Oh Jesús, que amaste a los tuyos con gran predilección hasta el fin, escucha la súplica que te hacemos y por tu bondad concede a aquellos que Tú te has llevado de nuestro hogar, el gozo eterno en el seno de la Trinidad Santa. Y a nosotros, los que quedamos en la tierra, que hemos vivido unidos por fuertísimos lazos de cariño y ahora lloramos la momentánea ausencia del ser querido, concédenos reunirnos de nuevo en el Cielo, para vivir para siempre unidos a Ti. Amén.
- Concédeles, Señor, el descanso eterno y que brille para ellos la luz que no tiene fin.
- Que las almas de nuestros seres queridos y de todos los fieles difuntos, por la misericordia de Dios, descansen en paz.
Amén.
(fuente: www.yocreo.com)
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