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sábado, 31 de enero de 2009

Hoy es el Día de Don Bosco, Nuestro Papá

Hoy es el Día de Don Bosco, Nuestro Papá que desde el Cielo nos alienta para caminar por esta vida sirviendo a los demás, especialmente a los jóvenes, y que un día nos encontremos todos en el Paraíso.

Hacen 121 años, Juan Melchor Bosco moría dejando en este mundo una obra social y educativa formidable que sirvió para la salvación de muchas almas. Nos dejó como legado una espirtualidad, es decir, una forma de vivir el Evangelio en lo cotidiano, en lo más simple de cada día, haciendo bien lo que tenemos que hacer.

Don Bosco nació en un hogar con grandes carencias materiales. Perdió a su papá cuando tenía tan solo dos años de edad, tuvo que salir a trabajar al campo para ayudar a su madre.

Con mucho esfuerzo y con la ayuda de algunas almas caritativas puedo estudiar y forjar su sacerdocio para servir a los demás, en especial a los jóvenes.

Tuvo que luchar contra muchas adversidades y contrariedades que le provocaron personas, en especial de la misma Iglesia Católica. Pero, lejos de llenarse de odio y deseos de venganza, se empapó más del Amor de Dios y siguió. Luchó contra la injusticia social de su época sin armas ni violencias, solo con el Amor de Dios y María Auxiliadora como Guía y Estandarte.

Nuestro Papá Don Bosco nos espera en la Vida Eterna. Su ejemplo está muy vigente.

Agradezco infinitamente por habernos regalado a este Padre.

¡Viva Don Bosco! ¡Alabado sea el Señor!

Nos habla nuestro Rector Mayor: Construid un amplio movimiento para la salvación de los jóvenes

Queridos jóvenes,

he participado, el verano pasado, en la Jornada Mundial de la Juventud en Australia. Daba gusto ver a tantos jóvenes procedentes de todo el mundo, a pesar de las distancias y los gastos, pertenecientes a grupos diocesanos, a grupos animados por institutos religiosos y por los movimientos.

Mi pensamiento ha ido espontáneamente a la gran aventura que comenzó con Jesús de Nazaret. Desde las orillas del océano pensaba en las riberas de un lago de un país minúsculo y desconocido. Aquellas riberas encerraban un pequeño mundo de pescadores que conocían solamente las aguas del lago con sus imprevistas tempestades y sus largos y misteriosos silencios, y que en ese mismo lago encontraron a Jesús.

Fascinados por aquel hombre, lo seguirán, lo escucharán, a veces no lo comprenderán. Dudarán de él hasta el final y lo traicionarán. Pero al final todos se reconocen en la ardiente confesión de fe de Pedro: «Señor, ¿a quién vamos a acudir? Solo tú tienes palabras de vida eterna» (Jn 6, 69). Se habían dejado capturar por su amor total y gratuito. Un amor más grande y más verdadero que sus posibles debilidades, que su misma traición. Así aquella pequeña semilla ha crecido, ha llegado a ser un gran pueblo que cubre la faz de la tierra: la Iglesia.

He sentido la alegría de encontrar también a los jóvenes del Movimiento Juvenil Salesiano. Ante aquellos millares de jóvenes entusiastas me vino a la mente el recuerdo del pequeño grupo de jóvenes que aquella fría tarde del 18 de diciembre de 1859 se reunieron en la habitación de Don Bosco para hacer la opción más importante de su vida: quedarse con Don Bosco, entregándose totalmente al Señor. Así, de una manera sencilla y humilde, hace 150 años, fue lanzada una semilla. Me parece ver al joven Cagliero que, una semana antes de aquella decisión, daba vueltas de una parte para otra en el patio, incierto, confuso, pensando una cosa y después otra, hasta que suelta la frase: «Fraile o no, ¡yo me quedo con Don Bosco!». Se quedó con Don Bosco, llevando aquella pequeña semilla hasta los últimos confines de la Patagonia. Una historia más grande que él, más grande que aquellos jóvenes pobres pero generosos. De aquella pequeña semilla nacieron los Salesianos, las Hijas de María Auxiliadora, los Salesianos Cooperadores.

Una historia que ha llegado hasta nosotros, porque aquella semilla se ha convertido en un gran árbol: la Familia Salesiana.

Es verdad, eran jóvenes pobres, limitados en su experiencia humana y cultural. Pero en Don Bosco habían encontrado a Jesucristo que los lanzó a una misión humanamente imposible, una loca aventura: «Seréis mis testigos hasta los confines de la tierra» (Hech 1,8). También a vosotros, jóvenes del tercer milenio, confía el Señor la misión que hace dos mil años entregó a sus discípulos: «Te envío a anunciar mi Evangelio hasta los confines de la tierra. Ve con el amor y la pasión apostólica que impulsó a Don Bosco a preferir siempre a los jóvenes, a los pobres, a los pueblos no evangelizados todavía».

¡No tengáis miedo! Jesús Resucitado os asegura la fuerza, el dinamismo y la alegría que provienen del Espíritu Santo. Con la fuerza del Espíritu, la Iglesia cumple su misión, hace presente a Jesús hoy; el mismo Espíritu que suscitó y formó a Don Bosco, ha hecho de aquella semilla un árbol grande y hermoso. Para continuar esta misión me dirijo a vosotros, queridos jóvenes, con la apremiante invitación a colaborar con vuestro entusiasmo y dinamismo juvenil a hacer de la Familia Salesiana un gran movimiento, vasto como el mundo, para la salvación de los jóvenes.

No sois sólo los destinatarios de la misión salesiana, sino que con vuestro frescor juvenil sois el corazón palpitante de este gran Movimiento. Por eso os preguntaréis: «¿Qué debemos hacer, cómo podemos responder a la misión que Jesús nos confía y cómo podremos evangelizar concretamente a nuestros compañeros?»

Estoy convencido de que si sabéis encontrar espacio para la oración y para poneros a la escucha dócil del Espíritu Santo, veréis cada vez con más claridad cómo proceder en esta obra tan importante que es la evangelización y educación vuestra y de vuestros amigos.

Y aquí quisiera, con simplicidad, daros algunas sugerencias que confío a vuestra reflexión y a vuestro corazón generoso.

Ante todo os invito a cultivar una actitud de fondo: la voluntad de caminar juntos hacia una meta compartida, con un intenso espíritu de comunión, convencidos de que hay que unir fuerzas, con madura capacidad de proyectar juntos. Hemos recibido el gran don de la Espiritualidad Juvenil Salesiana, que es la fuente de nuestra comunión y el dinamismo de nuestra misión, y que debemos profundizar y compartir cada vez más.

Nuestra misión común, nuestra meta compartida, es el «planeta jóvenes». Por eso, queridos amigos, es necesario estar dentro de la realidad juvenil. Jesús os invita, junto a todo el Movimiento Salesiano, a entrar en el mundo de los jóvenes de hoy, con sus sombras y sus luces, sus angustias y sus esperanzas, con sus momentos de alegría pero también con sus sufrimientos, con su vida exuberante pero también con sus desiertos donde brota solo la hierba amarga de la soledad. Pienso en el mundo escolar, en la Universidad, en la realidad laboral; pienso en los lugares del tiempo libre y de la diversión; pienso sobre todo en las zonas desesperadas del malestar juvenil. Habrá que estar activamente presentes en todos estos ambientes promoviendo una mayor calidad de vida, una comunicación más intensa y profunda, una solidaridad que haga superar tanto individualismo y tanta soledad en la que viven tantos jóvenes, testimoniando los valores positivos que dan sentido y gusto a la vida y, sobre todo, haciendo presente entre los jóvenes a la persona de Jesucristo, fuente de humanidad plena, de vida y de alegría.

Otra sugerencia: hacer que se oiga la voz de los jóvenes, en especial la de tantos jóvenes que no tienen voz y a los que nadie escucha; dar a conocer sus necesidades y sus expectativas, defender sus derechos y acompañarlos en sus reivindicaciones. Ante todo hacer oír la voz de los jóvenes entre vuestros compañeros, que muchas veces no conocen ciertas situaciones de malestar y de marginación; hacer que se oiga en los grupos de la Familia Salesiana. Como Domingo Savio, que llevó a Don Bosco hasta el enfermo de peste que había quedado abandonado, así también vosotros tenéis que darle la mano a la Familia Salesiana para que se ocupe de los enfermos de nuestro tiempo. Si no entráis vosotros en esta realidad, probablemente ningún otro irá en lugar vuestro.

Pero también juntos, como Movimiento, debéis ser la voz de los jóvenes ante la sociedad y ante la misma Iglesia: fomentad con creatividad iniciativas que ayuden a conocer sus problemas, sus situaciones de peligro, sus expectativas y esperanzas.

Habrá que dar a conocer también las noticias que hablan de lo que se hace en el mundo de los jóvenes, de tantas iniciativas positivas que ordinariamente no aparecen en los medios de comunicación; promover de esta manera una visión positiva del mundo juvenil entre los adultos, contagiándolos con vuestro entusiasmo y dinamismo.

Estamos llamados a ir juntos a la entraña de la vida, aceptando los retos de la complejidad cultural y social. La familia, la escuela, la comunicación social, la cultura, la política, necesitan nuevas formas de solidaridad. La respuesta está en el compromiso activo por el bien común que, para la Familia Salesiana, significa promover la tarea compartida ante los grandes desafíos de la vida, de la pobreza en sus distintas expresiones, de la evangelización, de la paz, de los derechos humanos. Para vosotros, jóvenes, el voluntariado civil, social y misionero, representa una posible vocación significativa y comprometida que como Movimiento debéis fomentar.

Otro sector para compartir como Movimiento es el compromiso misionero. En estos últimos años, en las expediciones misioneras, hay siempre algunos jóvenes que ofrecen algunos años de su vida para la difusión del Evangelio; pero también en vuestros países podéis crear redes de colaboración y de apoyo para sostener la tarea misionera de la Familia Salesiana y de la Iglesia.
Estad dispuestos a hacer opciones exigentes de servicio, generosos hasta acoger el don de Dios que llama con una vocación de especial consagración.

Robusteced el mismo Movimiento Juvenil Salesiano promoviendo encuentros y relaciones entre los distintos grupos de una misma obra salesiana o de la misma zona, favoreciendo el intercambio de iniciativas y subsidios, la colaboración en proyectos compartidos al servicio de las grandes causas de la vida y de la solidaridad. Abrid el MJS a otros movimientos de la Iglesia local, colaborad con instituciones y organismos de la sociedad civil, especialmente con los que se ocupan de los jóvenes y del malestar juvenil. Dad visibilidad eclesial y social a la presencia salesiana, como Movimiento, participando en los proyectos comunes, ofreciendo vuestros recursos y posibilidades para apoyar iniciativas a favor de los jóvenes, fomentando colaboraciones variadas, ágiles, convergentes, renovables…

Y he aquí una última recomendación que me parece importante. El Movimiento Salesiano ha nacido del corazón apostólico de Don Bosco, inflamado de caridad por la salvación de los jóvenes. Seremos capaces de construir Movimiento Salesiano si sabemos estar presentes en la realidad juvenil con el corazón anclado en Cristo. Estamos llamados a modelar nuestro corazón, pobre e incluso pecador, sobre el de Jesús, en el cual Dios se ha manifestado al mundo como el que da la vida, para que el hombre sea feliz y tenga vida en abundancia (cfr. Jn 10,10). Hay que tener una fe, cada vez más fuerte, que se alimenta con la Palabra de Dios y la Eucaristía, que se sumerge con frecuencia en el océano de la misericordia de Dios y que comprueba siempre lo hermoso e importante que es dejarse ayudar por un guía espiritual.

Siguiendo rutas de profundización espiritual y de formación pastoral podremos cumplir nuestra misión común, que es la educación cristiana y la orientación del joven en la vida.

He aquí la interpelación que el Papa dirigió a los jóvenes en la pasada Jornada Mundial de Sidney, diciendo: «Queridos jóvenes, permitid que os haga ahora una pregunta. ¿Qué vais a dejar a la próxima generación? ¿Estáis construyendo vuestra existencia sobre cimientos sólidos, estáis construyendo algo duradero? ¿Estáis viviendo vuestra vida dando espacio al Espíritu en medio de un mundo que quiere olvidar a Dios, o incluso rechazarlo en nombre de un falso concepto de libertad? ¿Cómo estáis usando los dones que habéis recibido, la fuerza que el Espíritu Santo está ahora dispuesto a derramar sobre vosotros? ¿Qué herencia vais a dejar a los jóvenes futuros? ¿Qué diferencia vais a marcar?» (Homilía en la Eucaristía final en el Hipódromo de Randwick, el 20 de julio de 2008).

Pongámonos en camino con esperanza: «Recibiréis la fuerza del Espíritu Santo que descenderá sobre vosotros y seréis mis testigos hasta lo últimos confines de la tierra» (Hech 1,8). Queridos jóvenes, estas palabras de Jesús son para cada uno de vosotros. ¡No lo olvidéis nunca! Jesús Resucitado abre a cada uno de vosotros estos grandes horizontes, os señala también a vosotros los confines de la tierra. Confines que empiezan aquí y ahora, en vuestros países, en vuestras ciudades donde os ha colocado la Providencia. Somos parte de una gran Familia nacida del corazón de Don Bosco y crecida con el don de María Mazzarello y de todos los Santos y Santas que la han vivificado, especialmente los santos jóvenes, Domingo Savio, Laura Vicuña, Ceferino Namuncurá, los cinco jóvenes mártires del Oratorio de Poznan, y tantos otros. El Señor nos llama hoy a continuar esta hermosa aventura para el bien y la salvación de los jóvenes.

María, que ha sido la Madre y Maestra de Don Bosco, no nos puede dejar solos en este camino. Ella es también para nosotros Madre y Maestra, que nos conduce a Cristo y a los jóvenes, para que podamos construir al servicio de los jóvenes más pobres un Movimiento de salvación y de vida plena.

En la solemnidad de San Juan Bosco
Don Pascual Chávez Villanueva
Turín, 31 de enero de 2009

(fuente: http://www.infoans.org/)

Vida de Don Bosco, película completa traducida









































viernes, 30 de enero de 2009

Bronislao Markiewicz, un sacerdote salesiano para los pobres

Bronislao Markiewicz nació el 13 de julio de 1842 en Pruchnik, Galizia (sur de Polonia). Era el sexto de once hijos, de una devota familia de clase media baja. Bronislao enfrentó el hambre, la pobreza y la persecución que encontró en la escuela debido a los ideales cristianos, pero todo lo aceptó con un espíritu de fe y decidió ingresar al seminario. El 15 de setiembre de 1867 fue ordenado sacerdote. Se propuso enérgicamente el trabajo de enseñar catequesis y de hacer apostolado con los prisioneros; le encantaba estar con la gente, especialmente si eran pobres. Le atraía la juventud marginada que sufría todo tipo de pobreza y decidió hacer estudios educativos para ayudarlos mejor y para salvar sus almas. La Providencia le inspiró un ardiente deseo de entrar en un Instituto Religioso dedicado al cuidado de los jóvenes.

Se une a Don Bosco como Salesiano

Así que viajó a Italia, donde se sintió atraído por la espiritualidad de Don Bosco quien, sin él saberlo, ya lo llevaba en su corazón. Solicitó y fue aceptado a ingresar en la Congregación Salesiana en 1887 e hizo sus votos perpetuos al propio Don Bosco. Tuvo la gran fortuna de escuchar las recomendaciones del Santo y de absorber directamente su espíritu. En 1892 regresó a Polonia como Salesiano y como párroco en Miejsce, en Galizia, donde pudo dedicarse a la juventud polaca pobre y abandonada.

Más radical aún – una nueva Sociedad

Para responder mejor a las necesidades prácticas de los pobres en Galizia, Bronislao sintió la necesidad de vivir los principios de Don Bosco aún más radicalmente y, después de recibir el asesoramiento de aquellos que trabajaban con él, fundó la Sociedad llamada Trabajo y Abstinencia. Nueve años después de su muerte, tanto la rama masculina como la femenina de la sociedad fueron reconocidas por la Iglesia y dieron nacimiento a dos Congregaciones bajo la advocación de San Miguel Arcángel

Los miguelitas

Sus miembros fueron conocidos como los Miguelitas. El padre Bronislao, al igual que Don Bosco, recomendaba a sus hijos y gente joven fomentar una gran devoción por la Eucaristía y por María, así como por San Miguel, a quien eligió como protector en la lucha diaria contra el mal. La unión con Cristo crucificado y la virtud de la moderación caracterizan sus actividades apostólicas en beneficio del prójimo.

Murió en Miejsce Piestowe, el 29 de enero de 1912.

(fuente: www.sdb.org)

Gandhi, un alma grande

Hoy es un nuevo aniversario de la muerte de Mohandas Karamchand Gandhi , conocido mundialmente como Mahatma Gandhi.

El 30 de enero de 1948, a primeras horas de la mañana, cuando se disponía a a hacer sus oraciones Gandhi fue asesinado por un activista presuntamente vinculado a un partido político de la derecha.

Fue un líder político que pregonó la "no-violencia", con la cual logró ser el principal artífice de la independencia de la República de la India del yugo británico.

Más allá de algunas contradicciones que pueda haber tenido (todos los seres humanos las tenemos, al fin y al cabo), su legado está vigente a tantos años de su muerte. Muchos líderes políticos de la actualidad deberían tenerlo como referente.

Comparto con Uds. un par de reflexiones de Gandhi:

■ "La no violencia es la fuerza más poderosa que hay a disposición de la humanidad. Es aún más poderosa que el arma más compleja de destrucción ideada por la ingenua capacidad del hombre."

■ "Aquel que se confía a Dios deja de temer a los hombres."


(fuente: http://cerromercedario.blogspot.com/)

jueves, 29 de enero de 2009

Benedicto XVI levantó la sanción sobre cuatro obispos y se desató la polémica

Siguen ejerciendo ilícitamente como tales; "conversarán" con Roma sobre doctrina.

El pasado día 21 el cardenal Giovanni Battista Re, prefecto para la Congregación de los obispos, por encargo del Papa y con su autoridad, firmaba el decreto que levanta la excomunión a los 4 obispos ilícitamente ordenados por el arzobispo Marcel Lebebvre en 1988. La noticia se filtró por el blog de Francisco José de la Cigoña (que mantiene fluidas relaciones con el cardenal Re), y el sábado 24 el Vaticano lo confirmaba mediante una nota de prensa. El decreto oficial que levanta la excomunión puede leerse aquí en italiano:


¿Quiénes son los excomulgados y por qué lo estaban?

En junio de 1988 y contra la voluntad expresa de Juan Pablo II, el arzobispo Marcel Lefebvre consagró como obispos a cuatro sacerdotes de la Sociedad San Pío X (SSPX): Bernard Fellay (suizo), Bernard Tissier de Mallerais (francés), Richard Williamson (inglés) y Alfonso de Galarreta (español).

El Código de Derecho Canónico (apartado 1382) decreta claramente que "el obispo que confiere consagración episcopal sin mandato pontificio, así como quien la recibe, incurre en excomunión latae sententiae", es decir, automática, sin necesidad de sentencia pública. Pero para que no hubiera dudas, Juan Pablo II mediante un "motu propio" llamado "Ecclesia Dei" decretó su excomunión mencionando a los prelados.

¿Qué ha hecho ahora el Papa Benedicto XVI?

El Papa ha confirmado que aquella excomunión fue válida (cosa que los lefebvrianos niegan), pero la levanta porque el actual líder lefebvriano, Bernard Fellay, lo pidió en una carta del 15 de diciembre de 2008, asegurando que "siempre hemos estado firmemente determinados en nuestra voluntad de permanecer católicos", "aceptamos las enseñanzas de la Iglesia católica romana con piedad filial" y "creemos firmemente en el Primado de Pedro y sus prerrogativas".

El Papa, dice el decreto, levanta la excomunión "paternalmente sensible" y "confiado en el empeño expresado en esa carta de no ahorrar esfuerzos para profundizar en la necesaria conversación con las Autoridades de la Santa Sede".

Por lo tanto, Benedicto XVI ha sido generoso: ya hace más de un año permitió la misa por el misal de 1962 en todo el mundo, como pedían los lefebvrianos, ahora ha levantado estas 4 excomuniones y además se muestra abierto a seguir las conversaciones.

¿Cómo han respondido los lefebvrianos?


Bernard Fellay hizo público un comunicado como superior de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X, que agrupa a los sacerdotes lefebvrianos, en el que apunta que «nosotros siempre negamos» la excomunión de 1988. Eso sí, Fellay expresa «nuestra gratitud filial al Santo Padre por este acto», que, en su opinión, «representará un beneficio para toda la Iglesia».

A continuación, ofrece los servicios de la Fraternidad para «ayudar siempre al Papa a remediar la crisis sin precedentes que sacude actualmente al mundo católico», crisis que usando palabras de Juan Pablo II, califica de «apostasía silenciosa». El líder tradicionalista también se congratula de que el decreto «juzgue necesarias la realización de reuniones con la Santa Sede», las cuales permitirán a la Fraternidad lefebvriana «exponer las razones doctrinales de fondo que la Fraternidad estima ser el origen de las dificultades actuales de la Iglesia». El comunicado finaliza expresando su «firme esperanza de arribar pronto a un reconocimiento de los derechos de la Tradición católica».

¿Cuál es la situación actual de los lefebvrianos?

El arzobispo Lefebvre, que murió en 1991, sigue excomulgado. Los cuatro obispos "desexcomulgados" son reconocidos como miembros de la Iglesia católica. Su ordenación fue ilícita, pero válida. Realmente, han recibido el poder del Espíritu Santo para convertir a un hombre en un obispo (un sucesor de los apóstoles) o en un sacerdote (con poder para convertir pan y vino en el Cuerpo y la Sangre de Cristio, y de perdonar los pecados). Tienen ese poder: pero no tienen permiso para utilizarlo.

El estado de los cuatro obispos lefebvrianos (y el de sus 490 sacerdotes) se parece al del clero de la Iglesia patriótica china. No están en comunión ni obediencia real con Roma y actúan sin permiso. Aún falta bastante para su pleno retorno a Roma.

¿Cuáles son los puntos de roce entre Roma y los lefebvrianos?

Pese al liderazgo claro de Bernard Fellay, dentro de la SSPX y entre sus feligreses hay muchas tendencias. La nota de Fellay ha sido cuidadosamente redactada. Por ejemplo, escribir "creemos en el Primado de Pedro" no significa admitir que Benedicto XVI sea realmente el heredero de Pedro. Algunos lefebvrianos pueden defender que el Papa actual no es válido, aunque probablemente la mayoría sí admiten a Benedicto XVI. Casi todos son muy hostiles al Concilio Vaticano II, afirmando que estableció herejías o enseñanzas erróneas. Otros lefebvrianos prefieren decir que las enseñanzas del Vaticano II no eran magisterio de la Iglesia, sino sólo consejos pastorales opcionales y, en cualquier caso, confusos.

Especialmente conflictiva es la enseñanza respecto a la salvación eterna de aquellos que no son católicos. ¿Salva Jesucristo a aquellos que no se han acogido a los sacramentos que Él estableció? Otro tema de roce es la liturgia: todos los lefebvrianos creen que el misal de 1962 es "el mejor", pero muchos van más allá y creen que la misa a la que van el 99% de los católicos actuales es inválida. De esto tendrán que hablar con el cardenal Antonio Cañizares, que como Prefecto de la Congregación para el Culto Divino es la mayor autoridad de la Curia en temas de liturgia.

Por último, está por ver en qué condiciones la SSPX y sus seguidores se integran en la organización de la Iglesia. Declaran "aceptar las enseñanzas de la Iglesia católica romana con piedad filial" pero... ¿aceptarían, por ejemplo, jurar fidelidad o acatar las enseñanzas del Concilio Vaticano II? Alguien que ha ejercido de obispo o de sacerdote en la SSPX en cisma con Roma ¿debe seguir ejerciendo como tal al volver a la plena comunión?

¿Todos los tradicionalistas son lefebvrianos?

No, con los años muchos tradicionalistas han ido abandonando los entornos lefebvrianos. En 1988, el mismo año que eran excomulgados los cuatro obispos cismáticos, doce sacerdotes y muchos seminaristas seguidores de Lefebvre decidieron seguir unidos con Roma. Juan Pablo II los acogió como Fraternidad Sacerdotal de San Pedro, con el carisma específico de ofrecer los sacramentos según la liturgia de 1962. Así, durante 20 años, se ha demostrado que era posible ser católico tradicionalista y ser fiel a Roma y el Papa.

Con un seminario en EE UU y otro en Alemania, cuentan hoy con 200 sacerdotes y más de cien seminaristas en 50 diócesis de todo el mundo. Celebran la misa según el ritual de 1962 en 168 templos distintos y 11 parroquias les han sido encomendadas bajo la fórmula de «parroquias personales», la última en Roma el pasado marzo. Tienen a su cargo obras misioneras en África, organizan grupos de jóvenes «scouts» y ordenan una docena de sacerdotes cada año. En una nota publicada el 24 de enero expresan su alegría por los pasos que se están dando hacia el retorno pleno de los lefebvrianos. Y hay otros grupos más pequeños con los que ha pasado algo similar.

Todos los católicos deberían alegrarse de los pasos que se dan para la vuelta a la comunión plena de los lefebvrianos, pero no parece muy justo tratar igual a los tradicionalistas que han estado 20 años en cisma que a los que se han mantenido fieles dentro de la Iglesia, a veces pese a la incomprensión de obispos locales "progresistas" o simplemente hostiles al "uso antiguo".

¿Son antisemitas los lefebvrianos?

No tienen por qué. Creen que los judíos deberían convertirse al cristianismo y aceptar a Jesús como Dios y Señor, pero eso es una enseñanza común desde los Apóstioles, no antisemitismo. El obispo lefebvriano inglés, Richard Williamson, en una reciente entrevista en la televisión pública de Suecia, dijo que él no cree que los judíos exterminados en el Holocausto fueran 6 millones, sino que piensa que fueron unos 300.000 y que no se usaron cámaras de gas. Esto puede ser mala historia, pero no es motivo para la excomunión, igual que no lo es opinar que la tierra es plana o romboide.

Mientras la prensa mundial sacaba fotos de manifestantes acusando a Israel de nazismo por bombardear Gaza, hay sectores del judaísmo progresista interesados en sacar portadas como la de El País del 26 de enero: "El Papa reabre la herida judía" y "retira la excomunión a un obispo que niega el Holocausto". La estrategia de acusar de antisemitismo al Papa alemán (vía lefebvrianos, en este caso) hace años que se viene dando. Hay cierta izquierda israelí o judía (y también pseudocatólica) interesada en decir "genocidio no es Gaza, sino la Iglesia Católica", y para ello usan falsas historias sobre Pío XII, sobre Benedicto XVI, lefebvrianos o lo que haga falta.

Por lo pronto, una nota oficial de los lefebvrianos en inglés ya ha negado todo racismo o antisemitismo, recuerda que tienden adherentes de todas la etnias en varios continentes y que se adhieren plenamente a la enseñanza antirracista de Pío XI en su encíclica "Mit Brennender Sorge", dirigida contra el racismo nazi.

¿Son muchos los lefebvrianos?


Se calcula que el movimiento incluye a 1.128 clérigos, entre sacerdotes, seminaristas, monjes y monjas, incluyendo algunos de ritos orientales (por ejemplo, hay 30 seminaristas católicos ucranianos de rito bizantino). Si se incorporaran plenamente a la Iglesia, ésta se reforzaría con 491 sacerdotes, 215 seminaristas, 117 monjes, 164 religiosas y 5 conventos carmelitas. Sería un apoyo en 31 países, con 6 seminarios, 2 universidades, 88 escuelas y 159 prioratos. En su entorno quizá sólo habría unos 100.000 feligreses, pero siendo un clero dedicado y con vocaciones, la unión con Roma permite prever un florecimiento de comunidades y fe, especialmente en países descristianizados como Suiza, Francia o el Reino Unido. Por otro lado, es posible que muchos no quieran seguir a Fellay hacia la reunificación o que se empeñen en no aceptar las condiciones de Roma. Quizá muchos vuelvan a la comunión con la Iglesia mientras otros siguen en el cisma.

¿Por qué Benedicto XVI pone tanto empeño en ellos?

En cierto sentido, además de su deseo como Padre y Pastor de buscar la unidad, lo que pase con los lefebvrianos es un campo de pruebas. Las soluciones litúrgicas y disciplinarias que se adopten con ellos, afectan a otros casos.

Por ejemplo, a los 400.000 fieles de la Comunión Anglicana Tradicionalista que en 2008 pidieron su unión con la Santa Sede. Son anglicanos conservadores, que mantienen el rito latino antiguo, de antes de Trento, pero en inglés. ¿Pueden aceptarse sus obispos como obispos católicos sólo por pedirlo? ¿Y sus sacerdotes, y su liturgia? En cualquier caso, no podía hacerse antes con fieles llegados del anglicanismo que con tradicionalistas que han insistido durante décadas en ser católicos.

Y está el camino de cercanía hacia los ortodoxos. El caso ruso está lejos, incluso si sale elegido Kiril de Smolensk como nuevo Patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa. Pero hay casos mucho más cercanos a la amistad y comunión con Roma: los armenios, los georgianos, algunas Iglesias de Oriente Medio... No se les podía ofrecer un itinerario claro hacia la unidad sin antes resolver el caso lefebvriano.

(fuente: http://www.forumlibertas.com/frontend/forumlibertas/noticia.php?id_noticia=12859)


El enojo de los judíos

La comunidad judía ha reaccionado vehementemente una vez conocida esta noticia. Oded Weiner, Director General del Rabinato de Israel, emitió un comunicado en donde condenó duramente esta última medida del Papa y advirtió que la relación entre el judaísmo y la Iglesia Católica se suspende indefinidamente.

Benedicto XVI levantó la excomunión a Williamson, hoy al frente del Seminario Nuestra Señora Corredentora en La Reja, partido de Moreno, y a otros tres obispos de la Fraternidad de San Pío X. Williamson hizo públicas sus dudas acerca de la dimensión de la matanza de judíos a manos de las tropas alemanas al mando de adolph Hitler; afirmaciones como “Existe evidencia histórica abrumadora que niega la posibilidad de que seis millones de judíos hayan sido asesinados en cámaras de gas por orden de Adolf Hitler” ó “Es cierto que entre 200 mil y 300 mil judíos murieron en campos de concentración nazis, pero ni uno solo murió en una cámara de gas” enardecieron a la comunidad judía.

Por su parte, Sergio Widder (Representante del Centro Simon Wiesenthal para América Latina), declaró: "La intención de Benedicto XVI de trabajar por la unidad de la Iglesia no es una decisión que podamos juzgar negativamente. Sin embargo, el precio es demasiado elevado porque está reincorporando a un grupo de personas que defienden barbaridades como la negación del Holocausto y la idea promovida por el obispo rehabilitado, Richard Williamson, del deicidio, es decir, la acusación de que los judíos asesinaron a Cristo".

Es doloroso saber que hayan personas que no tengan la capacidad de perdonar a los demás. Es doloroso saber que hay personas que siguen albergando sentimientos de rencor, odio y deseos de venganza.

Como sucede en casos controversiales como éste, aparecen los oportunistas de siempre para desinformar y generar mas odio hacia Nuestra Madre Iglesia. Es casi unánime la condena de la prensa internacional sobre Benedicto XVI. De todos los que se empeñan en criticar, poco y nada les importa la Iglesia Católica; solo pretenden amoldarla a sus caprichosas exigencias.

Esperemos que la gente se informe más al respecto para poder enriquecer su propia opinión sin apresurarse a juzgar. Roguemos por la unidad de Nuestra Madre Iglesia y pidamos al Todopoderoso que la siga guiando y protegiendo.

martes, 27 de enero de 2009

Enemigos de la vida promueven aborto en Santiago del Estero

Una joven de 22 años de edad, que padece una discapacidad mental, fue violada por una familiar en noviembre del año pasado y quedó embarazada. La joven pertenece a una humilde familia que reside en la Provincia de Santiago del Estero. Precisamente, luego de haber constatado el embarazo en un centro de salud pública, los padres de la joven solicitaron la inmediata interrupción de la gestación de esa nueva vida.

Para llevar a cabo su intención, buscaron asesoramiento legal en una Organización No Gubernamental que (se supone) defiende los derechos de la mujer. Y allí fue que los partidarios de la muerte alzaron sus voces para reclamar la práctica de un aborto en un hospital público, argumentando la preservación de la vida de la chica que lleva una nueva vida en su interior.

Este caso aún no llegó a la Justicia Argentina porque una junta médica de esa provincia argentina está determinando el grado de discapacidad de la joven para dar vía libre al asesinato de un ser humano inocente.

Está aún fresco el caso sucedido en la Provincia de Mendoza de la niña que quedó embarazada producto de haber sido ultrajada por su mismísimo padrastro. Muchos se preocuparon en exigir el aborto pero nadie se detuvo en la durísima realidad de la niña: marginalidad social, violencia familiar y promiscuidad sexual.

En la República Argentina se hace necesario y urgente un profundo debate sobre el aborto y su pretendida despenalización. Hasta el día de hoy, es un tema que incomoda a muchos políticos de nuestro país: muchos de ellos son partidarios del aborto pero no se animan a decirlo públicamente por miedo a perder potenciales votantes. Por otro lado, es una triste realidad que a diario se practican abortos en forma clandestina los cuales, además de asesinar vilmente a un pequeño que no tiene posibilidad alguna de defenderse, suele dejar sus secuelas a las mujeres que se lo hicieron.

Mientas la hipocresía reina en el Estado Nacional, si bien en los hospitales públicos no se practican abortos, los profesionales de la salud que allí desempeñan sus tareas brindan "asesoramiento pre y pos aborto".

Como cristianos no la tenemos fácil. Si un católico, más aún si es algún sacerdote, se pronuncia en contra del aborto, ahí nomás, sin escuchar razones, las hordas aborteras disparan etiquetando a quien verdaderamente defiende la vida como "radical", "ortodoxo", "conservador", hasta "hipócrita".

El Padre Domingo Michelini, ex Vicario de la Diócesis de Santiago del Estero se expresó sobre esta dolorosa situación afirmando “Insisto en que más allá de todo lo dramático de la situación, la vida no está en nuestras manos ni somos dueños de ella. Tampoco los padres pueden disponer de la vida de un hijo en gestación por más que sea fruto de una violación. La Iglesia defiende la vida desde el primer instante de su concepción, con todas las consecuencias que puedan significar. Lo que puedo decir como enseñanza de la Iglesia es que nunca se va a apoyar al aborto, ni siquiera en algunos casos especiales como los que están amparados por la ley. En el supuesto caso de que corra riesgo la salud de la madre, por ejemplo. La Iglesia va a pensar en hacer todo lo posible por la salud de la madre, pero nunca puede hacer opciones. Si la madre muere como consecuencia del parto, es una muerte que se produce, no algo que se la provoca. Mientras que el aborto es obra del hombre. Es matar a un ser. Se han visto imágenes de cómo la creatura en el seno materno busca defender su vida”.

Como en otro post, vuelvo a hacerme las siguientes preguntas:

■ ¿Quién puede asegurar que una mujer no sufre ninguna consecuencia psicológica después de haber abortado?

■ ¿Con qué fundamentos contundentes se puede negar que "eso" que quieren extirpar del cuerpo de una mujer embarazada no es un ser humano?

■ ¿Por qué no defendemos el derecho a vivir que tiene todo ser humano que crece en el vientre de su madre?

■ ¿Por qué no se contempla entregar en adopción al bebé no querido?

(fuente: http://www.elliberal.com.ar/)

¿Por qué se oficia la Misa en Latín?

La Misa en latín con frecuencia se denomina “Misa Tridentina,” en referencia al hecho de que fué codificada por San Pío V poco después del Concilio de Trento (1545-1563), de donde proviene el término “Tridentino.”

Contrario a lo que algunas personas piensan, San Pío V no creó una nueva Misa, sino unificó toda la Liturgia existente: Ordenando y estructurándola bajo un “Ordo,” de tal manera; que toda la Liturgia de la Iglesia permaneciera sin mutación con el correr de los Siglos. Su Bula “Quo Primum Tempore” no solamente declaró que había que mantener la Misa permanentemente inalterable, sino también prohibió la introducción de nuevas Liturgias en la Misa. La Misa en Latín puede de hecho llamarse Misa de los Apóstoles, porque data del tiempo de Nuestro Señor y de los Apóstoles. Los pormenores de las primeras Liturgias se asemejan a la Misa en Latín en sus detalles esenciales.

La Misa se decía originalmente en Arameo o Hebreo, puesto que estas eran las lenguas que hablaban Cristo y los Apóstoles; las expresiones: “Amen, Alleluia, Hosanna y Sabbaoth” son palabras Arameas que se mantuvieron y aun permanecen actualmente en la Santa Misa en Latín. Cuando la Iglesia se extendió por todo el mundo gentil en el Siglo I; adoptó el Griego en su Liturgia porque este era el Idioma común del Imperio Romano. El uso del Griego continuó hasta el siglo II y parte del siglo III. El Kyrie eléison, y el Símbolo Litúrgico IHS (deriva de la palabra Jesús en Griego-Jesus Homo Salvatoris) son una prueba viva del uso de este Idioma en la Liturgia de la Iglesia; pues permanecen aun en la Santa Misa en Latín. Las Misas Romanas iniciales se encuentran en los escritos de San Justo “que datan del año 150 del Cristianismo” y también en los de San Hipólito del “año 215.” El Latín finalmente remplazó al griego como lengua oficial del Imperio.

¿Desde cuándo se usa el latín en la Iglesia ?

Hacia el año 250, la Misa se decía en Latín en la mayor parte del mundo Romano. Incluyendo las ciudades del Norte de África y de Italia, como Milán. La Iglesia en el Imperio Occidental adoptó el latín en la Misa alrededor del año 380 del Cristianismo. El Canon de la Santa Misa en latín, como lo conocemos actualmente, ya estaba completo para el año 399 del Cristianismo. El Latín dejó de ser lengua vernácula hacia los Siglos VII y IX; sin embargo, la Misa siguió ofreciéndose en Latín porque mucha de su Liturgia ya había sido creada en esa lengua. Los Santos Padres de la Iglesia, por entonces, no vieron razón alguna para adoptar las nuevas lenguas vernáculas que estaban en desarrollo al rededor del mundo conocido. Este fué un medio providencial; por que el latín, aunque lengua muerta, sirvió como medio de comunicación en la Iglesia y a través de los Siglos. Sin duda era este el medio por el cual, Dios prometiera en el santo Evangelio, que estaría con nosotros hasta el fin de los tiempos; esto es parte del Plan de Dios para preservar a su Iglesia hasta el final.

El único objetivo de San Pío V al mandar codificar la Misa, no fue sino el de la Unidad de la Iglesia, la única de las razones de peso; por la que se asegura la Unidad en el Culto Católico y se evita la disparidad de Rito, el único medio era la Uniformidad en el Idioma, y así se preservaría no solo de Cisma sino también de los errores que pudieran ser introducidos. Mandó San Pío V fuese dicha, la Misa en lo que sería en adelante el Idioma Oficial de la Santa Iglesia: “El Latín.”

¿Cómo asegurar la perpetuidad de los Ritos Católicos, através de tanta diversidad de Idiomas, Naciones, costumbres y que además esas mismas diferencias cambiarían a través del correr de los años?

Las razones son evidentes, había que asegurarse de que el Idioma que la Iglesia tomara como oficial, no fuera modificado a través de los tiempos y los lugares; pues la Historia nos demuestra que los vocablos de los Idiomas cambian de significado o se introducen modismos, por el habla Popular con el tiempo.

Hasta los reformistas protestantes reconocen la conexión entre las enseñanzas de la Iglesia y la Misa. Lutero creyó que eliminando la Misa, podría derrocar al papado. El y otros reformistas protestantes se dedicaron a erradicar la noción del sacrificio de sus liturgias “reformadas.” Eliminaron los altares y los crucifijos, y las lecturas de las Escrituras y los sermones remplazaron el concepto de la Real Presencia de Cristo en el Sagrado Sacramento. Esto se fue haciendo gradualmente, para que los católicos quienes, después de todo, iban a las mismas iglesias y con frecuencia tenían los mismos pastores, difícilmente se dieran cuenta de que poco a poco se iban convirtiendo en protestantes.

La repuesta Sabia de la Iglesia, a todas estas incógnitas Preocupantes, las soluciona adoptando una Lengua que en sí misma sea inalterable, inmutable en lo esencial de sus vocablos.

¿Qué lengua entre el Griego, Latín, Hebreo y el llamado Siriaco-Arameo resolvía éstas incógnitas ?

El Latín ofrecía esta garantía; es por eso que se mandó, se adoptase en toda la Liturgia de la Iglesia: “El Latín Lengua Muerta” a excepción de los Ritos Católicos que tuvieran más de 200 años de existencia. Son por estas razones y no por otras, por las que se dice la Misa en Latín (Lengua Muerta). Como no se habla actualmente como lengua vernácula de país alguno; las palabras en Latín no cambian de significado. Por ejemplo el Idioma Inglés será más fácil de entender, pero a causa del habla popular, los Coloquialismos, y la influencia de los Regionalismos, las palabras que usamos varían de significado de un sitio a otro y de un año a otro. Como lo dijo su Santidad Pío XII de feliz memoria: “El uso del Latín”es una señal hermosa y manifiesta de la Unidad, así como un antídoto efectivo contra cualquier corrupción en la Verdad Doctrinal” (Mediator Dei).

¿Qué podemos decir de las personas que objetan que hay dificultad actualmente para entender el latín por lo que les resulta aburrida la Misa ?

Es evidente, están olvidando que el acto de Adoración Supremo (Misa) no es una reunión social que sirva para alagar a los sentidos ni mucho menos un estímulo para favorecer el sentimentalismo; muy al contrario es la “Aceptación de la Soberanía infinita de Dios y de sus Perfecciones con la sumisión absoluta de la criatura para con su Señor y Creador.

Nos encontramos por desgracia en una situación en donde los modismos y costumbres en los Idiomas se suceden una y otra vez sin interrupción; de tal manera que al cabo de solo 2 o 3 años ya no tienen el mismo significado tal o cual palabra, la prueba esta en que experimentamos cambios en la forma de hablar de las generaciones pasadas a las actuales y sin embargo lo aceptamos gustosos. Entonces, ¿ Porqué no aceptar un Idioma que además de ser Mandado por la Iglesia Católica es a la vez una garantía de seguridad que preserva a nuestra Fe Católica de todo contagio de error y de corrupción?. Para los que se quejan de no entender el latín no es sino una manera fácil de justificar su falta de piedad y de Fe y por este motivo culpan a un Idioma que facilita la Unidad de la Iglesia y que además a sido Inspirado por el Espiritu Santo y por eso se conforman con el progresismo religioso de los Templos actuales; condenado por la Santa Iglesia.

¿Cuál es la manera Católica de guiarnos cuando asistimos los domingos a las Misas en latín?

Existe una diversidad de Misales que traen el texto en Latín y adjunto la traducción en el Idioma de cada País; recordemos que el Culto de “Dulía que ofrecemos a los Santos” y el Culto de “Latría o de Adoración que es el que se tributa solo a Dios” lo hacemos conforme lo manda La Santa Iglesia y que éste solo hecho debe bastarnos para satisfacer nuestras exigencias de entender el Latín, pues aunque por el oído no lo entendamos sabemos que adoramos a Dios de la manera como quiere ser Adorado, del modo, forma y medida que el Espiritu Santo a proporcionado a su Iglesia. Sus Ministros lo entienden y nos trasmiten los sentimientos de la Iglesia en cada mínimo gesto litúrgico; y basta con que ellos nos expliquen con claridad cada parte del Culto Oficial de la Iglesia que es: “la Liturgia” y como consecuencia el Centro de ella “La Santa Misa.”

¿Porqué razón, no se ofician más Misas Católicas, es decir, en el Idioma Oficial y con las disposiciones mandadas y ordenadas por la Iglesia?

La razón es que las Misas que se dicen a partir del 20 de Noviembre de 1960, mandadas por el hereje Pablo VI (Montini), no son ya Misas Católicas, puesto que se separan de una manera impresionante de la Misa Tridentina (Cardenal Ottaviani); el Novus Ordo Missae o nueva Misa; no es ni será jamás, Un Ordo Católico; muy al contrario no representa mas que un Misal arreglado y ordenado a merced de las aspiraciones protestantes: la Nueva Misa, no representa más que el sueño dorado del Pérfido Martín Lutero; pues su máxima favorita era: “¡Destruid la Misa y Habréis acabado con Papado!” Y en efecto se cortó el canal de la gracia (la Misa) que es el Centro de Toda la Liturgia; y se consiguió lo que aspiraban, protestantizar a la que ellos consideraban su enemigo acérrimo la “Iglesia Católica”. La nueva Misa es en verdad una Asamblea protestante. Ella es el reflejo vivo de la secta protestante; y en honor a la verdad si Ud. ¡No lo cree!, lo insto a que lo compruebe con sus propios ojos, si puede Ud. encontrar alguna diferencia entre una asamblea protestante Y la Misa nueva; basta con presenciar personalmente las dos Asambleas; la protestante y la que dicen en los Templos modernos mal llamados Católicos.

¿Cuáles fueron las consecuencias al querer imponer a todos los sacerdotes la nueva Misa ?

Aunque la Misa en Latín data del año 150 del Cristianismo, el advenimiento de la nueva Misa Protestante (Novus Ordo Missae) hecha oficial por el hereje Pablo VI el 22 de Marzo de 1970, causó la Apostasía de muchos Sacerdotes. Pero también la reacción de muchos otros que permanecieron fieles a las Enseñanzas de la Iglesia, los cuales consientes de la importancia de la Unidad cuya nota, es la principal para conocer la Verdadera Religión; han continuado Oficiando la Santa Misa tal como fué codificada por la Santa Iglesia poco después del Concilio de Trento, sin agregar ni disminuir nada de lo que allí establecieron; según aquello del conmonitorio: “no traspases los límites que han establecido vuestros antepasados”.

Los sacerdotes de la Congregación “María Reina Inmaculada” (CMRI) que comenzó en el año de 1967, siempre han ofrecido la Misa Católica (Tradicional en Latín) con las circunstancias que rodean actualmente a la Santa Iglesia, como es el: Declarar que la Sede Apostólica esta Vacante, por razón cierta y comprobada que los últimos Papas predecesores a Pío XII han caído consuetudinariamente en las heréticas y depravadas prácticas de Doctrinas condenadas por la Iglesia, separándose así del Cuerpo Místico de Cristo tales son los casos de Juan XXXIII, Pablo VI, Juan Pablo I y Juan Pablo II los cuales habiendo reformado; la Misa, Sacramentos, y aún la Liturgia en general, se han plegado a los errores Modernistas condenados por San Pío X.

Pues es clara la Iglesia cuando la escuchamos decir por San Roberto Belarmino: ¿Puede un Papa caer en herejía? Y no duda al responder que, Sí, cuando atenta contra los Dogmas, y lo establecido a “perpetuidad” concerniente a ( Moral y Doctrina Católica ) que ya la Iglesia por medio de los Pontífices antecesores haya Decretado, quien pretenda hacer lo contrario, y reformese lo ya establecido quedará "ipso facto" (expresión latina que puede traducirse como "en el acto" o "por el acto"). fuera de la Santa Iglesia, esta es doctrina clara de la misma; es hereje quien niegue, reforme, agregando o disminuyendo lo que la Iglesia manda que crea, reciba y obedezca; cualquiera que haya sido su condición o Autoridad dentro de la Santa Iglesia llámese: Obispo, Arzobispo, Cardenal y en definitiva Papa.

¡Acaso la Liturgia no puede acomodarse a las necesidades de los tiempos actuales!

¿Por qué la Misa en latín es tan importante para ustedes?

El Papa Pío XII declara expresamente que la Sagrada Liturgia está íntimamente vinculada a las verdades de la Fe Católica y por lo tanto debe conformarse a ella y reflejar esas verdades; no podemos so pretexto, de acomodar la Liturgia a las exigencias de los pueblos y de los tiempos modernos, comprometer una sola Verdad de Fe; es absolutamente importante conservar inalterable la Liturgia para que ella sirva actualmente salvaguardando la integridad de la Fe (Mediator Dei). Si la Liturgia en este sentido representa el depósito de la Fe Católica, resultaría herético y sacrílego, querer acomodar la Santa Misa a merced del capricho humano, atropellando con ello toda una tradición infalible.

El latín es considerada una lengua anticuada ¿ Acaso no se opone al progresismo cultural de los pueblos?

No podemos objetar el que una lengua como el latín haya pasado de uso en estos tiempos tan modernos o el que peligremos habernos quedado anclados en el Siglo XV; como afirman muchas personas de juicio ligero. Contrario a estos criterios equívocos, no solamente afirmamos que quedamos anclados en el Siglo XV sino en el año 33 de Nuestro Señor; por eso cuando se nos acusa de novedosos podemos responderles: “no hay nada mas nuevo que permanecer en los orígenes”.( Sta. Teresa de Jesús) No es pues la Misa en latín, una manera selectiva o novedosa de oficiarla ni tampoco elitista o exclusivista, todo lo contrario, es la única manera católica, es decir, Universal de oficiarla, acomodada para que sea escuchada por toda persona bautizada del mundo sin importar la Nacionalidad que tuviera (Chino, Alemán, Norteamericano etc.). Esta fué la intención de la Iglesia al mandar codificar la Misa en una lengua que a través de los tiempos y los lugares no sufriera cambios, pues pertenecemos a la Iglesia Católica que es Una: en el Bautismo, Una en los Sacramentos, Una en la Fe; como dice el Apostol San Pablo.

Por estas razones, la Iglesia siempre ha protegido cuidadosamente el Texto de la Misa, para evitar que se incorporen a la Liturgia errores doctrinales. La Misa tradicional en latín es entonces la expresión perfecta de las verdades inmanentes de la Iglesia Católica. Hasta los protestantes reformistas reconocen la conexión entre las enseñanzas de la Iglesia y la Misa. Lutero creyó que eliminando la Misa, podría derrocar el Papado. El y todos los demás protestantes se dedicaron a quitar la Noción de Sacrificio de sus Liturgias, “inventadas” por ellos: eliminaron los altares y los crucifijos, y las lecturas de las Escrituras y los sermones reemplazaron el concepto de la Real Presencia de Cristo en el Sagrado Sacramento. Esto se fué haciendo de un modo gradual y despacio para que los Católicos, quienes después de todo, observaban atónitos los cambios y novedades que se iban introduciendo en sus iglesias, ni siquiera advirtiesen que se iban convirtiendo en protestantes.

¿Cuál fué el origen de la nueva Misa conocida como: “NOVUS ORDO MISSAE”?

Desde principios de la década de los 60's muchos de estos primeros cambios se fueron gradualmente introduciendo en las iglesias Católicas. Fué entonces en ésta época cuando la Misa experimentó cambios por una comisión del Vaticano II asistida por seis protestantes. En la nueva Liturgia que arreglaron ellos no hay referencias a la Misa como un sacrificio, pues la definen como: “El memorial del Señor” y se identifica perfectamente con el servicio protestante. Al transformar toda la Liturgia alejándose impresionantemente de la Teología Católica, éstas reformas han demostrado a la sociedad que los nuevos cambios litúrgicos solo conducen a una total desorientación en los Católicos que dieron señales de indiferencia y de disminución de la Fe, otros pasaron por una torturante crisis de conciencia y finalmente miles apostataron; pues la nueva Misa no era ya la expresión de una Fe Católica sino la de una nueva religión ecuménica. VI.

¿Acaso no debe la liturgia acomodarse a las necesidades de las culturas y de los pueblos para Evangelizarlos?

La Misa es el acto supremo de Adoración a Dios, quién está por sobre el tiempo, las lenguas y las culturas. La finalidad de la Misa es honrar a Dios y Adorarlo. Durante Siglos, un Católico podía asistir a la Misa en cualquier parte del mundo y siempre hallaba la misma forma Católica de seguirla y cumplir con el precepto. Si pudiésemos viajar a través del tiempo, encontraríamos la misma Verdad: una Misa ofrecida por un sacerdote Católico que viviera en Roma en el año 570 sería igual a una ofrecida por un sacerdote que viviera en Nagasaki en 1940, o la de un sacerdote del Monte San Miguel en el año 2002. Este hecho refleja claramente dos de las cuatro Notas de la Iglesia Católica; su Unidad y su Catolicidad en relación con el tiempo y el espacio.
¿ Cuáles son los fines de la Santa Misa ?

Recordando nuestro Catecismo; los propósitos por los que se ofrece la Misa son:

1) Adorar a Dios como Señor y Creador

2) Darle gracias a Dios por todos los favores recibidos

3) Pedir a Dios que derrame sus bendiciones sobre todos los hombres

4) Satisfacer la Justicia de Dios por los pecados que se cometen.


La Misa es, aún más, la Adoración pública ofrecida por la Iglesia entera a Dios a través de Jesucristo, quién, como el Sumo Sacerdote Eterno se ofrece de nuevo a su Eterno Padre como lo hiciera en la Cruz. Él es el Cordero de Dios, la Víctima sin mancha cuyo sacrificio lava los pecados del mundo. La Misa, es entonces el cumplimiento de la profecía: “De Levante a Poniente, grande es mi Nombre entre las naciones, y en todo lugar se sacrifica y se ofrece al Nombre Mío una ofrenda pura” ( Mal. I,11).

(fuente: http://cruxetgladius.blogspot.com/)

domingo, 25 de enero de 2009

"Síganme y haré de ustedes pescadores de hombres"

Lectura del santo Evangelio según san Marcos (Mc 1, 14-20)

Después de que arrestaron a Juan el Bautista, Jesús se fue a Galilea para predicar el Evangelio de Dios y decía: "Se ha cumplido el tiempo y el Reino de Dios ya está cerca. Arrepiéntanse y crean en el Evangelio". Caminaba Jesús por la orilla del lago de Galilea, cuando vio a Simón y a su hermano Andrés, echando las redes en el lago, pues eran pescadores. Jesús les dijo: "Síganme y haré de ustedes pescadores de hombres". Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. Un poco más adelante, vio a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, que estaban en una barca, remendando sus redes. Los llamó, y ellos, dejando en la barca a su padre con los trabajadores, se fueron con Jesús.

Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.

En el Evangelio de hoy vemos a Nuestro Señor saliendo en busca de quienes serían sus discípulos, los hombres que lo acompañarían durante su vida pública mientras Él va va anunciando la Buena Nueva.

Juan, El Bautista, ya había cumplido su vocación: debía anunciar y preparar el corazón de la gente para recibir a Jesús, el Mesías prometido a lo largo de tantos siglos, Dios hecho hombre para salvarnos de las terribles consecuencias del pecado.

¿Cómo habrá sido la mirada con la que Jesús invitó a esos hombres como para que ellos inmediatamente dejaran lo que estaban haciendo y lo siguieran?. ¿Qué los habrá movilizado internamente para aceptar sin ningún reparo la invitación de Jesús?.

Leyendo las páginas de los Santos Evangelios se deduce claramente que los que Jesús eligió como sus discípulos no eran los hombres más "populares" de toda Judea, como así tampoco eran hombres con grandes influencias políticas, ni con riquezas patrimoniales, ni eran grandes intelectuales de la época. Nuestro Señor buscó gente sencilla, dispuesta a ser dócil a Su Voluntad y dispuesta a dar su vida por el Reino de Dios.

Jesús los invita a arrepentirse y creer en el Evangelio, lo que implica que deben ser capaces de purificar sus corazones de todas las miserias que los corroen para poder dejar entrar a Dios en sus vidas y, de esta manera, dejarse transformar por Él. Arrepentirse significa renunciar al pecado y al demonio para dejar que Dios sea Dios en la vida de cada uno de nosotros.

Al igual que lo que les sucedió a esos discípulos, todos y cada uno de nosotros tenemos un llamado, una vocación... un "para qué" en esta vida. Nadie está de más en la Creación: Dios permitió que todos nosotros llegáramos a este mundo porque todos formamos parte de su Proyecto.

Este pasaje de las Sagradas Escrituras deben ser una invitación para que cada uno reflexione acerca de su vocación y de la misión que se tiene en este mundo, las cuales deben estar al servicio de Dios y de los demás.

San Francisco de Sales, otra fuente de inspiración para Don Bosco

En 1854 Don Bosco dio el nombre de “Sociedad de San Francisco de Sales” a la primer grupo de 17 jóvenes que deseaban seguir sus pasos trabajando por la juventud.

Obispo de Ginebra, Doctor de la Iglesia Universal, nació en Thorens, en el Ducado de Saboya, el 21 de agosto de 1567; murió en Lyon el 28 de diciembre de 1622. Su padre, Francisco de Sales de Boisy, y su madre, Francisca de Sionnaz, pertenecían a antiguas familias aristocráticas saboyanas. El futuro santo fue el mayor de seis hermanos. Su padre lo había destinado a la magistratura y lo envió a una temprana edad a los colegios de estudios superiores de La Roche y Annecy. Desde 1583 hasta 1588 estudió retórica y humanidades en el colegio superior de Clermont, en París, bajo el cuidado de los jesuitas. Estando allá empezó el curso de teología. Después de una terrible y prolongada tentación de desesperación, causada por las discusiones de los teólogos de la época sobre la cuestión de la predestinación, de la cual fue repentinamente liberado al arrodillarse delante de la milagrosa imagen de Nuestra Señora en San Esteban de las Rocas hizo voto de castidad y se consagró a la Santísima Virgen María.

En 1588 estudió leyes en Padua, en donde el sacerdote jesuita Possevin fue su director espiritual. Recibió su diploma de doctorado de manos del famoso Pancirola en 1592. Al haber sido admitido como abogado ante el senado de Chambèry, estaba a punto de ser designado senador. Su padre había seleccionado a una de las mas nobles herederas de Saboya para ser la compañera de su futura vida, pero Francisco declaró su intención de abrazar la vida eclesiástica. Una aguda lucha siguió a esto, su padre no consentiría el ver frustradas sus intenciones. Entonces, Claudio de Granier, obispo de Ginebra, por su propia iniciativa, obtuvo para Francisco un puesto en el patronato del papa. Este era el más alto cargo en la diócesis, el señor de Boisy cedió y Francisco recibió las órdenes sagradas (1593).

Desde el tiempo de la Reforma, la sede de la Diócesis de Ginebra había permanecido establecido en Annecy. Allí, con celo apostólico, el nuevo preboste se dedicó a la predicación, a atender confesiones y a las otras ocupaciones de su ministerio. El año siguiente (1594), Francisco se ofreció como voluntario para evangelizar la región del Chablais, en donde los ginebrinos habían impuesto la fe reformada, y que acababa de ser restituida al Ducado de Saboya. Allí tomó como sede de su trabajo la fortaleza de Allinges. Poniendo en riego su vida, viajó por todo el distrito, predicando constantemente; a fuerza de puro celo, sabiduría, dulzura y suavidad, logró por fin que lo escucharan.

Entonces se estableció en Thonon, la ciudad principal de la región. Allí refutó a los predicadores enviados por Ginebra para oponérsele; convirtió al síndico y a varios prominentes calvinistas. Por petición del Papa Clemente VIII fue a Ginebra para entrevistarse con Theodore Beza, quien era llamado el Patriarca de la Reforma; este último lo recibió amablemente, y por un momento parecía conmovido, pero no tuvo el coraje de dar los pasos finales. Una gran parte de los habitantes del Chablais regresaron al redil (1597 y 1598). Claudio de Granier escogió entonces a Francisco como coadjutor suyo, a pesar de sus negativas, y lo envió a Roma(1599).

El Papa Clemente VIII ratifico la escogencia, pero deseaba examinar al candidato personalmente, en presencia del Sacro Colegio. El improvisado examen resultó en un triunfo para Francisco. "Bebe, hijo mío," le dijo el Papa, "de tu cisterna y de tu manantial de agua viva, y que tus aguas fluyan y se conviertan en fuentes públicas en las cuales el mundo pueda calmar su sed." La profecía había de cumplirse.

A su regreso de Roma, los asuntos religiosos del territorio de Gex, dependencia francesa, le exigieron desplazarse a París. Allí el coadjutor desarrolló una amistad íntima con el Cardenal de Bérulle, Antoine Deshayes, secretario de Enrique IV y también con el mismo Enrique IV, quien deseaba "ser un tercero en esta bella amistad" (être de tiers dans cette belle amitié). El rey le hizo predicar la Cuaresma en la Corte y deseaba hacerlo permanecer en Francia; además lo exhortó a que continuara, con sus sermones y con sus escritos, enseñando a aquellas almas que tenían que vivir en el mundo, como tener confianza en Dios y como ser genuina y verdaderamente piadosos, gracias de las cuales él veía la gran necesidad.

A la muerte de Claudio de Granier, Francisco fue consagrado Obispo de Ginebra (1602).

Su primer paso consistió en instituir instrucciones catequéticas para los fieles, tanto jóvenes como adultos. Estableció prudentes regulaciones para guía de su clero. Cuidadosamente visitó las parroquias dispersas en las escarpadas montañas de su diócesis. Reformó las comunidades religiosas. Su bondad, paciencia y suavidad se convirtieron en algo proverbial. Tenía un inmenso amor por los pobres, especialmente por aquellos de familia respetable. Escuchaba confesiones, daba consejos y predicaba incesantemente. Escribió innumerables cartas (principalmente cartas de dirección espiritual) y encontró tiempo para publicar las numerosas obras que se mencionan más adelante.

En unión con Santa Juana Francisca de Chantal fundó ((1607) el Instituto de la Visitación de la Santísima Virgen, para mujeres jóvenes y viudas que, sintiendo el llamado a la vida religiosa, no se sienten con suficiente fortaleza o les falta la inclinación para someterse a las austeridades corporales de las grandes órdenes religiosas. Su celo se extendía más allá de los límites de su propia diócesis. Predicaba los sermones de Cuaresma y de Adviento que todavía son famosos: los pronunciados en Dijon (1604), en donde por primera vez se encontró con la Baronesa de Chantal; en Chambéry (1606); en Grenoble (1616, 1617, 1618), en donde convirtió al Mariscal de Lesdiguières.

Durante su última estadía en París (noviembre 1618 a septiembre 1619) tuvo que subir al púlpito cada día para satisfacer los piadosos deseos de las multitudes que acudían a escucharlo. “Nunca,” decían ellos, “se han predicado sermones tan santos y tan apostólicos.” Allí se puso en contacto con todos los eclesiásticos distinguidos de la época y en particular con San Vicente de Paúl. Sus amigos trataron esforzadamente de inducirlo a permanecer en Francia, ofreciéndole inicialmente la acaudalada Abadía de Santa Genoveva y luego el cargo de Obispo Coadjutor de París, pero él rehusó todo y regresó a Annecy.

En 1622 tuvo que acompañar a la corte de Saboya en su viaje a Francia. En Lyon insistió en ocupar una pequeña habitación pobremente amoblada en una casa que pertenecía al jardinero del Convento de la Visitación. Allí, el 27 de diciembre, le sobrevino una apoplejía. Recibió los últimos sacramentos e hizo su profesión de fe repitiendo constantemente las palabras: “¡Hágase la voluntad de Dios! ¡Jesús, mi Dios y mi todo!” Murió al día siguiente, a los 55 años de edad.

Acudieron inmensas muchedumbres a visitar sus despojos, y la gente de Lyon estaba ansiosa de conservarlos en su ciudad. Con mucha dificultad pudo llevarse su cuerpo de regreso a Annecy, pero su corazón fue dejado en Lyon. Un gran número de favores milagrosos han sido alcanzados en su tumba en el Convento de la Visitación de Annecy. Su corazón, en tiempos de la Revolución Francesa, fue llevado por las monjas de la Visitación de Lyon a Venecia, en donde es venerado actualmente. San Francisco de Sales fue beatificado en 1661 y canonizado por Alejandro VII en 1665; fue proclamado Doctor de la Iglesia Universal por el Papa Pío IX en 1877.

Además del Instituto de la Visitación, que él fundó, el siglo XIX ha visto el surgimiento de asociaciones del clero secular y de laicos piadosos al igual que varias congregaciones religiosas, formadas bajo el patronato del santo Doctor. Entre ellas podemos mencionar los Misioneros de San Francisco de Sales, de Annecy; los Salesianos, fundados en Turín por San Juan Bosco, especialmente dedicados a la educación cristiana y técnica de niños de las clases más pobres; los Oblatos de San Francisco de Sales, establecidos en Troyes (Francia) por el Padre Brisson, quienes tratan de hacer realidad en la vida religiosa y sacerdotal el espíritu del santo Doctor, tal como lo hemos descrito y como él lo transmitió a las monjas de la Visitación.

(fuente: http://www.salesianos-madrid.com/)

sábado, 24 de enero de 2009

Jesús en las Sagradas Escrituras

■ “Autor principal de la vida” (Hechos 3,15).
■ “Amén” (2 Corintios 1,19 -20; Apocalipsis 3,14).

■ “Apóstol” (Hebreos 3,1).

■ “Buen Pastor” (Juan 10,11).

■ “Cordero de Dios” (Juan 1,29).

■ “Cristo, Mesías” (Juan 1,41).

■ “Dios Poderoso” (Isaías 9,6).

■ “Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos” (Romanos 9,5).

■ “El Alfa y la Omega, el principio y el fin, el primero y el último” (Apocalipsis
22,13).

■ “Emmanuel” (Isaías 7,14; Mateo 1,23).

■ “Estrella que saldrá de Jacob” (Números 24,17).

■ “El sol de la justicia” (Malaquías 4,2).

■ “Gran Dios y Salvador Jesucristo” (Tito 2,13).

■ “Hijo del Bendito” (Marcos 14,61).

■ “Hijo de David” (Mateo 21,9).

■ “Hijo de Dios” (Lucas 1,35).

■ “Hijo del Dios Altísimo” (Marcos 5,7; Lucas 1,32).

■ “Hijo del Dios viviente” (Mateo 16,16).

■ “Hijo del hombre” (Mateo 8,20).

■ “Hijo unigénito” (Juan 3,16).

■ “Imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación” (Colosenses 1,15).

■ “Jesucristo, Hijo de Dios” (Marcos 1,1).

■ “Jesús Nazareno, Rey de los Judíos” (Juan 19,19).

■ “Juez de vivos y muertos” (Hechos 10,42).

■ “León de la tribu de Judá” (Apocalipsis 5,5).

■ “Lucero de la mañana” (Apocalipsis 22,16).

■ “Luz de las naciones” (Isaías 42,6).

■ “Luz de los hombres” (Juan 1,4).

■ “Maestro, y Señor” (Juan 13,13).

■ “Maravilloso consejero” (Isaías 9,6).

■ “Mediador entre Dios y los hombres” (1 Timoteo 2,5).

■ “Padre Eterno” (Isaías 9,6).

■ “Pastor del pueblo de Israel” (Mateo 2,6; 15,24).

■ “Pastor y Obispo” (1 Pedro 2,25).

■ “Príncipe de la Paz” (Isaías 9,6).

■ “Príncipe de los pastores” (1 Pedro 5,4).

■ “Príncipe y Salvador” (Hechos 5,31).

■ “Resplandor de Dios” (Hebreos 1,3).

■ “Rey de Reyes y Señor de Señores” (Apocalipsis 19,16).

■ “Salvador, Cristo el Señor” (Lucas 2,11).

■ “Santo de Dios” (Marcos 1,29).

■ “Santo Hijo Jesús” (Hechos 4,27).

■ “¡Señor mío y Dios mío!” (Juan 20,28).

■ “Señor y Mesías” (Hechos 2,36).

■ “Señor y Salvador Jesucristo” (2 Pedro 3,18).

■ “Sumo Sacerdote” (Hebreos 4,14-15).

■ “Testigo Fiel, el Primogénito de los muertos” (Apocalipsis 1,5).

■ “Tronco de Jesé” (Isaías 11,1).

■ “Todopoderoso” (Apocalipsis 1,8).

■ “Último Adán” (1 Corintios 15,45).

■ “Verbo de Dios” (Apocalipsis 19,13).

■ “Verdadero Dios, y la vida eterna” (1 Juan 5,20).

Autor: Guido Rojas, Licenciado en Ciencias Religiosas

viernes, 23 de enero de 2009

22 de enero: Beata Laura Vicuña

Laura Carmen Vicuña nació en Santiago de Chile, el 8 de abril de 1891 en el hogar de José Domingo y Mercedes Pino. Los Vicuña eran una familia chilena aristocrática, forzada al exilio por la revolución. Se refugiaron en Temuco, en una casa pobre, pero muy pronto después José Domingo murió repentinamente y Mercedes tuvo que refugiarse con sus dos hijas en Argentina. Fueron a vivir a Junín de los Andes. Mercedes conoció a Manuel Mora, bastante prepotente, con quien aceptó trabajar pero también vivir con él.

Pupilaje con las Hermanas

En 1900 Laura, junto con su hermana Julia Amanda, fueron de pupilas al colegio de las Hijas de María Auxiliadora. Era una pupila ejemplar: piadosa, escuchaba a las Hermanas, disponible para sus compañeras y siempre feliz y pronta para hacer sacrificios.

Siguiendo el modelo de Domingo Savio

En los años siguientes ella hizo su Primera Comunión con el mismo fervor e ideales que Santo Domingo Savio, al que había tomado como modelo. Ingresó a la Asociación de las Hijas de María. En oportunidad de que una Hermana estaba explicando el sacramento del matrimonio en catequesis, Laura empezó a comprender que su madre vivía en pecado y se desmayó. También lo comprendió porque durante las vacaciones en el campo, su madre le hacía rezar en secreto y nunca recibía los sacramentos. De ahí en más, Laura aumentó sus oraciones y sacrificios para la conversión de su madre. Durante las vacaciones de 1902, Manuel Mora amenazó la pureza de Laura; ella lo rechazó firmemente, hecha una furia.

Solicitud denegada – plegaria por la madre

Ella volvió al colegio como ayudante, porque él no le pagó más los estudios. Con todo su corazón pidió para ingresar como Hija de María Auxiliadora, pero le fue denegado porque su madre vivía en pecado. Ella ofreció su vida al Señor para la conversión de su madre; se volvió aún más sacrificada y con el consentimiento de su confesor, el Padre Crestanello, hizo los votos en privado. Consumida por los sacrificios y otras enfermedades a causa de Mora por haberlo rechazado nuevamente, en su última noche ella confesó: “Mamá, me estoy muriendo! Durante mucho tiempo le he ofrecido a Jesús mi vida por ti, para que vuelvas a Dios… Mamá, antes de morir, tendré la oportunidad de ver tu arrepentimiento?. Laura”.

Respuesta a una plegaria

Mercedes respondió: “Prometo que haré lo que me pides”. Con esta alegría, Laura murió la tarde del 22 de enero de 1904. Su cuerpo descansa en la capilla perteneciente a las Hijas de María Auxiliadora de Bahía Blanca. El 3 de setiembre de 1988, en el centenario de la muerte de Don Bosco, esta hija elegida, que había dado su vida por la virtud más amada del Maestro, fue proclamada Beata por Juan Pablo II.

(fuente: www.sdb.org)

jueves, 22 de enero de 2009

Otro sacerdote se rebela... y los diablos festejan

Desde hace más de un año, le feligresía católica de Santiago del Estero vive momentos de tensión en torno a la controversia generada entre el Monseñor Francisco Polti, Obispo de la Diócesis de Santiago del Estero, y el Padre Gilbert Koffi Koumann, quien estaba realizando su tarea pastoral en la Parroquia de San Roque ubicada en la ciudad capital de esa provincia y no aceptó ser trasladado hacia otra Parroquia.

Oriundo de Costa de Marfil, el Padre Gilbert, tal como lo llaman allá, tiene 42 años de edad. Pertenece a a Orden de Los Misioneros del Sagrado Corazón de Betharram. Hacían cuatro años que estaba a cargo de la Parroquia de San Roque y, desde hace dos años, realiza la imposición de manos, luego de haber participado de un encuentro del Movimiento de la Renovación Carismática que se realizó en la Provincia de Córdoba.

Al final de cada Misa que presidía, se quedaba haciendo imposición de manos a todos los que voluntariamente se acercaran y se le han atribuido numerosas curaciones. Con el tiempo, su fama se fue extendiendo y a él acudían decenas de enfermos que buscaban el milagro de ser sanados, como así también habían personas que caían como desmayadas luego de haber recibido la imposición de manos de este sacerdote.

Hace aproximadamente un año, Monseñor Polti, de acuerdo a las facultades jerárquicas que le confiere Nuestra Madre Iglesia, dispuso el traslado de la Orden de Los Misioneros del Sagrado Corazón de Betharram a la Parroquia ubicada en la localidad de la Nueva Esperanza, distante a unos 270 kilómetros de la ciudad capital de Santiago del Estero.

Sorpresivamente, el Padre Gilbert se opuso a lo dispuesto por el Obispo y desafió a la jerarquía eclesiástica afirmando abiertamente que permanecería en la ciudad capital. Dijo al respecto: "Soy libre para ver la necesidad de la gente y si tengo que desobedecer para hacer bien a la gente lo voy a hacer, porque nadie me obligó a tomar los votos, que no son de esclavitud y que tampoco quitan la dignidad de las personas”; sobre su negativa a trasladarse de parroquia, sentenció “He venido para trabajar aquí, con humildad y para ayudar a los demás. No voy a ir a Nueva Esperanza, quiero continuar con mi misión, compartir la gracia que Dios me ha dado. Yo me voy a quedar en Santiago del Estero”.

Monseñor Polti, puso a los superiores de la Congregación a la que pertenece el Padre Gilbert y asintieron al pedido. A pesar de ello, el cura marfileño permaneció intransigente con su postura, razón por la cual se le impidió seguir presidiendo misas en la Parroquia de San Roque. En otra actitud desafiante, junto a sus colaboradores, el Padre Gilbert abandonó la Parroquia pero empezó a presidir misas en el Club Comercio Central Unidos, lugar en donde se realizan bailantas; se dice que en dichas celebraciones eucarísticas concurren alrededor de tres mil personas y que las misas terminan pasada la una de la madrugada que es cuando todos los concurrentes pueden retirarse habiendo recibido la imposición de manos. Se atrevió a justificar su actitud comparándose con el mismísimo Jesucristo (¿?) cuando declaró en una homilía “así como Jesús realizó su misión, yo voy a continuar con mi misión, sin autorización ni permiso, porque mi deseo es trabajar en Santiago del Estero, donde la gente me necesita”.

No se hicieron esperar las manifestaciones callejeras de los seguidores del Padre Gilbert, quienes con pancartas y cánticos, se dirigieron a la casa del Obispo para exigirle que deponga su actitud.

No hay que escandalizarse si entre los sacerdotes se produzcan diferencias. Eso sucede en todo ámbito: familiar, amistades, socios, compañeros de trabajo, etc. No es nada grave que uno tenga desacuerdos con determinados sacerdotes, como así tampoco es malo que uno simpatice más con un cura que con otro. Lo importante es que siempre hay que apuntar a no herir la unidad de Nuestra Madre Iglesia, que es el Cuerpo Místico de Cristo.


Consecuencias no deseadas e ¿impensadas?

Santiago del Estero es una de las provincias de más pobreza de la República Argentina; sabemos que la marginalidad social produce un sinfín de consecuencias no deseables que complican el normal crecimiento de niños, adolescentes y jóvenes.

Por otra parte, es una realidad innegable y penosa la falta de jóvenes valientes que quieran consagrarse a Dios siendo sacerdotes y religiosos y religiosas. Es una realidad que no solo ocurre en la Argentina: la cantidad de seminaristas ha disminuído notablemente en estos últimos 15 años, como así también han aumentado la cantidad de curas que han abandonado el sacerdocio; observando la realidad en distintos lugares de nuestro país, es dramático ver la cantidad de sacerdotes que están dejando su ministerio.

Y sobre la situación de la Iglesia Católica, muchos opinan con demasiada ligereza, sobre todo desde los medios masivos de comunicación social. Muchos se aventuran a decir que faltan vocaciones sacerdotales debido a que nadie podría soportar a vivir en celibato; esto es totalmente falso, porque se sabe perfectamente que la promiscuidad se da, en la mayoría de los casos, en gente que tiene su pareja. Cuántos y cuántas "celebran" la infidelidad dentro del noviazgo y del matrimonio pero, luego, hipócritamente se escandalizan cuando es un sacerdote o una religiosa la que tiene algún desliz afectivo...

No faltan los oportunistas que aprovechan circunstancias como éstas para vomitar todo su desprecio a Nuestra Madre Iglesia a la que le reclaman un "aggiornamiento". Hay que ser muy soberbios como para pretender que Dios se amolde a los caprichos de los seres humanos; es al revés, uno debe dejar moldear por Dios.

Los que apoyan al Padre Gilbert hablan de las necesidades de la gente santiagueña y que, "gracias a él" (¿¿no será gracias a Dios??), muchos se acercan nuevamente a la Iglesia y a Dios. A decir verdad, eso puede tener algo de cierto... pero me parece conveniente detenerse a determinar los costos que tiene para Iglesia ese "acercamiento" de tantos fieles.

Como era de esperarse, la altanería hacia las autoridades de la Iglesia Católica Apostólica Romana de parte del Padre Gilbert es imitada por cientos de seguidores de este sacerdote marfileño. Considero que el Padre Gilbert no repara la responsabilidad que le cabe ya que si un pastor desautoriza públicamente a un Obispo, qué se puede esperar de los fieles: eso solo genera más resentimientos y divisiones dentro de la Iglesia misma.

Han habido santos sacerdotes que sufrieron persecuciones dentro de la Iglesia, desde gente de la Iglesia. Dos de los casos más emblemáticos fueron San Juan Bosco y el Padre Pío, a quien se le llegó a prohibir la celebración de la Santa Misa. En ambos casos y a diferencia del Padre Gilbert, ni Don Bosco ni el Padre Pío se comportaron con la arrogancia del cura marfileño y evitaron expandir la discordia a los demás fieles.

Acá en la Provincia de San Juan, se dio un caso similar con el Padre Eric Ugochukwu. El padre Eric trabajaba en la Parroquia del Santísimo Sacramento, ubicado en la localidad de Marquesado (20 kms. al oeste de la Ciudad de San Juan), en donde realizaba misas muy concurridas por gente atraída por la fama de "sanador" que se había ganado. Cuando se conoció la noticia del traslado, hubieron manifestaciones callejeras en contra de Monseñor Alfonso Delgado, Arzobispo de San Juan de Cuyo. Gracias a Dios, el Padre Eric no puso reparos en lo que dispusieron sus superiores y aceptó ser trasladado.

Sabemos que, por ser un ángel, el diablo tiene también el poder de hacer milagros, aunque nunca podrá ser superior a Dios. Muchos podemos maravillarnos por los prodigios que se obran a través de un sacerdote, un religioso o un laico... aunque, para saber si eso viene de Dios, debe darse que esos milagros en cuestión son solo signos que inevitablemente nos lleven a Dios, y que produzcan la sincera conversión de corazón y un profundo sentido de pertenencia hacia la Iglesia Católica Apostólica Romana. Ahora bien, si esos milagros producen un efecto contrario (idolatría del "sanador" y/o "vidente", desprecio de la Iglesia, tensión, rebeliones, discordia, etc.) es para dudar seriamente sobre su origen.

Es inadmisible que hayan sacerdotes que se crean las "estrellas", que se crean el centro de todo en detrimento de Cristo. Es inadmisible que hayan sacerdotes que quieran ponerse por encima misma de las autoridades de Nuestra Iglesia y de sus congregaciones, es inadmisible que con su soberbia que quieran menospreciar los ritos litúrgicos.

Los sacerdotes son solo instrumentos de Dios; son instrumentos pobres y limitados, pero es la gracia de Dios lo que los santifica. Es su deber ser servidores del Pueblo, a imitación de Cristo. Como están entregados a la casua del Reino de Dios (al menos así debería ser), es que están constantemente acosados por el demonio quien, a cada paso, les tiende trampas para que se desvíen de su verdadera misión. Absolutamente, todos los sacerdotes han recibido poderes especiales cuando recibieron el Sacramento del Orden Sagrado... aunque no todos los cultivan y los ponen al servicio de los demás.

Todos los sacerdotes tienen un rol a cumplir dentro de Nuestra Madre Iglesia pero ningún sacerdote es imprescindible en la Iglesia Católica: el único imprescindible es Cristo.

Recemos por nuestros sacerdotes, recemos por el Padre Gilbert y recemos por Nuestra Madre Iglesia, de la que todos formamos parte desde que fuimos bautizados.
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