuario de Chiávari.

Gianelli afirma que su único modelo es Jesús, Buen Pastor, y Él mismo lo ha sido como Sacerdote, Fundador y Obispo. Fue nombrado Obispo de Bobbio, el 6 de mayo de 1838, pero ni siquiera este difícil ministerio apaga en él el gran fuego misionero; aumenta en efecto, con celo incansable, su desempeño en las misiones populares. Consumado por las fatigas apostólicas, más que por la enfermedad, muere en Piacenza el 7 de junio de 1846, tan pobre que no tenía dinero ni siquiera para los gastos de la sepultura. En 1925 fue beatificado por Pío XI y el 21 de octubre de 1951, Pío XII al proclamarlo Santo afirma: "Un Obispo devorado por el celo pastoral". En el año 2000 fue proclamado Patrono de Val di Vara (Italia). En el año 2001 hemos celebrado los 50 años de su Canonización.

(fuentes: www.hermanasdelhuerto.org; www.gianelline.net)

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