Formosa (AICA): En el marco del Año de la Fe, el obispo de Formosa, monseñor José Conejero Gallego, invitó a reflexionar sobre la vocación del laico, cuyo día se celebra el sábado 24 de noviembre.
El prelado recordó que “el término laico del griego ‘alguien del pueblo’ aparece primeramente en un contexto cristiano. Pero como es de saber, para el hombre de hoy, en un tiempo en el que se imponen culturas difieres a nuestra fe, se hace muy difícil vivir la vocación cristiana de amar a Dios en el mundo. No existe conciencia de la vocación laica; no se le ve como prolongación de la vida encarnada de Jesús”.
Sin embargo, aseguró que “los signos de los tiempos muestran que el presente milenio será el del protagonismo de los laicos, en las que el seguimiento de Jesús y a la misión evangelizadora, entregada a testimoniar y anunciar su Reino de santidad, verdad, gracia, justicia, paz, amor, en este momento de la historia”.
“Un laico comprometido, se entiende que está comprometido con Jesús, por lo tanto lo sigue, está a su lado, unido a Él, y, como Jesús, trata de hacer la voluntad del Padre en el servicio de los hermanos”, precisó.
“Ser laico es un llamado que debe discernirse y desde lo más profundo de nuestro ser, por cuanto se trata de un llamado, que debe discernirse desde lo más profundo de nuestro ser. Es bueno que nos planteemos una elección seria y consciente de esta vocación, porque esta reflexión nos hará caer en la cuenta de que la vocación laical no es otra cosa que un don, como un compromiso y una misión”, agregó.
Por último, monseñor Conejero Gallego sostuvo que “los laicos no están llamados a alejarse del mundo, todo lo contrario están llamados a estar en el mundo, a significarnos en el mundo con todas las miserias y pobrezas que este mundo tiene. Si Dios quiere que sea laico -y le digo s- entonces empezaré el asumir todas las responsabilidades que la tarea requiere”.+
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