Buscar en mallinista.blogspot.com

lunes, 18 de enero de 2010

Para orar cuando sientes dolor

"Bendito sea Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre misericordioso y Dios de toda consolación, que nos consuela en toda tribulación nuestra" (Corintios II 1, 3-4)


PALABRA DE DIOS

No te angusties en tiempo de adversidad

# “Hijo, si te acercas a servir al Señor, prepara tu alma para la prueba. Endereza tu corazón, mantente firme, y no te angusties en tiempo de adversidad. Pégate a él y no te separes, para que seas exaltado en tu final. Todo lo que te sobrevenga, acéptalo, y en las humillaciones, sé paciente. Porque en el fuego se purifica el oro, y los que agradan a Dios, en el horno de la humillación. Confía en él, y él te ayudará, endereza tus caminos y espera en él. Los que teméis al Señor, aguardad su misericordia, y no os desviéis, no sea que caigáis. Los que teméis al Señor, confiad en él, y no os faltará la recompensa. Los que teméis al Señor, esperad bienes, gozo eterno y misericordia. Fijaos en las generaciones antiguas y ved: ¿Quién confió en el Señor y quedó defraudado? ¿Quién perseveró en su temor y fue abandonado? ¿Quién le invocó y fue desatendido? Porque el Señor es compasivo y misericordioso, perdona los pecados y salva en tiempo de desgracia. ¡Ay de los corazones cobardes y las manos inertes, y del pecador que va por dos caminos! ¡Ay del corazón decaído, que no tiene fe!, porque no será protegido. ¡Ay de vosotros, los que habéis perdido la esperanza!

¿Qué haréis cuando el Señor venga a visitaros? Los que temen al Señor no desobedecen sus palabras, los que le aman guardan sus caminos. Los que temen al Señor buscan su agrado, los que le aman cumplen su ley. Los que temen al Señor tienen el corazón dispuesto, y se humillan delante de él. Caigamos en manos del Señor y no en manos de los hombres, pues como es su grandeza, así es su misericordia.”

(Eclesiástico 2, 1-22)


Pedagogía Paternal de Dios

# “Habéis echado en olvido la exhortación que como a hijos se os dirige: Hijo mío, no menosprecies la corrección del Señor; ni te desanimes al ser reprendido por él. Pues a quien ama el Señor, le corrige; y azota a todos los hijos que reconoce. Sufrís para corrección vuestra. Como a hijos os trata Dios, y ¿qué hijo hay a quien su padre no corrige? Más si quedáis sin la corrección, que a todos toca, señal de que sois bastardos y no hijos. Además, teníamos a nuestros padres terrestres, que nos corregían, y les respetábamos. ¿No nos someteremos mejor al Padre de los espíritus para vivir? ¡Eso que ellos nos corregían según sus luces y para poco tiempo! Más él, para provecho nuestro, y para hacernos partícipes de su santidad. Cierto que ninguna corrección es, a su tiempo, agradable, sino penosa; pero luego produce fruto apacible de justicia a los ejercitados en ella. Por tanto, robusteced las manos caídas y las rodillas vacilantes y enderezad para vuestros pies los caminos tortuosos, para que el cojo no se descoyunte, sino que más bien se cure.”

(Hebreos 12, 5-13)

# “Queridos, no os extrañéis del fuego que ha prendido en medio de vosotros para probaros, como si os sucediera algo extraño, sino alegraos en la medida en que participáis en los sufrimientos de Cristo, para que también os alegréis alborozados en la revelación de su gloria. Dichosos vosotros, si sois injuriados por el nombre de Cristo, pues el Espíritu de gloria, que es el Espíritu de Dios, reposa sobre vosotros. Que ninguno de vosotros tenga que sufrir ni por criminal ni por ladrón ni por malhechor ni por entrometido: pero si es por cristiano, que no se avergüence, que glorifique a Dios por llevar este nombre. Los que sufren según la voluntad de Dios, confíen sus almas al Creador fiel, haciendo el bien.”

(I Pedro 4, 12-16. 19)



Oración en la prueba

# “En ti, Dios, me cobijo,
¡nunca quede defraudado!
¡Líbrame conforme a tu justicia,
tiende a mí tu oído, date prisa!
Sé mi roca de refugio,
alcázar donde me salve;
pues tú eres mi peña y mi alcázar,
por tu nombre me guías y diriges.
Sácame de la red que me han tendido,
pues tú eres mi refugio;
en tus manos abandono mi vida
y me libras, Yahvé, Dios fiel.
Me alegraré y celebraré tu amor,
pues te has fijado en mi aflicción,
conoces las angustias que me ahogan;
ten piedad de mí, Dios,
que estoy en apuros.
La pena debilita mis ojos,
mi garganta y mis entrañas;
mi vida se consume en aflicción,
y en suspiros mis años;
pero yo en ti confío, Yahvé,
me digo: «Tú eres mi Dios».
Mi destino está en tus manos, líbrame
de las manos de enemigos que me acosan.
Que brille tu rostro sobre tu siervo,
¡sálvame por tu amor!
Dios, no quede yo defraudado
después de haberte invocado;
¡qué grande es tu bondad, Dios!
¡Y yo que decía alarmado:
«Estoy dejado de tus ojos»!
Pero oías la voz de mi plegaria
cuando te gritaba auxilio.
¡Tened valor, y firme el corazón,
vosotros, los que esperáis en Dios!”
Salmo 30


ORACION
Oh, Señor:
ve delante de nosotros, para guiarnos;
ve detrás de nosotros, para impulsarnos;
ve debajo de nosotros, para levantarnos;
ve sobre nosotros, para bendecirnos;
ve alrededor de nosotros, para protegernos;
ve dentro de nosotros, para que,
con cuerpo y alma, te sirvamos para gloria de tu nombre.

AMÉN

domingo, 17 de enero de 2010

El poder de la intercesión de María

Lectura del Evangelio según San Juan (Jn. 2, 1-12)

Tres días después se celebraba una boda en Caná de Galilea y estaba allí la madre de Jesús. Fue invitado también a la boda Jesús con sus discípulos. Y, como faltara vino, porque se había acabado el vino de la boda, le dice a Jesús su madre: "No tienen vino." Jesús le responde: "¿Qué tengo yo contigo, mujer? Todavía no ha llegado mi hora." Dice su madre a los sirvientes: "Haced lo que él os diga."

Había allí seis tinajas de piedra, puestas para las purificaciones de los judíos, de dos o tres medidas cada una. Les dice Jesús: "Llenad las tinajas de agua." Y las llenaron hasta arriba. "Sacadlo ahora, les dice, y llevadlo al maestresala." Ellos lo llevaron. Cuando el maestresala probó el agua convertida en vino, como ignoraba de dónde era (los sirvientes, los que habían sacado el agua, sí que lo sabían), llama el maestresala al novio y le dice: "Todos sirven primero el vino bueno y cuando ya están bebidos, el inferior. Pero tú has guardado el vino bueno hasta ahora." Así, en Caná de Galilea, dio Jesús comienzo a sus señales. Y manifestó su gloria, y creyeron en Él sus discípulos.

Palabra de Dios.
Gloria a Ti, Señor Jesús.

Probablemente este hermoso relato del milagro que Nuestro Señor hizo en las Bodas de Canaá lo hemos leído varias veces en distintas oportunidades de nuestras vidas.

Propongo en esta ocasión centrar nuestra mirada en María, Nuestra Madre Celestial. Podemos meditar acerca del papel importantísimo de Ella en la redención de la humanidad entera como Gran Intercesora y Abogada Nuestra que es.

En este pasaje bíblico vemos cómo Jesús reconoce que no tenía pensado realizar un milagro en aquella ocasión pero accede al pedido de su Madre quien se mostró atenta a las necesidades de aquellos jóvenes esposos. Por obra de María, Dios se manifiesta.

Dejemos bien en claro que la Iglesia Católica enseña que María no es una diosa ni es Dios. El amor que le profesamos los católicos no "compite" con el amor que le debemos a Dios: todo lo contrario, amarla a Ella complace a Nuestro Señor porque María es su criatura predilecta. En otras palabras, los católicos no adoramos a María ni a los santos, solo adoramos a Dios...

María intercede por nosotros ante Dios. Constantemente ora por todos y cada uno de sus hijos ante el Todopoderoso. A través de sus presencias milagrosas en lugares santos como Fátima, Guadalupe o Lourdes, nos invita siempre a acercarnos a Dios, a dejarnos amar por Él y, como aconsejó a aquellos sirvientes de la Boda de Canaá, María nos dice siempre que hagamos lo que Él nos diga.

sábado, 16 de enero de 2010

Cómo hablar de Dios a los hijos

La Educación Cristiana en la Fe se inicia desde la familia.

Antes de empezar a hablar de cómo hablar a los hijos de Dios debemos responder a dos preguntas previas: ¿Quién tiene que hablarles? Y, ¿Por qué?

1.- ¿Quién?

Nosotros los padres somos los primeros educadores y primeros responsables de su educación cristiana. De igual forma que somos los primeros responsables de todos los aspectos de su educación: enseñarles a comer, a lavarse los dientes, a vestirse, a ser ordenados...

No podemos pensar que como nuestros hijos ya van a un colegio con un ideario cristiano nos podemos relajar. Nada ni nadie nos puede eximir de esta responsabilidad.

2.- ¿Por qué?

• Porque somos cristianos y hemos recibido un mandato, una misión de Jesucristo “Id por todo el mundo y proclamad el Evangelio”, que para los padres se concreta, en primer lugar, en sus hijos. Después ya tendremos tiempo de anunciar el Evangelio a los demás.


• Porque como cristianos, y especialmente si vivimos intensamente nuestra vida cristiana, la consideramos como un tesoro que no podemos guardar para nosotros, queremos hacer partícipes de ese tesoro especialmente a los más cercanos, a las personas que más queremos, nuestros hijos. Lo mismo que cuando hemos leído un libro o visto una película que nos ha gustado mucho, no paramos de recomendarla a nuestros amigos.

3.- Qué supone para los padres educar en la fe?

Educar en la fe hace que los padres nos replanteemos muchas cosas; nos obliga a profundizar en muchos aspectos ya que tenemos que estar seguros de lo que vamos a transmitir. Nuestros hijos nos van a hacer muchas preguntas: ¿Por qué rezas? ¿Por qué vamos a Misa? ¿Por qué bautizamos a un niño? Puede ocurrir que no sepamos dar una respuesta clara, o que nuestra respuesta sirva para un niño pero que a nosotros no nos resulte convincente. Es el momento de profundizar. Nos tenem os que poner las pilas y reciclarnos. A medida que pase el tiempo las preguntas se complicarán y tenemos que estar preparados.

4.- Pero... no estamos solos

No podemos olvidar que Jesucristo ha instituido el sacramento del matrimonio para ayudarnos en esta labor educativa. Tenemos la ayuda específica –gracia- de Dios para educar a nuestros hijos. A veces podemos pensar “no puedo” y efectivamente es así “yo solo no puedo” pero como no estoy solo, tengo la ayuda de Díos “juntos podemos”.

Es importante que hablemos a Dios de nuestros hijos y pedirle ayuda para que nos haga verlos con sus ojos. A veces nuestra visión es limitada, tenemos poco ángulo de visión. Por otro lado, ¡qué importante es aceptar a los hijos tal y como son!. Cada hijo es diferente, algunos se parecen bastante a nosotros-no sólo físicamente sino en su carácter- y esto nos encanta, porque se comportan de manera parecida a como nos gusta, reaccionan de forma esperable según nues tros razonamientos. Pero otros no,… a pesar de recibir la misma educación, es más, de intensificar algunos aspectos de la misma, responden de forma desigual y nos rompen los esquemas. Nos preguntamos, ¿pero por qué es así este hijo/a? ¿por qué hace esto? Sólo se me ocurre una respuesta: es así porque Dios quiere, y Dios me lo ha puesto a mi para que yo le quiera, le acepte como es, le ayude a desarrollar sus talentos y sobre todo para que yo crezca en humildad y entienda o vislumbre cómo es el amor de Dios que vino al mundo y murió por todos y cada unos de los hombres sin hacer distinciones entre unos y otros. Dios nos da los hijos que necesitamos.

5.- ¿Qué hay qué hacer para educar cristianamente a nuestros hijos?

A los niños pequeños hay que decirles pocas cosas, las explicaciones han de ser breves. Lo que les ayuda es nuestro ejemplo y hacer cosas con ellos. Es importante apoyarse en estímulos sensibles como las imágenes, las oraciones y canciones. Al gunas ideas que podemos poner en práctica son:

• Rezar por las noches: desde que son bebés, podemos empezar a hacerles la señal de la cruz cuando les acostamos. En cuanto empiecen a sonreír, a mirarnos, … podemos empezar a rezar con ellos por la noche. Nunca es demasiado pronto. Poco a poco, según se van haciendo mayores y tienen más capacidad de razonamiento podemos acompañar a las oraciones vocales tradicionales una acción de gracias por el día tan estupendo que han pasado, un pedir perdón por algo que han hecho mal, pedir por alguna persona que lo necesita, pedir fuerzas para ser mejores, ….

• Bendecir la mesa

• Tener alguna imagen de la Virgen en casa, de la Sagrada Familia, del Ángel de la Guarda. No puede faltar el Belén en Navidad que nos permite hablar de los primeros años de la vida de Jesús con naturalidad.

• Hablarles de Jesús: ¿Cuándo? Por la noche o bien podemos dedicar un día a la semana, como el domingo, para explicarles e l Evangelio de ese día. Existen Evangelios con comentarios que pueden resultar muy útiles así como las Biblias para niños.

Enseñarles a rezar tiene gran importancia: cuando enseñamos a un hijo a rezar, primero enseñándole las oraciones de siempre y luego enseñándole a que hablen con Dios de forma natural, estamos estableciendo una relación de nuestro hijos con Dios única e intransferible. Nosotros damos el primer empujón, “concertamos esa primera cita”, pero luego es Dios el que hace el resto y va actuando sobre nuestros hijos.

6.- Sobre la Misa

¿Qué le podemos explicar a un niño sobre la Misa?

• El Domingo es el día más importante de la semana porque es el día de Jesús, por eso no trabajamos y tenemos fiesta.

•¿Por qué el domingo? Porque es el día que Jesús resucitó. Para celebrarlo, a Jesús le gusta que todos los que le queremos nos reunamos juntos y recemos juntos, al igual que a ti cuando es tu cumpleaños te gusta i nvitar a todos tus amigos y todos te cantan para felicitarte. También nosotros, los amigos de Jesús rezamos a la vez unas oraciones muy bonitas, algunas de esas oraciones las decimos cantando

• El domingo es un día especial y en una familia cristiana se tiene que notar: aperitivo, comida especial, postre, chuches, .... (no vaya a ser que sólo noten que es especial porque van a Misa, ¡menudo rollo!).

• Como es el día de Jesús vamos a la Iglesia a celebrarlo con la Misa. En la Misa vamos a dar gracias a Jesús, a pedirle perdón, a pedirle ayuda y a pedir por los demás. Jesús está presente en la Misa y por eso es tan especial. Cuando estamos en casa y rezamos Jesús nos ve y nos oye, pero en la Misa Él está realmente presente. Hay un momento en la Misa en el que Jesús se hace presente en el pan y en el vino y se nos da como comida para ayudarnos a ser mejores.

• Podemos hablarles del momento de la Consagración: todos los Ángeles de la Guarda van al altar a estar junto a Jesús que se hace allí presente

A pesar de nuestras explicaciones hay momentos en los que los niños se aburren porque no entienden, pero se van acostumbrando a que hay que estar en silencio y sin moverse mucho. Poco a poco irán entendiendo un poco mejor la Misa y se les hará más llevadera.

Tan importante como las explicaciones que les demos a los niños es nuestra actitud. He aquí algunos consejos prácticos:

1.- Ponerse en los bancos de delante: evitamos distracciones y ven mejor lo que pasa, están más atentos. (si fuésemos a un espectáculo a todos nos gustaría estar en primera fila)

2.- Cuidar la forma de vestir. No es lo mismo ir a la playa que a Misa.

Llegar puntuales (cuidamos la puntualidad en ir a clase, en llegar al cine, ....). Jesús no espera, no podemos hacerle esperar. ¿Haríamos esperar a una persona importante?

3.- Que nos oigan contestar, es recomendable pronunciar bien, vocalizando, par a que ellos oigan y aprendan. Echarles una miradita animándoles a que participen.

4.- Cantar: a los niños les encantan las canciones. Es recomendable asistir a alguna Misa en la que se cante.

5.- Que nos vean atentos y que nos vean rezar (después de la comunión), con respeto. Podemos animarles a que ellos también se pongan de rodillas y recen.

Autor: Marta Tellaeche Fuente: Son tus hijos

jueves, 14 de enero de 2010

Letanía en respuesta al aborto

Señor, ten piedad de nosotros.
R.Señor, ten piedad de nosotros

Cristo, ten piedad de nosotros.
R.Cristo, ten piedad de nosotros

Señor, ten piedad de nosotros.
R.Señor, ten piedad de nosotros

Cristo, óyenos.
R. Cristo óyenos.

Cristo, escúchanos.
R. Cristo escúchanos.

Ahora todos repiten: TEN PIEDAD DE NOSOTROS

Dios Padre, Creador del mundo...
Dios Hijo, por quien todo fue creado...
Dios Espíritu Santo, Señor y Dador de Vida...
Señor Jesús, Principio y Fin...
Señor Jesús, Camino, Verdad, y Vida...
Señor Jesús, Resurrección y Vida...
Señor Jesús, Palabra Eterna de Vida...
Señor Jesús, que moraste en el vientre de la Virgen María...
Señor Jesús, Tú que amas a los pobres y a los débiles...
Señor Jesús, Defensor de los indefensos...
Señor Jesús, Pan de Vida...
Por cada pecado cometido en contra de la vida...
Por el pecado del aborto...
Por el asesinato diario de los niños inocentes...
Por el derramamiento de sangre en toda nuestra nación...
Por el clamor silencioso de todos Tus hijos...
Por el asesinato de tus futuros discípulos...
Por el abuso de las mujeres por el aborto...
Por el silencio de Tu gente...
Por la indiferencia de Tu gente...
Por la cooperación de Tu gente en esta tragedia...

Ahora respondemos: SEÑOR, ATIENDE NUESTRA SUPLICA.

Por nuestras hermanas y hermanos no nacidos que son asesinados por el aborto...
Por los hermanos y hermanas no nacidos en peligro de aborto...
Por nuestros hermanos y hermanas que han sobrevivido al aborto...
Por las Madres que han tenido abortos...
Por las Madres que sufren la tentación de tener un aborto...
Por las Madres que sienten la presión de tener un aborto...
Por la Madres que han rechazado el aborto...
Por los Padres de los niños abortados...
Por las Familias de los niños abortados...
Por las Familias de los que han sido tentados por tener un aborto...
Por los abortistas...
Por los que asisten y cooperan con los abortos...
Por los doctores y las enfermeras, que puedan cultivar la vida...
Por los líderes de gobierno, que puedan defender la vida...
Por el clero, que puedan hablar a favor de la vida...
Por el movimiento pro vida...
Por todos los que hablan, escriben y trabajan por eliminar el aborto...
Por todos los que ayudan a proveer alternativas al aborto...
Por todos los que promueven la adopción...
Por los grupos pro vida nacionales y locales...
Por la unidad en el movimiento pro vida...
Por el valor y la perseverancia del trabajo pro vida...
Por los que sufren de rechazo y ridiculez por su posición a favor de la vida...
Por los que han sido detenidos por defender la vida...
Por los que han sido maltratados y lastimados por defender la vida...
Por los profesionales de leyes...
Por los jueces y las cortes...
Por los policías...
Por los educadores...
Por los profesionales de los medios de comunicación...

Ahora respondemos: TE DAMOS GRACIAS SEÑOR

En acción de gracias por los niños salvados del aborto...
En acción de gracias por las Madres salvadas y sanadas del aborto...
En acción de gracias por los que antes apoyaban el aborto y ahora defienden la vida...
En acción de gracias por todos los que se oponen al aborto...
En acción de gracias por el llamado a ser parte del movimiento pro vida...

Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo...
R. Sálvanos, Señor
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo...
R. Óyenos, Señor
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo...
R. Ten piedad y Misericordia de nosotros.

Guia: Bajo tu amparo nos acogemos Santa Madre de Dios, no desprecies las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades, antes bien, líbranos de todos los peligros, ¡Oh Virgen Gloriosa y Bendita! Ruega por nosotros Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Cristo. Amén.

Oremos, Dios todopoderoso, Tú has creado todo por medio de Tu Hijo Jesucristo. Él venció el poder de la muerte por medio de Su Misterio Pascual. Que todos los que se confiesan ser Cristianos, promuevan la Santidad de la Vida y que te sirvan fielmente, por El mismo Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

Ave María Purísima, r. sin pecado concebida.

En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

(fuente: http://www.sanroquercc.com/)

miércoles, 13 de enero de 2010

Acerca de ARZOBISPO

ARZOBISPO es el nombre que recibe un Obispo con el título de una Arquidiócesis.

Es METROPOLITANO el Arzobispo de la arquidiócesis central de una provincia eclesial que contiene varias diócesis. Tiene todos los poderes del obispo en su propia arquidiócesis y supervisión, y jurisdicción limitada sobre las demás diócesis (llamadas sufragáneas). El palio conferido por el Papa, es el símbolo de su status como metropolitano.

ARZOBISPO TITULAR es el que tiene el título de una arquidiócesis que existía en el pasado pero ahora existe sólo en título. No tiene jurisdicción ordinaria sobre una arquidiócesis. Lo son, por ejemplo los arzobispos en la Curia Romana, Nuncios Papales, Delegados apostólicos.

ARZOBISPO AD PERSONAM es el título honorífico personal a modo de distinción concedido a algunos obispos. No tienen jurisdicción ordinaria sobre una arquidiócesis.

ARZOBISPO PRIMADO es el título honorífico dado a Arzobispos de las circunscripciones eclesiásticas más antiguas o representativas de algunos países o regiones. En España, por ejemplo, lo es el Arzobispo de Toledo.

ARZOBISPO COADJUTOR Es el asistente del Arzobispo gobernante y tiene derecho a sucesión.

(fuente: www.aciprensa.com)

martes, 12 de enero de 2010

¿Legalizar el “matrimonio homosexual”?

Autor: P. Fernando Pascual

La legalización del “matrimonio homosexual",es, en buena parte, el resultado de tres grandes movimientos ideológicos y culturales.

La legalización del “matrimonio homosexual”, a finales del mes de junio de 2005, en España y en Canadá (ya había sido aprobado anteriormente en los Países Bajos y Bélgica) es, en buena parte, el resultado de tres grandes movimientos ideológicos y culturales.

El primero arranca de la Revolución Francesa, a partir de quienes han considerado que el Estado debería regular cada vez con mayor poder invasivo la realidad del matrimonio, hasta el punto de arrogarse el poder de definir cuál sea la esencia del matrimonio.

Por este motivo, en los últimos 200 años se han promulgado leyes que permiten el divorcio, y, recientemente, leyes que regulan otras formas de convivencia, como las así llamadas “parejas de hecho”, a las que se confiere derechos similares a los que son propios del matrimonio. Como última etapa en este proceso se ha llegado a la pretensión de definir qué se entiende por matrimonio y de legislar sobre lo que puede recibir este nombre, como si se tratase de algo que puede cambiar según cambian los gustos de la gente o las mayorías parlamentarias.

En realidad, el matrimonio precede al Estado: es algo original y no sometido a las decisiones de una dictadura o de un partido político. El Estado, por lo tanto, no debería imponer leyes arbitrarias sobre esta institución natural. Su competencia reguladora debería limitarse a aclarar y dirimir aspectos sociales de las uniones matrimoniales, para evitar abusos, para promover la convivencia y, sobre todo, para proteger y fomentar las riquezas propias del matrimonio y de la familia.

El segundo movimiento se ha desarrollado a partir de la “ideología contraceptiva”, que ha llevado a vivir la relación conyugal entre los esposos cada vez más como algo desligado de la procreación. Especialmente a partir de la píldora Pincus y de los siguientes productos anticonceptivos, las parejas han podido vivir su sexualidad sin el “peligro” de que sean concebidos nuevos hijos. La mentalidad anticonceptiva ha culminado con la difusión del aborto, usado en no pocos casos como una especie de “anticoncepción” de emergencia, sin olvidar que no pocos métodos anticonceptivos pueden tener también efectos abortivos.

Cuando Pablo VI escribió, en 1968, la encíclica "Humanae vitae", intuyó los graves peligros que, a la larga, nacerían si se generalizaba el uso de anticonceptivos. Especialmente reconocía el peligro de que el hombre perdiese el respeto hacia la mujer, y de que se difundiese una mentalidad en la que la transmisión de la vida fuese vista como algo opcional, sometido completamente a los deseos humanos (inclusive de algunos gobiernos que pretendiesen controlar la fertilidad de sus pueblos).

A estos abusos podríamos añadir, continuando las reflexiones de Pablo VI, la difusión de un modo de ver la sexualidad simplemente como búsqueda de placer sin respetar su sentido original. Sólo cuando reconocemos la estrecha relación que existe entre los significados unitivo y procreativo en el acto sexual resplandece con toda su belleza la vida matrimonial.

Después de más de 40 años, los resultados dan la razón a la "Humanae vitae". Es evidente el incremento de la promiscuidad sexual entre jóvenes y adultos, de la mayor infidelidad de los esposos, del divorcio, del aumento de los nacimientos fuera del matrimonio, del dilagar de enfermedades de transmisión sexual. Además, la sexualidad humana está siendo vista por muchos como algo referido solamente al placer y a las opciones libres de las personas, sin el horizonte de compromiso que es propio del matrimonio, y sin abrirse a la procreación.

Las bajas tasas de natalidad de los países ricos muestran el triunfo de esta ideología anticonceptiva y preparan el “humus” en el que se ha desarrollado el movimiento homosexual.

Encontramos así el tercer movimiento ideológico que ha llevado a la nueva ley española y a otras leyes similares en diversos lugares del planeta: el movimiento homosexual. Tal movimiento tiene su origen en las reivindicaciones de algunos grupos de homosexuales que han conseguido un amplio poder en el mundo de la cultura, de la comunicación, de la política.

Estos grupos ven la propia actividad sexual como plenamente legítima en la vida social, y con derechos a un reconocimiento idéntico al que se da a las demás uniones matrimoniales aceptadas por el estado. De hecho, los actos homosexuales naturalmente están cerrados a la vida, lo cual, por culpa de los abusos de la anticoncepción, también ocurre entre muchas parejas heterosexuales.

La fuerza de la ideología “gay” es tal que ha llegado a condicionar los estudios de la psicología. En no pocos países resulta sumamente peligroso el que algún psicólogo insinúe que la homosexualidad “se pueda curar”, o manifieste la idea de que podría ser tratada como si fuese una “enfermedad”. Igual podemos decir de la ética: declarar los actos homosexuales como algo inmoral conlleva el riesgo de ser acusado de “homofobia” y puede ser motivo de persecuciones y ataques de diverso tipo.

La política también ha quedado seriamente afectada: se presiona, estigmatiza, aísla o persigue de distintas maneras a aquellos políticos que se oponen a las reivindicaciones de los grupos “gay”. La Iglesia católica y otras religiones son cada vez más criticadas en el mundo de la cultura y en aquellos medios de comunicación que avalan y promueven el “orgullo gay”.

Estos tres movimientos han cristalizado en la nueva ley aprobada en España en junio de 2005 a petición del gobierno socialista. Según el preámbulo de este texto legislativo, “la ley permite que el matrimonio sea celebrado entre personas del mismo o distinto sexo, con plenitud e igualdad de derechos y obligaciones cualquiera que sea su composición. En consecuencia, los efectos del matrimonio, que se mantienen en su integridad respetando la configuración objetiva de la institución, serán únicos en todos los ámbitos con independencia del sexo de los contrayentes; entre otros, tanto los referidos a derechos y prestaciones sociales como la posibilidad de ser parte en procedimientos de adopción”.

En realidad, esta nueva ley no respeta la “configuración objetiva de la institución” del matrimonio, sino que la redefine, al desvincularla de lo que debe ser: la unión de un hombre y una mujer abiertos a la vida a través de la complementariedad sexual. La palabra “matrimonio” queda, así, enmarcada en un nuevo contexto, en el cual el origen del matrimonio no es el amor unido a la complementariedad sexual de los contrayentes, sino sólo el amor o el afecto que éstos, hombres con hombres, mujeres con mujeres, hombres con mujeres, manifiesten entre sí.

El resultado, contrariamente a lo que pretende el gobierno español y los grupos homosexuales que lo apoyan, no va a ser la “conquista de un derecho” o la supresión de una discriminación, sino el abajamiento del “contrato matrimonial” a algo que seguirá recibiendo el nombre de “matrimonio” sin serlo realmente. A lo sumo, sólo habrá matrimonio en aquellas parejas heterosexuales que cumplan los requisitos que hacen válida su unión esponsal, entre ellos la aceptación de sus dos propiedades esenciales: unidad e indisolubilidad. No lo habrá, aunque abusen del nombre, entre las parejas del mismo sexo.

Sobre esta temática, la Congregación para la Doctrina de la fe publicó en el año 2003 el documento "Consideraciones acerca de los proyectos de reconocimiento legal de las uniones entre personas homosexuales", con la explícita aprobación del entonces Papa Juan Pablo II. Estas Consideraciones recordaban la doctrina católica y la reflexión racional sobre el verdadero matrimonio, e invitaban a oponerse al reconocimiento legal de las uniones entre personas homosexuales.

Entre las motivaciones de orden racional que las Consideraciones (en el n. 6) ofrecen para oponerse a tal reconocimiento, encontramos la siguiente: “En este sentido es necesario reflexionar ante todo sobre la diferencia entre comportamiento homosexual como fenómeno privado y el mismo como comportamiento público, legalmente previsto, aprobado y convertido en una de las instituciones del ordenamiento jurídico. El segundo fenómeno no sólo es más grave sino también de alcance más vasto y profundo, pues podría comportar modificaciones contrarias al bien común de toda la organización social”.

En otras palabras: dar estatuto de “matrimonio” a las uniones homosexuales, y permitirles, entre otras cosas, el adoptar niños, crea un enorme desorden social al ofrecer a la gente la idea de que el comportamiento homosexual es no sólo normal, sino incluso algo protegido y tutelado como un “bien social”.

En realidad, en los actos homosexuales no se da la presencia de aquellos elementos de complementariedad biológica y antropológica que son propios del verdadero matrimonio. Esta complementariedad permite la apertura a la vida y la creación de aquellas condiciones ideales para educar a los propios hijos desde la riqueza que nace de convivir con unos padres de distinto sexo.

Oponerse con firmeza a leyes como esta, incluso con la objeción de conciencia, será un testimonio de respeto hacia el verdadero matrimonio y a su papel en la configuración de sociedades sanas y de personas maduras. Ello no quita, desde luego, que los católicos, y especialmente los sacerdotes, mantengamos una actitud pastoral de acogida y respeto hacia las personas que tienen tendencias homosexuales, como recuerdan las Consideraciones (n. 4) citando la "Carta sobre la atención pastoral a las personas homosexuales", Carta publicada en 1986 por la misma Congregación para la Doctrina de la fe.

(fuente: http://es.catholic.net/)

sábado, 9 de enero de 2010

El valor de la oración

La oración nos une a Dios. Como dice san Gregorio: “Es necesario acordarse de Dios más a menudo que de respirar”.

Como dice san Gregorio: “Es necesario acordarse de Dios más a menudo que de respirar”.


¿Cómo sintetizar la palabra “oración”?


Orar es recoger el corazón y reconocerse pecador: “reconozco mi pecado” (Sal 50). Es un don: “Si conocieras el don de Dios” (Jn 4, 10). Es también una comunión entre tu y Dios que te creó a su “imagen y semejanza” (Gn 1, 26). La oración es mirar con la fe, como Pablo: “caminamos en la fe” (2 Cor 5, 7). O como decía el santo cura de Ars cuando oraba ante el sagrario: “Yo le miro y Él me mira”. Es una atenta escucha a la palabra de Dios que se traduce en hacer su voluntad. Como las brasas que, cubiertas de ceniza, basta un vientecillo para avivarlas y producir calor.

En la oración somos como la arcilla que poco a poco moldea el alfarero con sus manos, o como un pedazo de mármol que el escultor esculpe para sacar una hermosa talla. Así también déjate trasformar por Él, pues del polvo te formó y con su a liento te dio la vida. ¡Qué no hará contigo el Maestro del escultor y del alfarero! “Antes de haberte formado yo en el seno materno, te conocía, y antes que nacieses, te ame” (Cf. Jer 1, 5).

Considérate como peregrino de este mundo y como deudor de todo cuanto tienes. “Los campos de cierto hombre rico dieron mucho fruto…y se dijo: ¿Qué haré?, pues no tengo donde reunir mi cosecha...Voy a demoler mis graneros y edificaré otros más grandes y reuniré allí todo mi trigo y mis bienes y diré a mi alma: Alma, tienes mucho…Pero Dios le dijo: ¡Necio! Esta misma noche te reclamarán el alma; las cosas que preparaste, ¿para quién serán? (Cf. Lc 12, 16-20). Todas tus necesidades, trabajos y dificultades ponlos en las manos de Dios y confía en la esperanza que Él proveerá los medios que Él quiera y como quiera para Ti.

Pero también existen enemigos:

El enemigo de la oración son las cosas mundanas. La serpiente poco a poco va seduciendo al hombre presentándo le las riquezas, el poder y el placer. Cristo resistió orando largos días en el desierto. Adán y Eva sucumbieron por dialogar con la serpiente y perdieron de vista su fin: que fueron creados por Dios y para amar a Dios. Ellos aceptaron lo que Cristo rechazó con tenacidad y amor a su Padre y a su misión: la “gloria” mundana.

¿Cuántos mueren y sufren, y a ti Dios te permite vivir hoy para que le mires a Él? ¿Dónde estás? (Gn 3, 9). Una vez más es la iniciativa de Dios que sale a tu encuentro a pesar de tu infidelidad. El hombre responde: “Te oí andar por el jardín y tuve miedo porque estoy desnudo; por eso me escondí” (Gn 3, 10). Dios no quiere tu lejanía sino procura tu cercanía. Sale a tu encuentro para que le veas “cara a cara” (Gn 32, 31). “Por eso te ha dado el entendimiento para que le conozcas, la memoria para que te acuerdes de Él, la voluntad para que le ames, la imaginación para que tengas presente sus beneficios, los ojos para que veas la maravillas de sus obras, la lengua para que le alabes, y así todas la facultades” (Vida devota, san Francisco de Sales)

Bien sabes que en este mundo y en esta vida no hay alma que pueda vivir segura. Las grandes pasarelas de luces y colores brillan modelando por las calles sus atrevidos escaparates de lujosas marcas, que provocan la lujuria, la envidia, la avaricia y lo que es más doloroso, la lejanía de tu creador: “DIOS”. El hombre egoísta no es más que un maniquí ambulante para los demás. Lo grande y hermosa que es tu alma queda ignorada, nada que ver con lo putrefacto y pasajero del mundo, visto en su realidad más llana. Su grandeza (del alma) es su silencio interior y su hermosura jamás pasa de moda: es el amor de Dios que la mantiene siempre bella. Mientras lo banal dura lo que dura la moda, el alma dura lo que dura la eternidad de Dios.



Atrévete a rezar

Cristo es exigente. No te pide paz cuando te pide estar en pie de guerra “He venido a arrojar un fuego sobre la tierra y ¡cuánto desearía que ya estuviera ardiendo!” (Lc 12, 49). No te pide poner una mejilla sino también la otra: “al que te abofetee en la mejilla derecha ofrécele también la otra” (Mt 5,39). No quiere tu vida mediocre sino una vida de perfección “sed perfectos como es perfecto vuestro Padre celestial” (Mt 5, 48). Y si tienes el coraje de seguirle, existe una condición: toma tu cruz y síguele en primera fila “El que no toma su cruz y me sigue detrás no es digno de mí” (Mt 10, 38). Te pide rezar por tus enemigos y amarlos: “Pues yo os digo: Amad a vuestros enemigos y rogad por los que os persigan” (Mt 5, 44). Recuerda que ¡Él dio la suya por ti! “Nadie tiene mayor amor que el que da su vida por sus amigos” (Jn 15, 13). El desprendimiento y la renuncia como prueba de esta amistad: “Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber...” (Mt 25, 35 ss). En definitiva Cristo quiere que le acompañes en las buenas y en las malas en el otro lado de la cruz.


Cristo oraba confiado en las manos de su Padre. Las cosas que nos pasan son diferentes si dejamos que Dios invada nuestra oración para encontrar el camino seguro. El silencio, la confianza y la decisión son actitudes para encontrarse con Dios que “me amó y se entregó a sí mismo por mí” (Gal 2, 20). El silencio es la luz del alma donde podrás ver y escuchar a Dios.



Cristo es la luz, el sol que te ayuda a admirar la majestuosidad de la creación hecha desde la eternidad por Él, que se hace hombre para ser tu luz. Tu oración será una admiración por la belleza y bondad de Dios; podrás contemplar y adorar la admirable obra de sus manos y finalmente te conducirá a la acción, habiendo quedado sorprendido y estupefacto de quién es Dios. Su amor te tiene que lanzar con más ímpetu y donación a buscarle sólo a Él, sobre todas las cosas, cumpliendo el primer mandamiento: “amar a Dios con toda tu alma, con toda tu mente y con todo tu corazón y a tu prójimo de la misma manera.” (Cf. Mc 12 , 30-31).

Autor: Manuel Mendoza, L.C. - Fuente: Gama - Virtudes y Valores
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...