Monseñor José María Arancibia |
El mensaje del arzobispo de Mendoza, monseñor José María Arancibia; el arzobispo de San Juan, monseñor Alfonso Delgado; el obispo de San Rafael, monseñor Eduardo María Taussig; el obispo de San Luis, monseñor Pedro Daniel Martínez; y el obispo auxiliar de Mendoza, monseñor Sergio Buenanueva, dice lo siguiente:
Toda vida humana es sagrada desde su concepción hasta su término natural.
Es sagrada, por tanto, la vida de la mujer que ha sufrido una violación sexual; una grave lesión a su dignidad de persona. Es sagrada también la vida del niño que es fruto de una violación.
Una mujer que ha sido violada merece comprensión y acompañamiento. Su herida, sin embargo, no se cura con una injusticia mayor como es el aborto.
Cuando la vida del más indefenso es relativizada, todo el cuerpo social se pone en peligro. El aborto es una derrota de todos. Aunque llegue a ser legal, siempre será una grave injusticia y una ofensa a Dios. +
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